Cómo congelar (y descongelar) bien el pan para que esté tan crujiente y sabroso como el primer día

En pleno pico de contagios hay que restringir las escapadas al súper o la panadería. Saber qué alimentos se pueden congelar (el pan está incluido en la lista) y cuáles no te ayudará a escoger mejor la próxima vez que tengas que hacer la compra. Si lo haces así se mantendrá fresco y tierno

En el plástico el plan no 'respira'. Solo la bollería puede conservarse en plástico, ya que las grasas y el azúcar harán que se conserve más tiempo. Lo más recomendable para guardar el pan a temperatura ambiente es hacerlo en un paño, papel de cocina o en una bolsa de tela. (Foto: Getty)
En el plástico el plan no 'respira'. Solo la bollería puede conservarse en plástico, ya que las grasas y el azúcar harán que se conserve más tiempo. Lo más recomendable para guardar el pan a temperatura ambiente es hacerlo en un paño, papel de cocina o en una bolsa de tela. (Foto: Getty)

A pesar del confinamiento mucha gente se resiste a comer sin el alimento básico por excelencia, el pan. Pero el de toda la vida, la pistola, no el tostado ni el de molde. Por eso todavía hay muchas personas que acuden a diario a las panaderías, uno de los pocos establecimientos que mantiene sus puertas abiertas.

Sin embargo, este producto básico se puede congelar sin ningún problema. Lo que te permitirá espaciar más la salidas y exponerte menos. Dada la situación, quizás no sería mala idea que la próxima vez que vayas a la panadería intentes comprar varias barras de pan para congelarlas e ir tomándolas en los días sucesivos. Lo adecuado es hacerlo en rebanadas, para ir sacando la cantidad que necesites, y dentro de una bolsa hermética para evitar olores. Te lo explicamos a continuación con más detalle.

Sliced freshly baked bread on on cutting board. Kitchen utensils, organic food
Sliced freshly baked bread on on cutting board. Kitchen utensils, organic food

Escoge un pan de calidad

Las harinas usadas en su elaboración y el tipo de fermentación influyen mucho en el tiempo de conservación. De hecho, la conservación del pan depende casi exclusivamente de la humedad, que se concentra en su mayoría en la miga. Por eso, los panes que contienen más miga son los que más tiempo duran.

“Hay que buscar panes bien elaborados, con masa madre y largas fermentaciones”, explica Ibán Yarza, especialista en la materia, divulgador y autor de libros como ‘Pan de Pueblo’.

Por ejemplo, el de centeno aguanta mucho más que los panes alveolados (con mucho aire en la miga, como la chapata); estos suelen estropearse antes que otros de miga más densa. “Un pan de centeno durará más, porque por su propia naturaleza, este cereal hace que la miga esté más húmeda”, comenta este experto en masas. Así que fíjate en el cereal con el que está hecho el pan.

por cierto, la forma idónea de conservar el pan fresco durante el día es guardarlo en una bolsa de tela, ya que le permite respirar, con lo que no se ablanda demasiado ni pierde su textura.

Se congela fresco

“Muchos de los panes actuales son de media cocción, tipo baguette, y si no se congelan rápidamente se endurecen antes de ponerlos en el refrigerador”, apunta a bióloga Alicia Aguilar, profesora de Ciencias de la Salud de la UOC (Universitat Oberta de Cataluña) e investigadora del grupo FoodLab.

Por eso la experta recomienda congelarlo fresco y recién comprado. Pero cuando esté frío. Al llegar a casa con el pan recién horneado y aún caliente, hay que dejarlo enfriar completamente antes de meterlo en una bolsa. De lo contrario, el calor podría humedecer la corteza, dejando como resultado un poco apetecible pan blando.

Lo mejor es separar lo que vayas a comer en el día, y preparar el resto para congelarlo. Si esperas a la noche o al día siguiente y lo congelas duro, tras descongelarlo estará igual de tieso y no habrá forma de recuperarlo.

Un pan artesano de calidad puede durar varios días en condiciones óptimas. (Foto: Getty)
Un pan artesano de calidad puede durar varios días en condiciones óptimas. (Foto: Getty)

Divide y vencerás

En lugar de guardar la pieza entera en el congelador, debes empaquetar el pan en porciones individuales para ir sacando rebanadas en función de las necesidades de cada día.

Con esto te aseguras de que no se rompe la cadena del frío y de que se mantenga en condiciones óptimas. Y si colocas papel de cocina o de horno entre cada porción evitarás que se peguen entre ellas.

¿En papel de aluminio o de plástico?

Aunque las bolsas de plástico favorecen la aparición de moho y reblandecen el pan en exceso, a la hora de congelarlo lo ideal es usar una bolsa hermética (de esas que llevan una especie de cremallera). De esta forma podrás aislar el pan de otros alimentos que guardes en el congelador para evitar que se se impregne de aromas o sabores. También puedes usar papel aluminio, pero es más fácil que se te llene el congelador de migas de pan.

Anota la fecha de congelación

Es un pequeño detalle pero tiene más importancia de la que crees. No corras tanto y coloca una etiqueta encima de cada rebanada especificando la clase de pan que está en el paquete y la fecha en que lo congelaste. Así podrás llevar la cuenta y consumir el que lleve más tiempo congelado. Con este método reduces las opciones de que la escarcha que se genera en el frigorífico caiga en las rebanadas de pan.

Al sacarlo

Presta especial atención a los cambios bruscos de temperatura. Si vas a necesitar el pan para comer o cenar, sácalo con antelación del congelador. Con un par de horas antes de consumirlo bastará. Puedes dejarlo al aire para que se vaya ‘aclimatando’ o envolverlo en un trapo durante varias horas.

Dale un golpe de calor

Una vez descongelado lo suyo es calentarlo para darle ese puntito crujiente tan rico. Tienes tres opciones (en teoría) porque solo la primera es la adecuada.

  1. En el horno: coloca la pieza o las rebanadas que necesites sobre la rejilla, y debajo, un recipiente con agua que garantice el suficiente nivel de humedad. Déjalo unos cinco minutos a temperatura media.

  2. En la tostadora: si tienes prisa esta es la segunda opción.

  3. En el microondas: por la gloria de tu madre, ¡no lo hagas! A menos que te guste blando y chicloso.

Eso sí, una vez ‘tostado’, conviene consumirlo de inmediato par que no se endurezca, y porque se pone rancio rápidamente.

¿Cuánto dura el pan congelado?

Si te animas a seguir estos consejos, te recordamos que el pan congelado aguanta un máximo de tres meses en el congelador, aunque lo suyo es que no esté más de cuatro semanas. Pasado ese plazo, comprobarás que va perdiendo sus cualidades.

Más historias que pueden interesarte:

12 trucos para evitar la contaminación cruzada si eres un Sin Sin

¿Tomas tres raciones diarias de cereales integrales?

Insólito pero demostrado: Mojar (el pan) es bueno para el colesterol