¿Cuáles son los motivos y los riesgos de la barriga cervecera?
Una cerveza normal contiene alrededor de 150 calorías por lata, entre 30 y 50 más que una copa de vino. La mayoría de estas calorías provienen del alcohol y tienden a acumularse en nuestras barrigas si no nos movemos lo suficiente como para quemarlas.
Pero la cerveza no es el único motivo por el que la zona abdominal de las personas tiende a ensancharse sino que los hábitos alimentarios también tienen mucho que ver. Llevar una mala alimentación o ser un consumidor habitual de comida basura no ayuda a rebajar la grasa abdominal, más bien al contrario.
Por lo tanto, el nombre que se le da a la barriga cervecera no está motivado tanto por el consumo de esta bebida como por la gran cantidad de calorías que contiene.
La genética y las hormonas también tienen su parte de culpa. A partir de los 35 años, el metabolismo va más lento. En el caso de los hombres, toda esa grasa extra tiende a acumularse en la tripa, es la llamada ‘grasa visceral’, que también se encuentra alrededor de los órganos.
Toda esta materia grasa acumulada libera hormonas que pueden alterar nuestra función normal, lo que puede ocasionarnos problemas como la diabetes tipo 2, enfermedades coronarias o, en casos extremos, cáncer.
Por otro lado, las bebidas alcohólicas y, en especial, la cerveza contiene altos niveles de carbohidratos procesados, lo que pueden variar nuestros niveles de insulina.
Así que llevar una buena alimentación, eliminar el consumo de grasas, de bebidas alcohólicas y hacer ejercicio pueden ser nuestras mejores armas para combatir la mal llamada barriga cervecera.
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