Yahoo Estilo Coronavirus y Supervivientes: por qué no deberían contarles nada a los concursantes
El mundo está sumido en una crisis absoluta por la propagación del Coronavirus. Ciudades cerradas, millones de personas encerradas en sus casas, empresas paradas, miles de enfermos alrededor del mundo y miles de noticias que nos informan casi minuto a minuto de los avances que se están produciendo sobre el virus. Pero en Honduras, los concursantes de Supervivientes permanecen ajenos a toda esta trágica situación y no tienen ni idea de nada, absolutamente de nada, de lo que está sucediendo a nivel global y concretamente en España. ¿Deberían explicarle lo que está pasando en alguna de las galas?
El pasado domingo, Jordi González comenzaba el Debate explicando que la organización había decidido comunicar a los supervivientes todo lo que estaba sucediendo en España. "La situación de los supervivientes es diferente, viven aislados en una burbuja, pero estamos en la obligación de contarles lo que está pasando en España y en medio mundo. Hay una cuestión ética ante algo tan importante, hay compañeros profesionales que creen que es mejor decírselo y otros que creemos que no, porque es añadir estrés”, comentaba el presentador. Según avanzaba el programa, Jordi debatía con los familiares de algunos de los concursantes si estaban de acuerdo con contar a los integrantes de Supervivientes una parte de lo que aquí estamos viviendo.
Antonio David Flores era rotundo y decía que no quería añadir más ansiedad a los ya duros días que están viviendo los concursantes de este año con unas condiciones climatológicas muy adversas. "Como padre de Rocío tengo dudas porque no estoy muy de acuerdo en plantear a los concursantes el motivo del coronavirus y exponérselo, porque claramente ellos están allí, están aislados, y decírselo podría llegar a ser una preocupación y un motivo para desestabilizarlos”.
Otras como Maite Galdeano, madre de Cristian Suescun, le llevaban la contraria añadiendo que si se les explica bien la situación ellos sabrán reaccionar de manera madura y adulta, aunque al final ella también concluyó que prefería que no se lo contaran. A esta opinión se sumó Christopher, el novio de Fani. "Es meterles una preocupación innecesaria. Es mejor que cuando lleguen aquí sepan la noticia".
Otros como Ivonne Reyes o la prima de Ivana Icardi se mostraban partidarios de comunicárselo sin duda alguna. “Desde que la OMS declara que es una pandemia creo que es responsable comunicárselo. Entiendo que se van a preocupar, pero nos están dando la herramienta para decirles que todo está bien", decía. Incluso Violeta, exconcursante, se lo planteaba y comentaba que si le hubiera sucedido a ella el año pasado en Supervivientes 2019 ella hubiera preferido saberlo y que su familia le mandara un mensaje tranquilizador.
Finalmente, al menos por el momento, la organización parece haber tomado la decisión de no comunicarles nada acerca del Coronavirus. Habrá que esperar a este jueves a la gala con Jorge Javier Vázquez. Pero, ¿no deberían hacerlo? ¿Qué sucederá cuando los eliminados vayan saliendo y algunos quizá no puedan regresar a Madrid ya que se están cerrando las fronteras con nuestro país?
¿O qué pensarán los concursantes cuando este año empiecen a no tener visitas de sus familiares como siempre se ha hecho durante el concurso? Es una decisión sin duda muy difícil para la cadena, ya que supone cambiar el ritmo de un programa de entretenimiento cuya finalidad, y más en estos días, es la de divertir y que la gente en sus casas pueda desconectar de lo que estamos viviendo.
La gran duda aparece cuando nos ponemos a pensar en las circunstancias en las que están los participantes de Supervivientes, unas circunstancias que escapan al común de los mortales ahora mismo. Aislados, en una isla perdida de la mano de Dios, sin televisión, sin conexión a internet, sin un teléfono con el que llamar a sus familiares para asegurarse de que todo marcha bien... Una situación nada fácil para lidiar con una crisis tan terrible como la del Coronavirus.
Y es que, ¿se imaginan ustedes encerrados estos días en sus casas sin poder saber casi al minuto todo lo que está sucediendo, qué medidas se están tomando, o sin poder contactar con sus seres queridos para cerciorarse de que están sanos y salvos? Obviamente y como aseguran algunos psicólogos, la ansiedad y el miedo se podrían apoderar de los concursantes del reality más extremo, que además ya están sometidos a un alto nivel de estrés por el hambre, la falta de higiene y la soledad que están experimentando. Es más que correcto que no les cuenten nada para no añadir un sufrimiento extra a su modo de vida durante estos meses.
Nunca en la historia del programa se ha introducido información del exterior salvo en casos muy graves y excepcionales como cuando la madre de Carmen Lomana tuvo que ser ingresada. Incluso todos recordamos cuando Rosa Benito estaba en Honduras y su cuñado José Ortega Cano tuvo que estar en la UCI durante varios días tras un accidente de tráfico en el que además fallecía otra persona. No se le contó nada. Tan solo Aída Nízar, que fue además muy criticada por los espectadores y por el propio presentador, le insinuó algo a la que luego sería ganadora de Supervivientes y de una forma muy sibilina para tratar de desestabilizarle.
Sabemos que esto es algo muy muy gordo, muy muy grave y además que es global, pero ¿no sería poner en una situación mental a los concursantes extremadamente complicada? Allí no tienen nada que hacer en todo el día, cuentan con muchas horas muertas y con noches eternas sin poder pegar el ojo por la lluvia o las tormentas, ¿se imaginan ustedes dándole vueltas a lo que está pasando en España sin tener más que la información que les haya facilitado Jorge Javier en un momento dado? Algunos seguro que son maduros y tienen una mente más fría y serena, pero otros, más sensibles e incluso más jóvenes y que nunca se hayan enfrentado a algo así, pueden sufrir, y mucho. Sin duda, un riesgo que no sería necesario correr, ya que con explicarles bien todo y con ayuda de psicólogos al salir, podría ser suficiente.
Además, entre los familiares no hay acuerdo y, aunque esto seguramente será una decisión que tiene que tomar la cadena en sus más altas estancias, y si ellos no están de acuerdo, no sería tampoco aconsejable decírselo. ¿Qué pasaría si, por ejemplo, a uno de los concursantes le da un ataque de pánico o de ansiedad y su familiar había pedido que no se le dijera nada? ¿Cómo quedaría el programa, la productora y la propia cadena?
No sabemos cómo terminará esta situación, pero quizá, por el momento, lo más sensato sería que los concursantes de Supervivientes 2020 siguieran con su vida en los Cayos Cochinos, ajenos a todo el dolor y la ansiedad que está provocando un virus a nivel global pero que a ellos, por el momento, no les afecta.
