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Una investigación con 1000 infectados de coronavirus identifica tres factores de riesgo

Estas condiciones subyacentes hacen que el coronavirus sea más grave, y son sorprendentemente comunes. Los especialistas explican cómo pueden protegerse del covid-19 los pacientes de riesgo

(Foto: STR/AFP/CHINA OUT VIA GETTY IMAGES)
Los médicos observan una imagen de CT de pulmón en un hospital en el condado de Yunmeng, ciudad de Xiaogan, en la provincia central de Hubei en China. (Foto: STR/AFP/CHINA OUT VIA GETTY IMAGES)

La alta presión arterial, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares son tan comunes que todos tenemos a alguien cercano con al menos una de estas enfermedades. También son las "afecciones subyacentes" más asociadas con los casos graves de COVID-19, según los primeros perfiles clínicos de la enfermedad recogidos en un artículo reciente publicado en National Geographic.

Aunque el 80 por ciento de los casos de COVID-19 son leves, varios informes revelan que el coronavirus (ya está mutando en otras cepas) puede poner en peligro a otras personas, además de los ancianos y los enfermos.

La evidencia también muestra que COVID-19 es más mortal en todos los grupos de edad que la influenza estacional o gripe, con tasas de mortalidad de seis a 10 veces más altas para los menores de 50 años. Además, la muerte no es el único peligro ya que, según recoge la publicación, los casos graves de COVID-19 son más comunes entre los adultos jóvenes de lo que piensas.

El coronavirus sobrecarga el corazón, dispara la hipertensión, desequilibra la diabetes y complica los problemas oncológicos. (Foto: Getty)
El coronavirus sobrecarga el corazón, dispara la hipertensión, desequilibra la diabetes y complica los problemas oncológicos. (Foto: Getty)

Los Millennials y la Gen Z tienen la misma probabilidad de contraer el coronavirus que los grupos de mayor edad, según el perfil más grande hasta la fecha en COVID-19; un informe clínico de más de 72.000 pacientes publicado el 21 de febrero por el Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades.

Por tanto, en lugar de fijarnos solo en la edad para determinar quién está más amenazado por COVID-19, los médicos que han participado en estos trabajos dicen que hay que tener en cuenta las condiciones subyacentes comunes y cómo se corresponden con las tasas de mortalidad reportadas por los CDC chinos. Hacerlo puede ofrecer pistas sobre cómo protegerte a ti mismo y a tus seres queridos.

“La tasa de mortalidad por este brote es alta. No deberíamos clasificarlo por joven o senior ", explicó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), durante la sesión informativa del lunes. "No podemos decir que nos importan millones cuando no nos importa un individuo que pueda ser mayor o joven. Cada vida individual importa".

Complicaciones cardiovasculares

El coronavirus ‘desgarra’ los pulmones, pero la afección subyacente más relacionada con los peores resultados de COVID-19 son las patologías del corazón.

Aunque la influencia específica de COVID-19 en el sistema cardiovascular sigue sin estar clara, el Colegio Americano de Cardiología afirma que "hay informes de lesiones cardíacas agudas, arritmias, hipotensión, taquicardia y una alta proporción de enfermedades cardiovasculares concomitantes en individuos infectados, particularmente aquellos que requieren cuidados más intensivos".

Un estudio de 150 pacientes de Wuhan, China, el epicentro del brote de coronavirus, descubrió que los pacientes con enfermedades cardiovasculares tenían un riesgo significativamente mayor de muerte cuando estaban infectados. Esto ocurre porque el corazón y los pulmones están increíblemente interconectados.

Haz la prueba: inhala y exhala rápidamente, y verás que tu pulso aumenta automáticamente su ritmo. Pero si tu corazón ya está débil o tienes las arterias bloqueadas, entonces tu organismo está trabajando más duro que el de una persona normal, y le cuesta más hacer circular sangre y oxígeno por todo el cuerpo.

“Durante su existencia cotidiana, el corazón de estos pacientes tiene problemas para bombear de manera eficiente, agrega una infección respiratoria grave y veremos que pasa. Ese es el punto de inflexión", advierte Erin Michos, cardióloga y directora de Salud Cardiovascular de la Mujer en Johns Hopkins Medicine en Baltimore (Maryland, EE.UU).

