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Sin Cristina Kirchner en carrera, el peronismo abre un debate sobre las candidaturas para 2023

Sergio Massa, Alberto Fernández y Cristina Kirchner, los socios del Frente de Todos
Sergio Massa, Alberto Fernández y Cristina Kirchner, los socios del Frente de Todos - Créditos: @HO

“Es muy pronto todavía. Hay que esperar”, se consolaban desde una terminal kirchnerista, con tristeza apenas contenida por las definiciones de la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien sin previo aviso anunció ayer públicamente que no será “candidata a nada” en 2023, como respuesta a su condena en la denominada causa de Vialidad.

Entre la perplejidad de los leales a la vicepresidenta y la decisión de otros actores del Frente de Todos de “mirar hacia adelante”, el oficialismo ya comenzó el debate interno por las aún incipientes candidaturas presidenciales de 2023. Un discusión interna que incluye no sólo la elección del nombre del postulante a suceder al presidente Alberto Fernández, sino la implementación de políticas “para la gente” para levantar la imagen del Gobierno ante una coyuntura electoral que, a nueve meses de las PASO, asoma cuesta arriba.

Es solo la primera condena

“El enojo de Cristina expone sin tapujos sus temores, límites políticos y temporales. Su definición aceleró los tiempos”, afirmaron a LA NACION desde los movimientos sociales más cercanos al Presidente. Los movimientos sociales coincidieron con La Cámpora y otros sectores en no movilizarse en señal de protesta por el fallo del Tribunal Oral Federal que condenó a la expresidenta a seis años de prisión efectiva e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.

Con el eventual “paso al costado” de Cristina, que desde grupos fieles a la vicepresidenta confían en revertir, distintos sectores ya piensan en “medidas concretas” para cambiar el clima. Surge así la figura del ministro de Economía, Sergio Massa. “La respuesta tiene que ser política, más que protestar tenemos que conformar una propuesta que represente y movilice”, afirmaron desde el despacho de un ministro clave. Una eventual baja de la inflación, aumento del consumo y menos peleas internas harían subir las acciones de Massa, conjeturaron en un despacho oficial. “Y también las de Alberto Fernández, ¿por qué no?”, contestó otra fuente que no archiva todavía el deseo del Presidente por competir por un nuevo mandato.

“Hay tiempo para otras jugadas que hoy no tienen nombre. ¿Por qué el dispositivo político-productivo de la zona núcleo no va a aspirar a impulsar una coalición sostenida por el consenso, trabajo y desarrollo?”, señaló otro dirigente social cercano al Presidente, que no descarta a Fernández o Massa (sobre todo este último) como eventuales postulantes.

Las dudas y los desacuerdos alcanzan a otros sectores del Frente de Todos. Si bien la CGT calificó en un comunicado de “vergonzoso” el veredicto que condenó a Cristina Kirchner, hubo silencio de la corporación sindical sobre la decisión de la vicepresidenta de no ser candidata en 2023. La determinación divide aguas en la central obrera peronista: el sector mayoritario, encarnado en “los Gordos” (grandes gremios de servicios) y los “independientes (UPCN, Uocra y AySA), ya había decidido jugar políticamente por otro carril que el kirchnerismo mientras que un grupo más reducido, identificado con Pablo Moyano, impulsaba un operativo clamor para que compita Cristina. “Esperaremos a cómo se acomoda el peronismo, pero insistimos en que debe haber lugar para el movimiento obrero. Hasta ahora, fuimos relegados”, se quejó un jerárquico cegetista que es crítico de La Cámpora.

Los gobernadores peronistas, y más allá del comunicado conjunto en el que denuncian “proscripción” contra la expresidenta, apuestan a cuidar sus territorios (la mayoría de ellos ya ordenó su calendario electoral) mientras valoran a Massa y Fernández. Otros mandatarios no descartan a Juan Manzur, el jefe de gabinete que pretende iniciar su campaña presidencial el 15 de mayo, un día después de-espera-ganar las elecciones en Tucumán como compañero de fórmula del gobernador Osvaldo Jaldo.

Desde el cristinismo aparece, recurrente, el nombre del ministro del Interior, Eduardo de Pedro, quien desde hace tiempo construye un perfil propio, con lazos empresariales, políticos y gremiales. Nadie de su entorno confirma sus intenciones, aunque el titular de la cartera política hace “todo lo que haría un candidato”, según bromearon cerca suyo.

“Sergio, Alberto y Cristina están de acuerdo en que hay que conectar con la gente, ser útiles y eficaces. La definición de la candidatura viene después”, reflexionó un ministro importante de la gestión, el día posterior al “paso al costado” de la vicepresidenta.