¿Por qué es bueno comer alimentos fermentados?

Imagínate que dentro de cada persona hay millones de otros seres vivos que ayudan a que el cuerpo funcione como debe ser. Se alimentan con la misma comida que te llevas a la boca y de eso depende su buen trabajo así que no solo comes para ti, sino para otros tantos. Y aunque no lo creas, los alimentos fermentados ayudan mucho.

A lo largo de nuestra vida, las bacterias del sistema digestivo ayudan a descomponer aproximadamente 60 toneladas de comida, pero estas no se alimentan de cualquier cosa, solo de ciertos nutrientes.

Cuando esta flora intestinal se encuentra en buenas cantidades benefician a nuestra salud y aquí va un tip: siempre aquellos probióticos -es decir, que tienen colonias de más bacterias vivas en su composición- son una gran opción.

¿Por qué los alimentos fermentados?

La fermentación ha sido un elemento básico de las formas de alimentación humana durante siglos y se utilizó inicialmente para conservar los alimentos. Es un proceso en el que los organismos naturales (como bacterias y levaduras) descomponen los azúcares y los almidones de los alimentos para crear alcoholes, gases o ácidos.

Los alimentos y bebidas fermentados se producen a través del crecimiento microbiano controlado y la acción enzimática, lo que les da su distintivo sabor ácido.

Si bien, el yogurt, el queso y otros productos lácteos pueden estar entre los más populares, la lista de alimentos fermentados es cada vez más amplia. Podemos hablar del kéfir de agua, la kombucha, el pan de masa madre o

Hay distintos beneficios de consumir alimentos fermentados para que te animes de una vez por todas a incluirlos en tu dieta.

Mejorar la digestión

El poder probiótico de los alimentos fermentados ayuda a que las bacterias beneficiosas prosperen, lo que es una bendición para todo el sistema digestivo. Estas bacterias descomponen de manera eficiente los nutrientes que pasan a través de ellas.

Si frecuentemente tienes malestar digestivo, se ha demostrado que los probióticos son muy eficaces para controlar los síntomas gastrointestinales incómodos, como el estreñimiento, la diarrea y el síndrome del intestino irritable.

Además, durante el proceso de fermentación, los microorganismos descomponen los alimentos, lo que los hace automáticamente más fáciles de digerir. Algunos fermentados, como el queso y el yogur, pueden ser consumidos incluso por personas con intolerancia a la lactosa porque las bacterias digieren la lactosa durante el procesamiento.

La salud de tu piel

La piel sana es un trabajo interno, es decir, lo que pones dentro de tu cuerpo se refleja en el exterior gracias a la conexión entre el intestino y la piel. El proceso de fermentación puede ayudar a que los nutrientes sean más biodisponibles, es decir, más fáciles de absorber.

También sintetizan nutrientes que “estimulan la belleza”, como la vitamina B12, el ácido fólico y la biotina para un cabello brillante y una piel radiante.

La inflamación se reduce

Los alimentos fermentados también ayudan a calmar la inflamación, la causa principal de la mayoría de las enfermedades . En este estudio, los investigadores encontraron que beber kéfir diariamente reducía la inflamación de los participantes después de seis semanas.

No es necesario que comas kéfir todos los días para obtener los beneficios lo puedes agregar a licuados o mezclarlo con avena para una cena completa.

Los compuestos activos del tempeh ayudan a combatir los radicales libres, que causan daño celular y aumentan la inflamación en todo el cuerpo.

Corazón más saludable

Los alimentos fermentados están involucrados en la producción de ácidos grasos de cadena corta, que tiene un efecto reductor del colesterol. Además, los probióticos en general se relacionan con una mejor presión arterial.

El chucrut tiene altos niveles de vitamina K, que ayuda a que los vasos sanguíneos se endurezcan. El tempeh reduce los niveles de colesterol malo y también la kombucha.

Niveles de azúcar en sangre más equilibrados

Los alimentos fermentados ricos en probióticos pueden ayudar a reducir la resistencia a la insulina e incluso pueden ayudar a controlar o prevenir la diabetes.

En un estudio, el kimchi redujo la resistencia a la insulina, la presión arterial y el peso corporal en participantes prediabéticos después de 8 semanas.

Absorber nutrientes más fácilmente

La fermentación también ayuda a descomponer y destruir los antinutrientes (como el ácido fítico), que tienen el potencial de reducir la absorción de zinc, calcio y hierro.

Así que ya sabes, para mejorar tu salud incluye fermentos en tu alimentación diaria. Los puedes hacer en casa.