(Foto: Getty)
Los pacientes diabéticos mayores tienen más riesgo de insuficiencia cardíaca, si añadimos el coronavirus a estas patologías, el riesgo de mortalidad se dispara. (Foto: Getty)

El fallo cardíaco es otra dolencia en la que el coronavirus refleja lo que sucede con la gripe. La gripe se ha establecido durante mucho tiempo como un propulsor para los ataques cardíacos y las enfermedades cardiovasculares, tanto que algunos médicos se han preguntado si el virus estacional es una causa directa. Un estudio de 2018 publicado en el New England Journal of Medicine encontró que dentro de los siete días posteriores al diagnóstico de gripe, las personas tenían seis veces más probabilidades de sufrir un ataque cardíaco.

"No creo que la gente lo aprecie completamente", dice Michos. "Sabemos que los virus pueden desencadenar un ataque cardíaco o un derrame cerebral". Además, las personas pueden infectarse por más de una enfermedad al mismo tiempo, exacerbando aún más las afecciones cardíacas existentes. En un estudio preliminar de pacientes con coronavirus de Wuhan, el cuatro por ciento de los casos confirmados se infectaron con un segundo virus, principalmente influenza.

"Si su sistema inmunológico ya está debilitado porque está luchando contra un patógeno importante, es mucho más susceptible a contraer una infección secundaria", explica Michos.

Por eso los expertos recomiendan que los pacientes cardíacos tomen precauciones adicionales a medida que crece el brote de coronavirus, que incluye vacunarse contra la gripe y la neumonía bacteriana.

Si hay insuficiencia cardiaca el virus puede producir una congestión (acumulo de líquido) en los pulmones, lo que complicará la respiración y probablemente el curso de la infección respiratoria, aumentando las probabilidades de dificultades, explica Juan Cosín, presidente de la Asociación de Cardiología Clínica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), quien recuerda que “se sabe que la infección por Covid-19, además de sobrecargar el corazón, puede producir un daño directo sobre el músculo cardiaco, lo que conocemos como miocarditis”.

Presión subyacente

Cuando se trata de asuntos del corazón, muchas personas también pueden estar en riesgo de afecciones subyacentes que ni siquiera saben que tienen. Por ejemplo, la presión arterial alta (o hipertensión) contribuye a la aterosclerosis, un proceso mediante el cual las paredes de los vasos sanguíneos de una persona crean placas densas hechas de grasas y fibras de tejido.

Si una de estas placas se erosiona o se rompe, puede bloquear los vasos sanguíneos y provocar un ataque cardíaco o un derrame cerebral. Muchas personas van por la vida sin saber qué tienen placas e hipertensión. Ahí es donde entra en juego la amenaza de infecciones respiratorias como la gripe y el coronavirus.

Estas infecciones pueden crear una "tormenta de sangre" de inflamación que se extiende por todo el cuerpo de una persona. Un estudio temprano de pacientes de Wuhan detectó "miocarditis fulminante", un síndrome inusual que erosiona los músculos del corazón.

Qué hacer si es tu caso o el de un familiar

Pues dado que estamos en medio de la temporada de gripe y la crisis del coronavirus, se recomienda a los pacientes cardíacos y diabéticos que se aseguren de tener suficientes medicamentos regulares y que verifiquen más a menudo que su presión arterial está bajo control.

Cómo actuar si tienes diabetes

La diabetes también puede estimular la aterosclerosis y acelerar la ruptura de la placa, y las personas con la enfermedad también tienen sistemas inmunes relativamente debilitados, lo que los hace más vulnerables a la infección.

Desde Canal Diabetes recomiendan planificar con anticipación qué hacer si contraen el virus, por ejemplo tener los números de teléfono de tu equipo médico y hacerte con la cantidad necesaria de suministros, tanto de medicación (especialmente insulina) como de monitorización de glucemia, para que no tengas que salir en caso de enfermedad.

También debes conocer los posibles ajustes necesarios en tu dieta y medicación. Y ser consciente de que si te contagias del covid-19 puedes presentar un deterioro del control durante los días de enfermedad. Sigue las normas recomendadas ante cualquier situación de estrés para evitar la descompensación de la diabetes, y contacta inmediatamente con el equipo de salud.

Para los asmáticos

Más allá de la salud cardíaca, el brote de coronavirus tiene serias implicaciones para las personas con enfermedades respiratorias crónicas como fibrosis quística, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma o alergias, así como para las personas con daño pulmonar relacionado con el hábito tabáquico.

