Fatiga crónica: posible efecto secundario post coronavirus

Nuevas evidencias sugieren que la fatiga crónica podría ser un efecto secundario que padecen los sobrevivientes del coronavirus.

Una investigación preliminar sugiere que la infección es leve en cuatro de cada cinco casos y que la mayoría se recupera por completo.

Sin embargo, ahora parece que un pequeño número de sobrevivientes sufren complicaciones persistentes luego de que el virus ha sido eliminado del cuerpo, lo que se conoce como síndrome pos-COVID.

Los pacientes de coronavirus han informado agotamiento y fatiga extrema tras superar la infección (Foto: Getty Images).
Los pacientes de coronavirus han informado agotamiento y fatiga extrema tras superar la infección (Foto: Getty Images).

El doctor Anthony Faucy, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, dice que un número “extraordinario” de sobrevivientes han desarrollado síntomas “sorprendentemente similares” a los del síndrome de fatiga crónica.

“Es extraordinario cuánta gente tiene un síndrome posvírico sorprendentemente similar a la encefalomielitis miálgica o síndrome de fatiga crónica”, le explicó el doctor Fauci a Medscape.

Una encuesta oficial realizada a 292 personas que han superado la infección señala que más de un tercio de las personas (35 %) sentían que les faltaba energía dos o tres semanas después de haber dado positivo.

Coincide con lo informado por el actor Tom Hanks, de 63 años, quien se quejaba de sentirse “muy cansado todo el tiempo” cuando él y su esposa Rita Wilson contrajeron el virus mientras rodaban una película en Australia en marzo.

Dos semanas después, el actor ganador del Oscar y su mujer se habían recuperado por completo.

‘Sorprendentemente similar’ al síndrome de fatiga crónica

Un número ‘extraordinario’ de personas que superaron el coronavirus parece haber desarrollado fatiga crónica (Foto: Getty Images).
Un número ‘extraordinario’ de personas que superaron el coronavirus parece haber desarrollado fatiga crónica (Foto: Getty Images).

El síndrome de fatiga crónica, también conocido como encefalomielitis miálgica, suele dejar a los pacientes muy cansados y en un mal estado general de salud.

En los casos graves, puede que un paciente no pueda realizar sus actividades diarias, lo que podría afectar a su salud mental.

Desde 2018, se estima que el síndrome de fatiga crónica ha afectado a 250 000 australianos. De este número, el 25 % (62 500 personas) son casos graves o muy graves y se cree que están confinados en casa o guardando reposo en cama.

En 2015 en Estados Unidos, se cree que entre 836 000 y 2,5 millones de estadounidenses pasaron la enfermedad, aunque la mayoría no fueron diagnosticados.

¿Qué es el síndrome de fatiga crónica?

Aunque no está claro qué causa exactamente la fatiga crónica, puede deberse a infecciones víricas como la mononucleosis infecciosa.

La mayoría de los pacientes mejoran con el tiempo, si bien muchos nunca se recuperan por completo.

Teóricamente la fatiga posvírica —es decir, sentirse cansado—puede producirse tras superar cualquier tipo de virus.

“Incluso luego de eliminar el virus, existen síntomas posvíricos”, dijo el doctor Fauci.

“Lo sé, porque sigo por teléfono a muchas personas que me llaman y me cuentan cómo progresan”.

“Es extraordinario que mucha gente tenga un síndrome posvírico que es sorprendentemente similar a la encefalomielitis miálgica o síndrome de fatiga crónica”.

Se cree que la fatiga crónica afecta a un cuarto de millón de australianos (Foto: Getty images).
Se cree que la fatiga crónica afecta a un cuarto de millón de australianos (Foto: Getty images).

De los 292 sobrevivientes encuestados por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), 274 desarrollaron al menos un síntoma similar mientras estaban infectados.

Al ser entrevistados dos o tres semanas después de dar positivo, estos pacientes informaron siete de los 17 síntomas determinados por los CDC. El 35 % señalaron que tenían fatiga y que esta no había remitido.

El Departamento de Salud enumera los síntomas primarios del virus: fiebre, tos, dolor de garganta y dificultad para respirar.

La definición de Estados Unidos es considerablemente más amplia, e incluye síntomas menos comunes como dolor de cabeza, mocos y náuseas o diarrea.

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La investigación ha sugerido que los sobrevivientes de coronavirus pueden tardar algún tiempo en recuperarse por completo.

De acuerdo al gobierno del Reino Unido, la tos o la pérdida del olfato o el gusto, síntomas que pueden ser un indicio de la infección, pueden “durar varias semanas luego de que haya remitido la infección”.

Según el análisis de datos preliminares de China generados por la Organización Mundial de la Salud, también parece que los casos leves pueden resolverse en un par de semanas, mientras que los casos graves pueden extenderse durante hasta seis semanas.

La investigación ha sugerido que en las personas que desarrollan fatiga crónica esto se da como una activación del sistema inmunológico en respuesta al virus, lo cual conduce a una inflamación causante de la fatiga.

Los hallazgos muestran que los pacientes que desarrollan fatiga crónica tienen niveles elevados de dos moléculas, llamadas interleukin-6 e interleukin-10, que provocan la inflamación.

La presencia de estas también es más alta de lo normal en pacientes gravemente enfermos por coronavirus.

La doctora Frances Williams del King’s College de Londres escribió en The Conversation que eso sugiere que la activación del sistema inmunológico puede provocar la inflamación que conduce a la fatiga.

Se ha pedido investigar más sobre el llamado síndrome del pos-COVID. Algunos científicos se preguntan si es una infección en sí misma.

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Penny Burfitt