Cosas para hacer antes de ser papá

Como ya todos sabemos, la llegada de un bebé implica una serie de cambios. Controles prenatales, comunicarlo al jefe, decidir el nombre así cómo seleccionar el hospital para su nacimiento… Atrás quedaron aquellos tiempos en los que el padre aguardaba la llegada de su heredero desde el otro lado de la puerta mientras fumaba un cigarrillo tras otro y caminaba como tigre enjaulado. Antes, el parto era asunto absolutamente femenino y los hombres no tenían cabida en ese ritual.

Debería existir un entrenamiento para ser papá y mamá. La mujer debe prepararse tanto física como emocionalmente para el parto. Es indiscutible que la pareja y el ginecólogo/obstetra son las dos personas más importantes durante su embarazo.

Encontrar la manera de lidiar con las vicisitudes, es un desafío que es preciso anticipar para afrontar con sabiduría la llegada del bebé. Convertirse en un padre —ya sea esta la primera experiencia o la repetición de una anterior— es una práctica que trae al mismo tiempo alegría y estrés. Tener un hijo es cosa de dos, pero tanto en la concepción como en lo que se avecina, los hombres tenemos un papel esencial. La paternidad es un nuevo estado que debería asumirse aún antes de concebir y por supuesto durante el período gestacional.

Cuando una mujer se queda embarazada empieza a investigar sobre la maternidad, realizando una preparación para su nueva vida. Se sumerge en internet y monitorea todos los cambios que se están produciendo en su cuerpo y anticipa los que vendrán. En muchos centros médicos se ofrecen cursos de preparación para la maternidad, el parto, el cuidado del bebé o la lactancia. Pero, ¿y lo hombres? ¿es que los varones no necesitamos una preparación para la paternidad? ¿Lo sabemos todo o no nos interesa saber nada?

Es en estas situaciones donde debe entrar a tallar nuestra capacidad de organización; debemos ser capaces de darle a nuestro hijo o hija una vida saludable y plena inclusive desde antes de su nacimiento. Será una buena manera de asegurarnos de disfrutarlo plenamente desde el momento que en que asoma su cabecita a este mundo lleno de luz.

Revisa las condiciones de tu seguro de salud y plan médico contratado, si lo tuvieras. Asegúrate que cubra las consultas prenatales al ginecólogo de tu esposa y el parto en sí, sea por método natural o cesárea (nunca se sabe). Si no lo cubriera, prevé el cambio de plan.

Cualquier enfermedad que pueda ser tratada con células madre debería tenerse en cuenta en las acciones a desarrollar en la estrategia preparto. Hacer los arreglos necesarios para la conservación del cordón umbilical de tu hijo no es algo para soslayar. Usualmente hay un costo inicial relativamente alto para el primer año y un cargo anual mucho más pequeño para los siguientes.

Haz que tu mujer coma y duerma bien. Acompáñala a los chequeos y controles. Ayúdala con las preguntas e inquietudes, que seguramente serán las tuyas también. Si va a ser necesario, comienza a averiguar sobre cuidadoras, niñeras y guarderías. Hay mucho por hacer, no creas que todo es esperar las contracciones.

No somos meros espectadores sino hombres involucrados en el proceso, apoyando a la madre y siendo partícipes activos y presentes de uno de los momentos más especiales de la vida. El hombre no comienza a ejercer de padre cuando nace el bebé, sino desde que la pareja se entera que están esperando un retoño. Lo primero será constituirse en el aliado emocional de la embarazada y el sostén afectivo en esta dulce espera. También ser su guía en los cambios físicos, dolencias e inseguridades frente al reto que la maternidad le impone, será misión indelegable.

Para facilitar esta etapa, siempre que sea posible, es conveniente que el hombre tome su permiso de paternidad e incluso se guarde unas vacaciones para esa época.

El bebé es la prioridad. El nuevo papá debe saber que un recién nacido deja menos tiempo para el amor. Tener un bebé significa compartir la atención de la pareja con un tercero. De tal modo que la actividad sexual se reducirá drásticamente.

Como conclusión, existen muchas pautas que nosotros mismos podemos proyectar, van a ser de mucha ayuda para prepararnos a fondo para la paternidad. Seguramente valdrá la pena. Un nuevo modelo de padre se está imponiendo y significa estar comprometido con la crianza de los hijos desde el primer día. E incluso antes.