Cuba pide ayuda a Rusia para reformas de mercado; Putin busca más comercio con la isla

Después de muchas dudas sobre cómo manejar las pequeñas y medianas empresas privadas que autorizó en 2021, el gobierno cubano ahora recurre a Rusia para que lo ayude con las reformas de mercado en la isla a través de una asociación con un grupo de expertos ruso encabezado por el oligarca sancionado Oleg Deripaska, en un momento en que ambos países prometen llevar la relación a “otro nivel”.

La creación de un “Centro para la Transformación Económica,” en asociación con el Instituto Stolypin para la Economía del Crecimiento, se produjo durante una reunión entre el líder cubano Miguel Díaz-Canel y una delegación de funcionarios y empresarios rusos en La Habana la semana pasada.

El jefe de la delegación, el político ruso y propietario de una empresa de champán, Boris Titov, dijo a los medios de comunicación rusos Interfax y Sputnik que el instituto, bajo el control de Deripaska como presidente del Consejo de Supervisión, ayudará a Cuba a llevar a cabo reformas económicas que involucran al sector privado. Deripaska fue sancionado en abril de 2018 como parte de la respuesta de Estados Unidos a la anexión de Crimea, Ucrania, por parte del gobierno ruso. Fue acusado en septiembre pasado de violar esas sanciones.

Titov, cuyo título oficial es Comisionado para los Derechos de los Empresarios, dijo que la ayuda que Rusia podría brindar a través del nuevo centro incluye compartir experiencia tecnológica.

“Rusia tiene experiencia en la creación de sistemas digitales para empresas. Nuestra tarea es compartir con nuestros amigos cubanos las tecnologías digitales aplicadas con éxito en Rusia”, dijo.

Titov también le dijo a la agencia de noticias rusa Tass que su gobierno tiene la intención de expandir el comercio con la isla y ha propuesto abrir una “casa comercial” rusa en La Habana en asociación con Cimex, una empresa del gobierno cubano que forma parte del conglomerado militar GAESA. Tanto Cimex como GAESA han sido sanciones por Estados Unidos.

“La parte rusa ahora está trabajando muy duro para llevar nuestras relaciones económicas [con Cuba] a un nuevo nivel”, Titov dijo.

“Nuestra propuesta es crear una casa comercial rusa aquí, en La Habana, con la participación de Cimex, que se convertiría en el único importador mayorista de productos y determinaría de manera independiente los precios en el mercado minorista. En los próximos días, esperamos una reacción del gobierno cubano”, dijo Titov.

Tass informó que el viceprimer ministro y ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera de Cuba, Rodrigo Malmierca, prometió el apoyo del gobierno a la propuesta.

“Estamos trabajando para que las inversiones rusas en Cuba estén sujetas a una protección especial. A pesar de las dificultades de liquidez, podemos darle un tratamiento especial a esta empresa mixta para que no tenga que repatriar sus ingresos”, dijo Malmierca, según el reporte.

Después de ser nombrado jefe del Consejo Empresarial Rusia-Cuba a principios de este mes, Titov le dijo a Tass que los dos gobiernos estaban trabajando juntos para encontrar formas de evadir las sanciones financieras de Estados Unidos.

Como “ambos países están bajo sanciones, sería necesario desarrollar nuevos mecanismos para acuerdos mutuos, que mitigarán las consecuencias de las restricciones”, dijo Titov en ese momento. “Se están explorando opciones tales como acuerdos denominados en rublos, criptomonedas y esquemas de compensación”.

Cuba aumenta importaciones de petróleo ruso y ayuda a Putin a evadir sanciones

Rusia y Cuba han ido estrechando su alianza en los últimos años. El gobierno de Vladimir Putin ha otorgado préstamos a Cuba y ha ofrecido retrasar los pagos de la deuda hasta 2027. Las dos naciones han lanzado proyectos de cooperación en varias áreas, incluidos los sectores de energía y transporte.

