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El complejo de Mar-a-Lago de Trump, fuente de inusuales problemas de seguridad, según los expertos

Por Steve Holland y Karen Freifeld

WASHINGTON, 13 ago (Reuters) - La incautación de documentos clasificados del gobierno de Estados Unidos en la propiedad de Donald Trump Mar-a-Lago pone de manifiesto las continuas preocupaciones de seguridad nacional que presenta el expresidente, así como el hogar que apodó la Casa Blanca de invierno, según expertos en seguridad.

Trump está bajo investigación federal por posibles violaciones de la Ley de Espionaje, que hace ilegal espiar para otro país o manejar de forma ilícita la información de defensa del país, incluyendo compartirla con personas no autorizadas a recibirla, según muestra una orden de registro.

Como presidente, Trump compartió a veces información, sin importar su sensibilidad. Al comienzo de su mandato entregó de manera espontánea información altamente clasificada al ministro de Relaciones Exteriores de Rusia sobre una operación planeada del Estado Islámico mientras estaba en el Despacho Oval, dijeron entonces funcionarios estadounidenses.

No obstante, fue en Mar-a-Lago, donde sus socios e invitados pudientes asistieron a bodas y cenas de recaudación de fondos y disfrutaron en un patio con brisa en el océano, donde la inteligencia estadounidense pareció especialmente en riesgo.

El Servicio Secreto dijo cuando Trump era presidente que no decidía a quién se le permitía el acceso al club, pero sí hacía revisiones físicas para asegurarse de que nadie traía artículos prohibidos, así como una revisión adicional para los invitados que estaban cerca del mandatarios y otros protegidos.

La orden de registro del Departamento de Justicia suscita preocupación por la seguridad nacional, dijo la exfuncionaria Mary McCord.

"Está claro que pensaron que era vital volver a poner estos materiales en un espacio seguro", dijo McCord. "Incluso la mera retención de documentos altamente clasificados en un almacenamiento inadecuado -sobre todo teniendo en cuenta Mar-a-Lago, los visitantes extranjeros allí y otros que podrían tener conexiones con gobiernos extranjeros y agentes extranjeros- crea una importante amenaza para la seguridad nacional".

En una declaración en su plataforma de medios sociales, Trump dijo que los registros fueron "todos desclasificados" y colocados en un "almacenamiento seguro".

McCord afirmó, sin embargo, que no veía ningún "argumento plausible de que hubiera tomado una decisión consciente sobre cada uno de ellos para desclasificarlos antes de irse". Después de dejar el cargo, señaló, no tenía poder para desclasificar información.

La incautación el lunes por parte de agentes del FBI de múltiples conjuntos de documentos y docenas de cajas, incluyendo información sobre la defensa de Estados Unidos y una referencia al "presidente francés", plantea un escenario aterrador para los profesionales de la inteligencia.

"Es un entorno de pesadilla para el manejo cuidadoso de información altamente clasificada", dijo un exoficial de inteligencia. "Es simplemente una pesadilla".

El DOJ no ha proporcionado información específica sobre cómo o dónde estaban almacenadas los documentos y las fotos, pero las vulnerabilidades generales del club han sido bien documentadas.

En un ejemplo de alto perfil, Trump compartió en 2017 con el entonces primer ministro de Japón, Shinzo Abe, en una cena al aire libre mientras los invitados rondaban cerca, escuchando y tomando fotos que luego publicaron en Twitter.

La cena se vio interrumpida por un ensayo de misil norcoreano y los invitados escucharon cómo Trump y Abe pensaban en qué responder. Después de emitir una declaración, Trump se pasó por una fiesta de boda en el club.

"Lo que vimos fue a Trump ser tan laxo en materia de seguridad que estaba teniendo una reunión delicada en relación con un posible asunto bélico donde personas ajenas al gobierno estadounidense podían observar y sacar fotos", dijo Mark Zaid, un abogado especializado en casos de seguridad nacional. "Habría sido fácil que alguien tuviera también un dispositivo que escuchara y grabara lo que decía Trump".

El secretario de prensa de la Casa Blanca en aquel entonces, Sean Spicer, dijo a los medios después que Trump había informado sobre el lanzamiento norcoreano en una sala segura de Mar-a-Lago. Restó importancia a la escena en el patio.

"En ese momento, aparentemente se tomó una foto, que todo el mundo sacó conclusiones nefastas sobre lo que puede o no puede ser discutido. Simplemente hubo una discusión sobre la logística de la prensa, sobre dónde celebrar el evento", afirmó.

Fue en la sala de seguridad de Mar-a-Lago donde Trump decidió lanzar ataques aéreos contra Siria por el uso de armas químicas en abril de 2017.

Tomada la decisión, Trump volvió a cenar con el presidente chino, Xi Jinping, de visita en el país. Durante el postre, Trump informó a Xi sobre los ataques aéreos.

En 2019, una mujer china que pasó los controles de seguridad del club llevando una unidad de disco duro codificada con software "malicioso" fue detenida por entrar en una propiedad restringida y hacer declaraciones falsas a los funcionarios, dijeron entonces las autoridades.

El entonces jefe de personal de la Casa Blanca, John Kelly, intentó limitar el acceso a Trump en Mar-a-Lago, pero el esfuerzo se desvaneció cuando el mandatario se negó a cooperar, dijeron entonces los asistentes.

(Editado en español por Carlos Serrano)