Y recuerda, incluso los casos leves de resfriado o gripe pueden agravar estas condiciones, lo que aumenta las posibilidades de acabar en el hospital, el sitio en el que ahora más que nunca debes evitar entrar.

Una diferencia importante del COVID-19 con otras enfermedades similares es el largo período de incubación antes de que aparezcan los síntomas, que varía de 2 a 14 días. Otra es que algunos países han tardado hasta seis semanas en implementar pruebas de diagnóstico para la enfermedad de Covid-19. Ambos factores han contribuido a que las personas se hayan infectado, y a su vez contagiado el virus, sin tener conocimiento de su enfermedad.

Y un nuevo estudio, publicado en Lancet, encontró que los pacientes con coronavirus eliminan el virus, un indicador de ser contagioso, entre ocho y 37 días.

Por tanto, “cualquier persona con una enfermedad respiratoria crónica antes de viajar, especialmente en transporte público, debería elaborar un plan de protección, que podría ser tan simple como aumentar las dosis de medicamentos de rutina o tan minucioso como identificar qué hospitales cercanos cuentan con especialistas respiratorios”, cuenta el neumólogo Enid Neptune, del Johns Hopkins Medicine.

El plan también debería contemplar otras medidas como no ir a ciertas fiestas o reuniones donde realmente no se sabe dónde ha estado la gente o cuál es su estado de salud. Y sobre todo, estos pacientes deben buscar asesoramiento profesional. Y no, no estamos siendo alarmistas ya que tal y como apunta el neumólogo, “ahora hay una gran cantidad de información errónea en el ámbito público y hay mucho que aún no sabemos sobre el virus, este es el momento de utilizar tus contactos médicos".

Los que tengan o hayan tenido cáncer

Las personas que reciben tratamiento intensivo para la leucemia o el linfoma, y ​​las que reciben trasplantes de médula ósea, se encuentran entre las más propensas a contraer neumonías, incluidas las versiones virales. Esto se debe a que sus sistemas inmunes a menudo se ven comprometidos como resultado de sus tumores o debido a los tratamientos que reciben.

Así lo advierte el Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), que destaca la "especial vulnerabilidad" de las personas con tumores de pulmón y bronquios ante el coronavirus Covid-19, ya que "afecta a las vías respiratorias, pudiendo causar neumonía y dificultad respiratoria aguda".

Por su parte, Álvaro Rodríguez-Lescure, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica cuenta a La Razón que “la inmunosupresión asociada a algunos tratamientos como la cirugía o la quimioterapia contribuyen a esa mayor susceptibilidad y riesgo de complicaciones de carácter respiratorio, pero también se han descrito con alta frecuencia fallos multiorgánicos que aumentan la probabilidad de tener que recurrir al uso de cuidados intensivos”.

Por eso es importante limitar la exposición de estos pacientes de riesgo al contagio en el ámbito hospitalario, haciendo uso de las teleconsultas siempre que sea posible. Además, aconsejan a estos pacientes aplazar las revisiones rutinarias siempre que no sea estrictamente necesario para evitar exposiciones o colapso del sistema. Para el día a día de los pacientes, desde el GECP se propone limitar al máximo las salidas al exterior de sus domicilios, así como extremar las medidas de higiene y lavado de manos.

En cualquier caso, no hay que ser tan pesimistas. El GECP recuerda que ya existen casos reportados por especialistas chinos de pacientes con cáncer de pulmón y coronavirus que han superado la enfermedad de forma satisfactoria.

Y tal y como apunta el presidente de SEOM, “el virus no parece empeorar la propia patología tumoral en sí misma, si bien es cierto que implica un mayor riesgo de complicaciones asociadas”.

Lo mismo ocurre con los pacientes que han recibido tratamiento contra el cáncer en el pasado “porque pueden estar inmunológicamente comprometidos a pesar de haberse recuperado", señala J. Leonard Lichtenfeld, subdirector médico de la Sociedad Estadounidense del Cáncer en Atlanta.

Estos pacientes con cáncer a veces están tan comprometidos que no pueden vacunarse y deben confiar en la protección que brinda la inmunización en toda la comunidad. Por ahora, la única intervención para ellos es el distanciamiento social y mejores prácticas de higiene para sus familiares y trabajadores de la salud. Y por supuesto, deben seguir las mismas reglas que las personas que no tienen cáncer, según apunta la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO).

“Estamos juntos en esto, y todos debemos tomar las medidas adecuadas para protegernos y proteger a quienes amamos", concluye el experto.

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