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El culebrón de la Navidad: ¿está Martiño Rivas viviendo su peor momento tras su ruptura con Kayoko Everhart?

Cuando pensábamos que 2020 ya no podía sorprendernos más y a apenas quince días del final de este terrible año, un nuevo culebrón sentimental ha salido a la luz y seguramente muy a pesar de sus protagonistas. La pareja en cuestión es la que formaban el actor Martiño Rivas (antes conocido como Martín) y la que todos pensábamos que era su novia todavía, la bailarina Kayoko Everhart. Siempre discreto con lo que tiene que ver con su vida sentimental, el protagonista de El Internado no estaría pasando por su mejor momento tras la ruptura con la madre de su hija.

MADRID, SPAIN - NOVEMBER 22:  Martin Rivas and guest attend Dior Ball Party at Santona Palace on November 22, 2017 in Madrid, Spain.  (Photo by Samuel de Roman/Getty Images For Dior)
MADRID, SPAIN - NOVEMBER 22: Martin Rivas and guest attend Dior Ball Party at Santona Palace on November 22, 2017 in Madrid, Spain. (Photo by Samuel de Roman/Getty Images For Dior)

El bombazo saltaba a los medios hace unos días cuando el diario El Mundo publicaba que la bailarina de origen japonés y de 37 años se había visto envuelta en un proceso de investigación para determinar si su elección como primera figura de la Compañía Nacional de Danza, de la que forma parte desde el año 2007, ha sido realizada siguiendo unas pautas rigurosas y no ha habido trato de favor. Y es que parece ser que Kayoko recibió con gran alegría este ascenso después de muchos años trabajando para conseguirlo y a los pocos días confirmó en un grupo de whastapp a sus compañeros en el ballet que mantenía una relación amorosa con Joaquín de Luz, director de la citada Compañía.

Con esa información se ha hecho pública la consecuente ruptura de Martiño y la bailarina. La pareja llevaba saliendo desde 2017, tras la ruptura del actor con la también actriz Irene Escolar, su relación más larga hasta el momento. La primera novia del hijo del escritor Manuel Rivas fue Sara Casasnovas pero tras el rodaje de Los girasoles ciegos, la pareja de actores decidía poner fin a su amor. Poco después empezó a salir con Irene Escolar, nieta de Irene Gutiérrez Caba y con la que había coincidido en el set de esa película, y los medios les pillaban muy cariñosos por las calles de Madrid. Corría el año 2008 y se convirtieron en una de las parejas más sólidas y discretas del panorama español. Fue a principios del año 2017 cuando conocíamos que Martín e Irene habían decidido poner un punto y final a una historia de amor que duró más de ocho años.

Martiño no tardó en volver a sonreír y lo hizo al lado de Kayoko Everhart, una espectacular bailarina y modelo de madre japonesa y padre estadounidense. Nacida en Tokio, en 2004 Everhart entró en la Compañía de Danza 2 a las órdenes de Nacho Duato y Tony Fabre y compaginó su trabajo como bailarina con el de modelo en diferentes campañas de moda. Siguiendo la estela de anteriores relaciones, el intérprete quiso llevar en secreto su amor y pocas semanas antes del nacimiento de su hija supimos del embarazo de ella cuando ya estaba en la recta final.

La pequeña venía al mundo en abril de 2019 y la llamaron Ayo, nombre de origen africano que significa ‘llena de alegría, felicidad’. Aunque parecía que su amor iba viento en popa y tras verles disfrutar de las vacaciones de verano en Galicia el pasado mes de agosto en absoluta armonía y como una familia feliz, este mes de diciembre se ha sabido que la pareja ya no mantiene relación sentimental y que entre ellos solo queda el cariño de este tiempo juntos por su hija en común, de año y medio, a la que adoran.

De Luz tenía novia hasta mayo

Todo indica que Joaquín de Luz se enamoró de Kayoko nada más conocerla. El director aterrizaba en la Compañía Nacional de Danza en marzo de 2019 (aunque su cargo no se hizo efectivo hasta septiembre) sustituyendo a José Carlos Martínez y, según Vanitatis, el flechazo al ver a la bailarina fue instantáneo. Joaquín, de 44 años, cuenta con una gran trayectoria en el mundo de la danza. Ha trabajado en el Ballet de Víctor Ullate y durante varios años ha sido bailarín principal en el Pennsylvania Ballet en Estados Unidos para después pasar a ser solista en el Teatro de Ballet Estadounidense y en el Ballet de la Ciudad de Nueva York, entre otros. Además obtuvo la Medalla de Oro en el Segundo Concurso Internacional de Ballet Rudolf Nuréyev en Budapest en 1996 y el premio Rising Star de Seven Arts Magazine en Filadelfia, Pensilvania (febrero de 1997). Como cuenta el citado medio, el bailarín madrileño también mantenía una relación cuando conoció a Kayoko.