Pero el nivel de contactos políticos desde el comienzo de la guerra en Ucrania a fines de febrero del año pasado ha tomado un nuevo ritmo, y ambos gobiernos han prometido fortalecer la relación.

Díaz-Canel viajó a Moscú en noviembre pasado y se reunió con Putin en busca de ayuda económica, ya que la isla atraviesa la peor crisis financiera desde el colapso de la Unión Soviética. Poco después, también viajó a Moscú el titular de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo.

Díaz-Canel y Putin volvieron a hablar por teléfono a finales de diciembre. En ese momento, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que los dos líderes hablaron sobre reforzar la “cooperación estratégica ruso-cubana”.

El líder de Cuba parecía complacido con los resultados de la reunión de la semana pasada y tuiteó que “Estamos avanzando muy rápido en concretar todo lo que conversamos con el Presidente Putin”. Díaz-Canel también dijo que la reunión fue “de gran significación” porque mostró la voluntad de ambos gobiernos de llevar la relación política y económica “a un momento superior”, según un informe publicado por Granma, el diario del Partido Comunista cubano.

El comercio entre los dos países también creció el año pasado cuando Cuba aumentó las importaciones de petróleo ruso. El intercambio comercial entre ambos países superó los $633 millones, solo por detrás del comercio con China, Venezuela, España y Canadá, según datos oficiales cubanos. Seis años antes, en 2016, ese volumen se había reducido a $223 millones.

Ese crecimiento podría ser aún mayor este año, ya que Rusia está buscando nuevos mercados para sus productos, especialmente entre los países dispuestos a mantener la lazos económicos a pesar de las sanciones del Occidente que castigan la invasión de Ucrania promovida por Putin.

Tanto Rusia como Cuba están bajo sanciones estadounidenses, y las autoridades cubanas han repetido la propaganda del Kremlin sobre la guerra sin condenar la invasión en los foros internacionales. Ambos gobiernos mantienen también estrechos vínculos militares.

Pero los expertos señalan la ironía de buscar orientación sobre reformas capitalistas en Rusia, un país plagado de corrupción y una economía impulsada por oligarcas que buscan los favores del Kremlin.

“Están buscando ayuda de un gobierno que sabe cómo hacer dinero y crear un sector privado que tiene mucho dinero concentrado en unas pocas manos, y la riqueza se deriva de las conexiones con el gobierno”, dijo John Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial EEUU-Cuba. “La Federación Rusa tiene algunas personas muy ricas. Quizás el gobierno cubano lo prefiera así”.

Lo que los modelos vietnamita y chino tienen en común lo que carece Rusia, continuó Kavulich, son muchas pequeñas empresas exitosas.

“Buscar la orientación de Rusia puede parecernos cómico, pero dado que no quieren un gran sector privado, tiene mucho sentido para los objetivos del gobierno cubano”, dijo Kavulich.

El anuncio es otra señal de que las autoridades cubanas quieren mantener a las pequeñas y medianas empresas privadas, permitidas por primera vez en décadas en agosto de 2021, bajo estrecho control y lejos de la influencia estadounidense. El gobierno aún tiene que emitir regulaciones sobre varios temas que quedaron sin respuesta en el marco legal para el sector privado, incluido el financiamiento y la inversión extranjera.

Estados Unidos autoriza por primera vez inversión en negocio privado en Cuba

Kavulich todavía está esperando regulaciones que aclaren cómo las empresas extranjeras, incluidas las estadounidenses, podrían financiar el sector privado de la isla después de que la administración de Joe Biden le concediera una licencia el año pasado, la primera de su tipo, para invertir y prestar dinero a un pequeño negocio privado en el sector servicios en Cuba.

“Aunque quieren dinero que se origine en los Estados Unidos, no quieren la incertidumbre que ellos creen viene con eso”, dijo Kavulich. “Pero lo que han hecho es mover al sector privado más a la economía informal. Continúan con un pie en el acelerador y otro en el freno, por lo que siguen dando vueltas en círculos”.