Copla, cine y libros: la intensa trayectoria de Concha Márquez Piquer

Concha Márquez Piquer, fallecida este lunes a los 75 años, era toda una celebrity desde el momento de su nacimiento, no en vano era hija de la icónica tonadillera Concha Piquer y el torero Antonio Márquez, lo que hizo que su madrina de bautismo fuera Eva Perón. Ya desde niña participaba en los festivales navideños de su colegio, se formó en la School of Drama de Londres, en Suiza, Argentina, Estados Unidos y continuó su aprendizaje en ballet con Conchita Huarte y canto junto al maestro Juan Solano. Debutó a los 24 años en Madrid en un acto benéfico del Teatro Calderón y desde entonces su trayectoria fue meteórica, siendo uno de los máximos exponentes de la copla tanto en nuestro país como en Latinoamérica.

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Concha Máquez Piquer en Pasaporte de Dublín
Concha Máquez Piquer en Pasaporte de Dublín

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Un año después de hacer su primera aparición en la capital española, Concha hizo su presentación oficial en el Teatro de la Zarzuela con una función de 25 canciones y una orquesta formada por 35 músicos. Después de fichar por una de las discográficas más importantes a nivel internacional, la cantante también quiso probar suerte como actriz, estando más de medio año en el Teatro Maravillas de Madrid con una comedia musical. En televisión, la hija de la tonadillera y el torero participó en Pasaporte a Dublín, programa donde se eligió a Karina como reprensentante de Eurovisión. Su música, escuchada alrededor del mundo, la llevó a hacer galas, bolos y presentaciones por toda España, pero además tuvo mucho éxito en Estados Unidos, donde pudo actuar con recitales en inglés en lugares tan emblemáticos como el Madison Square Garden de Nueva York, el Kennedy Center de Washington o el Dade County de Miami.

Después de hacer varias giras por toda la geografía española, vuelve a Madrid para protagonizar una de las comedias musicales más importantes de Estados Unidos: Aplausos, función que en Broadway realizaba la mítica Lauren Bacall. Un año después se fue a México y en 1977 ganó el Festival de Bulgaria con su tema Conjura, donde concursaban otras personalidades de la canción como como Albano o Shirley Bassey. En 1979 graba Cantares para TVE, donde interpreta por primera vez temas de su madre y cuatro años después debuta en el cine con su segundo marido, Ramiro Oliveros, en El cafre, una coproducción hispano-mexicana. Ese mismo año rueda de nuevo como actriz en la coproducción hispano-norteamericana Pecos Kid and Yellow Hair, del director estadounidense Mat Cimber. Tras la muerte de su hija Coral a finales de 1986 se retiró de los escenarios, pero reapareció seis años después en el teatro Apolo de Madrid con Madrid, Madrid, una obra en la que cantó revista y el amplio repertorio de su madre.

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Concha Máquez Piquer actuando en Madrid en 1992
Concha Máquez Piquer actuando en Madrid en 1992

Su trayectoria artística fue reconocida en 1999 con un premio especial entregado por la Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York (ACE), ocasión donde tuvo la oportunidad de actuar en el Marriot Marquis Ballet Room de Broadway. Ya en 2001 dio diversos conciertos en los que interpretó conocidas coplas de Quintero, León y Quiroga. Pero no solo eso, ese mismo año participó en Los Grandes de la Copla, de Televisión Española, donde volvió a interpretar Cinco Farolas y Me embrujaste, dos de los éxitos de su madre. Pero Concha Márquez Piquer no solo se atrevió con el mundo de la televisión, el cante y la interpretación, también se lanzó a la escritura. En 2001 publicó Sabores: las recetas de mi vida, en 2014 Concha Piquer: así era mi madre y en 2015 Memorias de Concha Márquez Piquer: yo misma, un libro en el que hacía balance de su vida.

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Concha Márquez Piquer y Sara Montiel
Concha Márquez Piquer y Sara Montiel