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Y así fue que Microsoft se quedó con la joya de la corona de los juegos

Un grupo de fanáticos reacciona durante las finales de la Liga Overwatch en Filadelfia, el 29 de septiembre de 2019. (Jeenah Moon/The New York Times)
Un grupo de fanáticos reacciona durante las finales de la Liga Overwatch en Filadelfia, el 29 de septiembre de 2019. (Jeenah Moon/The New York Times)

SAN FRANCISCO— En la actualidad, es inevitable que cuando una notoria empresa tecnológica toma una decisión estratégica importante —como el plan de Microsoft de gastar 70.000 millones de dólares en la gigante desarrolladora de videojuegos Activision Blizzard— se invoque al metaverso.

La visión del metaverso, un mundo virtual donde se pueden intercambiar ideas y vender bienes digitales, se ha convertido en una fuente de entusiasmo tan grande que Facebook cambió su nombre a Meta el año pasado. Muchas otras empresas se visualizan ganando miles de millones en este bazar virtual. Es por eso que cuando Microsoft afirmó el martes 18 de enero que Activision le proporcionaría los “componentes esenciales para el metaverso”, el razonamiento sonó familiar.

Pero no fue del todo correcto. Para Microsoft, el futuro de los videojuegos se parece más a un estudio de Hollywood que busca reunir un conjunto de franquicias muy conocidas. La estrategia es ensamblar una colección de juegos famosos que se puedan jugar en todo tipo de dispositivos y de personas que sepan cómo hacerlos. Activision, con títulos famosos como “Call of Duty” y “Candy Crush” y más de 5000 desarrolladores de juegos, tiene mucho de ambos.

En los últimos años, Microsoft ha dejado de centrarse en su consola Xbox para prestarle más atención a un entorno de videojuegos donde los dispositivos potentes no son tan importantes como la flexibilidad para jugar dónde y cómo quieran los consumidores, ya sea en un viejo iPhone o una computadora portátil barata. Si la visión del futuro de la compañía es correcta, los juegos en la nube, una tecnología aún emergente que utiliza los centros de proceso de datos de una empresa para transmitir el juego a un dispositivo, serían los que proporcionarían el poder.

En un mundo así, las empresas tendrían que distinguirse por su contenido y su capacidad para ofrecer juegos baratos en diferentes dispositivos —Microsoft ha sido pionera en un servicio de suscripción de videojuegos estilo Netflix de 10 dólares al mes— en vez de por la calidad y el atractivo de la marca de su hardware. Eso representa un fuerte contraste con los fabricantes de consolas rivales, Sony y Nintendo, que todavía siguen en su mayoría modelos tradicionales.

Y ahora, tras haber adquirido una nueva cartera de estudios, Microsoft está garantizando que millones de jugadores de Activision estén bajo su catálogo de juegos cada vez más grande.

Activision ayuda a Microsoft a ampliar su influencia sobre los jugadores a los que les gustan los juegos de disparos como “Call of Duty”, los que participan en ligas competitivas de videojuegos dedicadas a títulos como “Overwatch” y “Hearthstone” y la audiencia masiva de videojugadores en dispositivos móviles, especialmente en Asia.

La joya de la corona

Microsoft no cuenta con una oferta sólida de juegos móviles, pero una de las joyas de la corona de Activision es el desarrollador de videojuegos móviles King, que registró alrededor de 1000 millones de dólares en ganancias operativas durante el último año. En particular, es el desarrollador de “Candy Crush”, el videojuego móvil de lógica con colores vibrantes y efectos de sonido estridentes que, según la firma de investigación de dispositivos móviles SensorTower, ha generado 7100 millones de dólares en compras realizadas por los jugadores desde 2014.

A man plays at Candy Crush Saga on his Iphone on January 25, 2014 in Rome. Candy Crush is one of the top online games developped by King.com.  AFP PHOTO / GABRIEL BOUYS        (Photo credit should read GABRIEL BOUYS/AFP via Getty Images)
El juego Candy Crush / AFP PHOTO / GABRIEL BOUYS (Photo credit should read GABRIEL BOUYS/AFP via Getty Images)

Pero lo más importante es que Activision profundiza el atractivo de Xbox Game Pass, el servicio de suscripción que ha obligado a la industria de los videojuegos a repensar cómo puede ganar dinero de la mejor manera. Si bien muchos fanáticos de los juegos producidos por Sony aún pagan por cada juego de forma individual, los suscriptores de Game Pass pagan una tarifa fija de 10 o 15 dólares al mes a cambio de acceso a cientos de títulos, que ahora incluirán algunos de los juegos más importantes de Activision.

