Cómo salir a comer sin romper la dieta

Texto: Irina Kenigsberg

Si bien estar a dieta no es lo más fácil del mundo, has logrado mantener el régimen cocinando en tu casa. Ahora, te toca enfrentarte a una situación más difícil: ¡salir a comer a un restaurante! Descubre algunos consejos para disfrutar de esta situación sin echar a perder el esfuerzo.

Antes de ir…

Tal vez creas que es buena idea comer poco las horas anteriores, para poder darle rienda suelta a tu apetito en el restaurante. ¡Error! “Si llegamos a la comida hambrientos, los alimentos que no nos tentarían tanto se vuelven inmediatamente más cautivadores”, explica la nutricionista Wendy Bazilian en diálogo con la revista Women’s Health. Es decir, que aumentarían tus probabilidades de comer más pan o pedir una porción de patatas fritas.

En cambio, procura alimentarte de forma normal durante el día para que, una vez en el restaurante, puedas elegir porciones moderadas.

También es fundamental que leas el menú con atención. Puedes revisarlo en el sitio web del restaurante antes de ir, para poder analizar con tranquilidad cómo se preparan los platillos y cuáles son las opciones más saludables. Busca palabras como horneado, grillado, hervido, al vapor o escalfado, que tienden a describir platillos más sanos que frito o relleno, indica Bazilian.

Al ordenar…

Checa algunas recomendaciones de la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés).

– Evita pedir “extras” previos a la comida, como bebidas alcohólicas, pan con mantequilla y entradas, ya que suelen contener grasa y calorías.

– Pide que sirvan la mantequilla, queso crema, aderezos y salsas a un lado, para poder controlar la cantidad que consumes.

– Si hay un bufé de ensaladas, elige hojas verdes, vegetales crudos, frutas frescas, garbanzos y aderezos bajos en grasa. En cambio, evita los quesos, las ensaladas marinadas y las de pasta, así como las ensaladas de fruta con crema batida.

– Pregunta si hay porciones más pequeñas o si puedes compartir tu platillo con otra persona. Si no es posible, puedes comer solo la mitad de lo que ordenes y pedir que te envuelvan el resto para llevar.

– Procura solicitar sustituciones saludables. Por ejemplo, si un platillo viene con un acompañamiento de patatas fritas o aros de cebolla rebozados, pide cambiarlos por una papa horneada con vegetales.

– Elige el postre con cuidado. La fruta fresca, los sorbetes y la gelatina son buenas alternativas a las opciones más tradicionales que suelen tener más grasa y, posiblemente, crema.

Antes de realizar cambios en tu dieta, consulta a un médico de confianza.

Y tú, ¿conoces otros tips para salir a comer sin romper la dieta?

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