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Coronavirus: murió el gran saxofonista Lee Konitz, a lo 92 años

Lee Konitz, uno de los grandes nombres de la historia del jazz, murió ayer en el hospital Lenox Hill de Nueva York a causa de una neumonía derivada de coronavirus. Tenía 92 años.

Puede haber varios adjetivos para definir a este gran saxofonista alto. Tal vez habría que empezar por decir que le llevó un tiempo llegar a ese instrumento (primero fue el clarinete, luego el saxo tenor, recién después el alto) pero cuando lo adoptó como fiel compañero logró construir su personalidad, que se corrió de la inmensa sombra que había dejado Charlie Parker, en la era del bebop, para desarrollar su carrera. Durante casi siete décadas de trayectoria, se convirtió en una figura de referencia del cool jazz, pulió un estilo, dejó una vasta discografía y atravesó varias de las etapas del jazz, desde la tradición hasta la renovación.

Prueba de esto son desde sus grabaciones con figuras como Miles Davis, Charles Mingus y Lennie Tristano a las generaciones más actuales, como la que encabezó el pianista Brad Mehldau.

Konitz había nacido en Chicago, el 13 de octubre de 1927. Para 1945 trabajaba como músico profesional y un par de años después se ganaba la vida tocando en bares con quien sería uno de sus grandes socios e influencias, Lennie Tristano. Para 1948 ya estaba en el selecto grupo que asistía a la usina musical que fue Miles Davis. Con él registró un par de discos. Para aquel tiempo ya comenzaba su extenso catálogo discográfico personal. Entre 1949 y 1950 registró Subconscious-Lee, su debut, con diferentes músicos, en diferentes sesiones, y una mayoría de temas propios. Recién se editó como LP en 1955. También trabajó con Stan Kenton, los mencionados Mingus y Tristano, Dave Brubeck, Ornette Coleman Gerry Mulligan y muchos más. Tocó con orquestas, encabezó tríos con diferentes acompañantes y hasta se dio el gusto de grabar un disco de duetos, en 1967, donde demostró su versatilidad para el diálogo (su capacidad como improvisador ya estaba probada. En ese disco "conversó" con Joe Henderson (saxo tenor), Jim Hall (guitarra), Marshall Brown (trombón), Karl Berger (vibráfono), Eddie Gómez (contrabajo) y Elvin Jones (batería), entre otros.

Su paso, fugaz, por la Argentina fue en 2001, con 73 años y una gira de seis conciertos programados. También tuvo tiempo para conversar con LA NACION, hablar de sus influencias, preguntar por los artistas argentinos ("Allí debe haber buenos músicos, ¿no? Esa zona es muy rítmica, ¿o me equivoco?") y dejar una entrañable definición de su trabajo con Lennie Tristano.

"En mis comienzos mis influencias fueron las big bands que escuchaba en la radio. Así fue como decidí que quería un clarinete. ¿Sabía que comencé tocando el clarinete? Mis mayores influencias fueron Benny Goodman y el saxo alto Johnny Hodges, los dos líderes musicales del momento. No puedo dejar de mencionar a Lennie Tristano, que me abrió muchas puertas, pero su influencia fue posterior a los que ya le mencioné. Lo que hacíamos con él se trataba de una música muy personal y difícil. A la gente le interesaba mucho lo que hacíamos, pero teníamos un problema: no podíamos llevar lo que hacíamos muy lejos porque Lennie era ciego y en esos tiempos era difícil viajar si contabas con esa incapacidad. Pero no viajar le dio una satisfacción. Lennie era muy buen profesor, y no poder movilizarse nos dio una gran oportunidad, pues le permitió enseñar."