No es casualidad que durante el anuncio de Microsoft de la compra de Activision se incluyera la noticia de un hito de Game Pass: 25 millones de suscriptores.

La apuesta de Microsoft sigue siendo arriesgada. Les está pidiendo a los videojugadores que sigan su visión, se desconecten de las consolas y utilicen herramientas más nuevas y a menudo inestables para transmitir juegos de forma directa a dispositivos más viejos, en lugar de seguir con el sistema seguro más que comprobado y comprar una nueva y estilizada PlayStation 5 de Sony. Apple ha bloqueado ese tipo de servicios de juegos de sus iPhone. Dada la incertidumbre, no está de más tener el atractivo de los estudios de Activision para ofrecer como recompensa por seguir jugando a través de Microsoft.

Phil Spencer, director ejecutivo de videojuegos de Microsoft, en Redmond, Washington, el 8 de junio de 2021. (Meron Tekie Menghistab/The New York Times)
Phil Spencer, director ejecutivo de videojuegos de Microsoft, en Redmond, Washington, el 8 de junio de 2021. (Meron Tekie Menghistab/The New York Times)

Preguntar cómo encaja “Call of Duty” en la visión de Microsoft es como preguntar “cómo encaja ‘Friends’ en Netflix”, dijo Michael Pachter, analista de videojuegos de Wedbush Securities. “El contenido es importante: Netflix no existiría si no tuviera contenido para emitir en continuo”.

Microsoft ha predicado su visión de un futuro que es agnóstico a los dispositivos como una manera de derribar barreras. Phil Spencer, director ejecutivo de videojuegos de Microsoft, dijo en una entrevista el martes 18 de enero que el objetivo de la compañía era lograr que los nuevos títulos de Activision “llegarán a la mayor cantidad de jugadores posible”.

Pero Microsoft podría intentar ganar de las dos maneras. No descartó la posibilidad de hacer que sus títulos recién adquiridos el martes sean exclusivos y, tras comprar ZeniMax Media y su lista de estudios en 2020 por 7500 millones de dólares, afirmó que un juego muy esperado, “Starfield”, sería exclusivo de Xbox.

Pachter afirmó que incluso la mera posibilidad de una medida como esa podría disminuir el atractivo del hardware de Sony.

“Si fueras a comprarle una consola a tu hijo este fin de semana y tu hijo solo juega ‘Call of Duty’, ¿le comprarías una PlayStation 5?”, preguntó. “Yo no lo haría”.

La escala del acuerdo podría generar preocupaciones antimonopolio en Washington. Pachter afirmó que los reguladores federales podrían buscar garantías por parte de Microsoft de que permitirá que jugadores que no poseen una Xbox sigan disfrutando de los juegos de Activision.

Microsoft enfrentará otras preocupaciones. Activision ha estado trastabillando durante meses debido a acusaciones de acoso sexual y discriminación en el lugar de trabajo, derivadas de una demanda presentada el verano pasado por una agencia de empleo de California. Sus trabajadores han abandonado sus puestos y han pedido la creación de un sindicato.

Más juegos

A pesar de la promoción inicial de Microsoft del acuerdo como una incursión en el metaverso, no queda claro cómo tener más videojuegos de disparos, rol y estrategia ayuda a Microsoft a llegar allí. Spencer y Bobby Kotick, el asediado director ejecutivo de Activision, ofrecieron una explicación más sobria en las entrevistas.

Kotick dijo que el objetivo era garantizar “ofrecer los mejores y más atractivos juegos en los dispositivos en los que la gente juega hoy en día, ya sean teléfonos, consolas, computadoras u otras pantallas con microprocesadores”.

En última instancia, los videojuegos bien podrían terminar siendo lo que popularice el metaverso. Daniel Ahmad, analista sénior de la firma de investigación de juegos Niko Partners, dijo que Activision evolucionaba con regularidad juegos como “Call of Duty”, a través de la actualización de nuevo contenido y la interacción con la comunidad de jugadores. Eso, dijo, podría ser “una pieza del rompecabezas para construir estas experiencias del metaverso”.

Sin embargo, este tipo de ideas todavía está bastante lejos.

© 2022 The New York Times Company

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