¿El coronavirus puede beneficiar a Corinna?

Es difícil concebir, o siquiera sospechar, que el coronavirus pudiera favorecer a alguien de alguna manera. Sin embargo, ahora que se multiplican los titulares sobre Corinna Larsen, la ex amiga entrañable del Rey emérito Juan Carlos I, encontramos en la prensa un asunto que nos llama la atención. Una cuestión que curiosamente está relacionada con Corinna y con la pandemia del coronavirus. Y es que resulta que la empresaria alemana podría presuntamente utilizar la razón, o el motivo, del coronavirus para evitar tener que vivir un momento que puede resultar para ella desagradable, o hasta muy desagradable.

Detona ahora en toda la prensa la noticia de que el juez Manuel García Castellón ha decretado la reapertura de la llamada pieza Carol y que ha citado a Corinna para acudir como investigada a la Audiencia Nacional, el próximo 8 de septiembre. El asunto es complejo y extenso, y no nos ocupa en estos momentos incidir aquí en lo que los medios ya están tratando profusamente. Pero, hay un tema al que ha prestado atención el periódico El Español y que parece un asunto muy interesante. Resulta que Corinna Larsen podría llegar a alegar el coronavirus como excusa para “evitar el paseíllo en la Audiencia Nacional”, según publica el diario El Español.

El periódico El Español ha nutrido bien la información con la consulta del asunto a varios expertos en el tema. Y descubrimos entre lo ahí publicado que hay quien considera la opción de que los rebrotes del coronavirus pudieran ser utilizados por la empresaria alemana como argumento para hacer su declaración por videoconferencia y evitar así venir a Madrid. Lo cierto es que la especial, o especialísima, situación de la pandemia del coronavirus nos puede llevar a escenarios poco corrientes, en todos los ámbitos. Y también en el ámbito judicial, obviamente. Es fácil llegar a pensar que para Corinna tener que acudir a nuestro país para declarar en la Audiencia Nacional no sería un trago de buen gusto. Eso nos parece seguro o segurísimo. Ahora bien, si realmente la ex amiga entrañable del Rey Juan Carlos puede llegar a tener judicialmente la opción de no venir a España con la excusa del coronavirus, ¿cómo sentaría a los ciudadanos españoles? Estaremos atentos, porque la polémica está servida. Y el caso está próximo, o muy próximo. Sólo hay que esperar que pase el caluroso agosto y que llegue el 8 de septiembre.