De Luz convivía con la bailarina norteamericana Katie Currier desde 2018. Ella se había instalado en Madrid aunque viajaba constantemente a Nueva York por su trabajo. Según hemos podido comprobar en el perfil de Instagram de ella, hasta mínimo el mes de mayo de este 2020 seguían juntos. Ese mes ella subía una fotografía junto a Joaquín viendo atardecer en la que escribía: “Dos años a tu lado. Mi amor, mi apoyo, mi persona. Te amor cada día más”.

Por esto parece que Joaquín y Kayoko habrían comenzado su romance después del verano y el ascenso a primera bailarina de ella se produjo en noviembre. “Una carrera ejemplar y digna de admiración. ¡Enhorabuena a una maravillosa bailarina! Todos en la CND estamos felices”, escribía Joaquín junto a una foto de la bailarina en su perfil de Instagram el día de su nombramiento.Y todo habría ido a la velocidad de la luz ya que algunos comentan que Kayoko ya luce un anillo de compromiso y que la pareja tiene planes de boda para este año. Por ahora, ya se les ha visto muy cariñosos a la salida del Teatro de la Zarzuela de Madrid donde están representando con éxito la obra Giselle.

Las fotos que indican que Martín no lo está pasando bien

Esta situación habría dejado sumido en una gran tristeza a Martiño Rivas que ha visto como su vida familiar se ha desmoronado en tan solo unas semanas. De hecho, la actitud del protagonista de Las chicas del cable en los últimos días no ha sido la que él suele tener en las redes sociales. Como hemos dicho al principio, al actor gallego le gusta llevar una vida discreta y no es ni un gran fan de Instagram ni de contar sus cosas más íntimas.

A él le gusta hablar de cine clásico, de literatura y todo lo que tenga que ver con el mundo del arte. Siempre se ha mostrado como un intelectual, incluso cuando posaba junto a sus compañeros de El Internado (de Yon González a Blanca Suárez o Ana de Armas) que se mostraban mucho más joviales que él en las entrevistas (cabe recordar que entonces eran todos veinteañeros). Él confesaba que prefería quedarse en casa viendo una peli a salir de fiesta y que su vida no era tan alocada (o típica de su edad) como la de algunos de sus compañeros de serie.

Pero el pasado fin de semana, Martín subía algunas instantáneas a su feed que dejaban a sus seguidores con la boca abierta por no ser algo habitual en su manera de actuar. “Tengo oblicuos, rectos y transverso, luego existo”, escribía junto a varias fotografías luciendo torso desnudo y cincelado a golpe de gimnasio con un pantalón de chándal y dejando ver la parte superior de su ropa interior (concretamente unos calzoncillos de Calvin Klein). Acompañaba las sexys fotos con otras de cuerpos desnudos de un libro de ciencias naturales y otras de el David de Miguel Ángel y del cuadro La Fragua de Vulcano de Velázquez dando una total lección de anatomía (o, para qué negarlo, presumiendo de cuerpazo, que lo tiene).

Pero ahí no quedó la cosa porque unas horas más tarde, Rivas volvía a Instagram para subir de nuevo varias fotos desnudo. Esta vez con unos vaqueros desabrochados y la misma táctica de dejar ver la goma de sus slips y su pecho al aire. “PARTE I: “No venga, ya, vale”. PARTE II: Motor City Cobra. PARTE III: El ‘concepto”, escribía en esta ocasión con un tono más críptico que en su anterior post. Muchos de seguidores, sorprendidos por estas fotos, le llegaron a preguntar si se encontraba bien (“Oye, estás subiendo muchas cosas, te lo agradezco pero ¿estás bien?”, comentaba una seguidora preocupada) y cuestionaban sus post ya que en el último año solo había colgado cinco fotos y nada de mostrar su cuerpo, sino todas de los distintos teatros en los que ha estado trabajando con la obra Jauría o de los globos que le regalaron por su 35 cumpleaños en enero de 2020. “Trabaja en ti mismo, es el momento para hacerlo”, escribía dos días más tarde como dando respuesta a esas dudas generadas en sus más de un millón de followers.

No sabemos si es por la época que está pasando, si porque al tener el corazón roto quiere presumir de cuerpazo en las redes como diciendo a su ex lo que se está perdiendo o si sencillamente Martiño Rivas ha decidido cambiar su forma de actuar frente a sus fans más fieles, pero lo cierto es que su actitud refleja que algo ha supuesto un cambio en su interior. Por ahora, el actor está centrado en el cuidado de su hija y en la representación de Jauría, una obra que le ha dado muchas alegrías en los últimos dos años y que le ha supuesto el reconocimiento de muchos críticos que solo veían en él una cara (muy) bonita.

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