Comemos peor que nunca y más de lo necesario (pistas para ponerle remedio)
Frente a la cultura de las restricciones, la health coach más ‘honesta’ propone tomar conciencia de lo que comemos. Una vuelta a lo simple y natural que te hará sentirte mucho mejor, por dentro y por fuera
La sociedad actual basa su alimentación cada vez más en comidas procesadas, preparadas y envasadas. Como consecuencia están aumentando los casos de alergias, intolerancias, desajustes y enfermedades. Esto también causa digestiones pesadas, mal descanso e incluso mal humor. Y es que somos las primeras generaciones que nos estamos alimentando de productos industrializados, tratados químicamente, refinados y adulterados; y eso tiene sus consecuencias.
Comemos más de lo necesario y esa comida (llena de azúcar, harinas refinadas y aditivos) está generando excesos y residuos tóxicos en nuestros órganos y tejidos. Estos residuos se van acumulando y, más tarde o más temprano, pueden terminar causando alguna enfermedad.
El caso de Elka Mocker, coach de salud y estilo de vida y referente de la cocina saludable, es un ejemplo de todo esto. Graduada por la escuela Institute of Integrative Nutrition de Nueva York, Elka sufrió durante años sufriendo estrés, malas digestiones, falta de energía y se pasó media vida batallando sin éxito contra la psoriasis, hasta que decidió dar un cambio a su vida. Dejó su trabajo, se mudó a Menorca y empezó a investigar acerca de su alimentación.
“Hace unos años, rondando los treinta, viví una fuerte crisis existencial que me llevó a romper con
todo el camino recorrido hasta ese momento. Por aquel entonces, yo trabajaba como estilista de
moda y publicidad. Me sentía triste, enferma, perdida, insatisfecha, insegura y desconectada, cuenta Elka. Algo había estado haciendo mal, muy mal, durante toda mi vida. Decidí frenar para dedicarme a
explorar. Empezaron años de búsqueda y experimentación, de ver documentales y devorar libros
sobre salud y alimentación. Mi principal objetivo era hacer remitir una enfermedad que abarcaba
muchos lugares de mi piel: la psoriasis”.
“Cuanto más profundizaba en cuestiones de nutrición, más me horrorizaba comprobar lo mal que
había hecho las cosas, y eso que pensaba que mi alimentación era muy saludable. Desde hacía
años, en mi despensa había leche y yogures desnatados, galletas integrales, cereales de desayuno
y barritas energéticas, lonchas de pavo, queso untable light, vino y zumos envasados.”
El resultado de este giro de 360 grados es la filosofía que expresa en este libro, las recetas que comparte en él y día a día a través de sus redes sociales y de su blog.
La base de la alimentación que propone esta peculiar chef que se denomina a sí misma ‘Health Activist Honest Food’ se basa en escoger alimentos que sumen, que sean potentes, vibrantes, sin pasteurizar, sin conservantes, azúcares, margarinas, grasas saturadas y sal refinada, donde apenas queda nada aprovechable para nuestras células.
Y, ¿qué alimentos suman? Las hojas verdes, los vegetales de todos los colores, las frutas, los germinados, las algas, los cereales, las semillas y los frutos secos. Estos alimentos se complementan con proteínas, ya sean de origen vegetal, como las legumbres, o de origen animal, como los huevos, los pescados salvajes o las carnes ecológicas y de calidad.
Lo que pretende esta health coach es inspirar y enseñar a otras personas que se preocupan por llevar un estilo de vida saludable, porque es “muy sencillo. Tan solo necesitamos abrir la mente y dar espacio a nuevos ingredientes y conocimientos para luego poder dar rienda suelta a nuestra imaginación dentro de la cocina, y fuera, encontrar el espacio para hacer aquello que nos hace sentir bien”.
Para ello ha plasmado su filosofía de vida, no se trata solo de una dieta, en Ama, Come, Vive, Brilla (de Lunwerg (25 euros) aprenderás a organizarte en la cocina, a preparar platos básicos o elaborar artesanalmente germinados, mantecas o leches vegetales; y a llenar tu despensa de alimentos saludables, de tendencia vegetal y libre de productos altamente procesados.
Mocker apuesta por una cocina limpia y respetuosa que se basa en el producto fresco, ecológico y de temporada como fuente de inspiración para incluir en nuestro día a día más platos vegetales que conquistarán tanto nuestro paladar como nuestra salud. ¿Cómo? Sigue leyendo:
6 PASOS PARA UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE
1. Olvidar los alimentos procesados y las cocciones agresivas, pues, además de no contener apenas alimento, por lo que no nutren y nos hacen querer comer de más, agreden la flora intestinal.
2. Apostar por alimentos naturales y vegetales, especialmente por verduras y vegetales frescos,
también por cereales, legumbres y semillas, e incluir germinados y fermentos. Mimar nuestra
flora. Todos los vegetales están repletos de sustancias y propiedades beneficiosas, de modo que,
si los convertimos en los reyes de la alimentación, enseguida notaremos mejoras en la salud.
3. Sentarnos, relajarnos, masticar y saborear. La digestión empieza en la boca y esa es la única parte que podemos controlar, así que, cuando comamos, debemos recordar esto: masticar. Y no comer en exceso.
4. Ayunar todos los días, es decir, practicar el ayuno nocturno: cenar dos horas antes de ir a dormir, algo de fácil digestión y ligero, como una crema, una sopa o verduras salteadas. Y, por la mañana, no
comer hasta que tengamos hambre. Mientras tanto, hay que hidratarse bien. Empezar el día con agua tibia y limón o mejor aún, con un zumo verde. Con este simple hábito, damos a nuestro cuerpo el espacio natural para que se regenere. Si hacemos la cuenta, veremos que son fácilmente doce horas de ayuno ¡o incluso más! Tras muchos años de experiencia y ayunos de todo tipo, la autora ha llegado a la clara conclusión de que éste es el mejor detox que hay. Se integra fácilmente como parte de un estilo de vida, trabaja de forma paulatina y segura, y no tiene efecto rebote.
5. Mantenerse hidratado. El agua no solo es necesaria para reducir los signos de la edad, sino que también ayuda en la absorción de nutrientes. Estamos compuestos principalmente de agua, así que mantenernos hidratados es esencial.
6. Reducir el consumo de azúcar. El antojo de azúcar se da a menudo por falta de proteína y de carbohidratos complejos. Si nuestros platos están bien equilibrados, nos sentiremos satisfechos y nutridos, y tendremos menos antojos de azúcar. En cuanto a endulzar postres o desayunos, lo mejor es sustituir el azúcar malo, como el refinado, por otros naturales de bajo índice glucémico, como el azúcar de coco o azúcares naturales como las frutas o los dátiles.
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