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El primer día del dólar soja II tuvo un 55% menos de ventas que en su anterior versión

El dólar soja II es con un tipo de cambio a $230
El dólar soja II es con un tipo de cambio a $230

La primera jornada del dólar soja II, que permite un tipo de cambio a $230, dejó un volumen negociado de 301.716 toneladas, según informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Ese tonelaje significa una merma del 55% versus la primera jornada del dólar soja I de septiembre pasado, que tenía un cambio a $200.

La entidad lo explicó así: “Comparando las operaciones de la jornada de ayer con respecto al primer día del Dólar Soja I, encontramos que las operaciones de contrato y fijación disminuyen alrededor de un 55% en total. Sin embargo, si comparamos con respecto al viernes pasado, las operaciones tuvieron un incremento del 282%”.

Dólar soja II: alertan por el pago de alquileres más altos y vislumbran un impacto en Ganancias

De acuerdo a la organización, de las 301.716 toneladas comercializadas 192.038 toneladas correspondieron a operaciones que se concertaron durante ayer y, las restantes, 109.678 toneladas a aquellos negocios que se operaron durante el lunes, pero se concertaron previamente.

En tanto, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) también elaboró un informe sobre el primer día de vigencia del dólar soja II. “En el primer día de vigencia del Dólar Soja 2, que fija un tipo de cambio diferencial de AR$ 230/US$ para la liquidación de divisas proveniente de la exportación de poroto, aceite y subproductos de soja, así como también biodiesel, se registraron operaciones por 212.180 toneladas de nuevos contratos, más 86.731 toneladas de fijaciones de precios para operaciones realizadas con anterioridad”, dijo. Agregó: “En total, se sumaron 298.911 toneladas operadas en el primer día de vigencia, el más alto desde la finalización de la vigencia del Dólar Soja 1 en octubre. Para las operaciones realizadas el día de ayer en la plaza local, el valor de referencia de la Pizarra Rosario quedó en AR$ 85.000/tonelada”, señaló.

Ayer, las fábricas elevaron sus propuestas por la soja de 80.000 a 85.000 pesos para el Gran Rosario, siendo que el objetivo inmediato de los vendedores era 90.000 pesos.

Situación del mercado

En rigor, según expresó Sofía Ganly, de AZ Group, la capacidad teórica de pago de la industria estaba en 90.373 pesos la tonelada de soja.

“Los primeros negocios se ubicaron en un máximo de 85.000 pesos, lo que representa un descuento del 6,3% respecto de la capacidad teórica de pago”, indicaron en esa consultora.

“Entonces, con los datos se repite la tendencia vista con el dólar soja de 200 pesos de septiembre; es decir que los compradores pagan con descuentos sobre la paridad teórica, un castigo que está siendo soportado por los productores”, agregaron.

Según remarcaron, el precio percibido por los agricultores es mayor al de mediados de noviembre (70.000 pesos), pero no se ajusta “linealmente” con el aumento en pesos que se verifica en el tipo de cambio y que debería trasladarse directamente al productor.

“Estas intervenciones oficiales en el mercado de soja pueden beneficiar a algunos productores que conserven stock, pero perjudican a quienes hacen otras actividades cuyo costo es la soja (por ejemplo tambo) o pagan alquileres”, expresó la experta.

Sebastián Salvaro, de la misma consultora, afirmó que “conceptualmente el dólar soja servirá para muy poco: se liquidarán algunos millones de toneladas adicionales de soja y se fortalecerán las reservas del Banco Central, pero solo se postergó el problema para principios de enero-febrero, cuando reaparecerán las mismas causas que generaron la implementación de este programa”.

“Si una medida como el dólar soja no va acompañada por otras decisiones de carácter político, es una frazada muy corta que tiene una vida útil cada vez menor”, señaló.

En un comunicado, la Mesa Agropecuaria de la Coalición Cívica ARI cuestionó el dólar soja II. Habló de “abuso de exportadores” porque “hoy se están pagando entre 35 y 40 dólares menos del valor que corresponde”.

También señaló que “muchos productores deben afrontar cierre de ejercicios y el pago de los alquileres de los campos que trabajan, que se hace con kilos de soja. Con este dólar diferencial, lo que se produce indirectamente es un incremento del precio del alquiler y de Impuesto a las Ganancias, esto en un año donde la cosecha no fue para nada buena y en el segundo semestre, la cosecha fina [trigo] se perdió en más de un 50%”.