De la medusa 'asesina' a la garrapata (cómo sobrevivir al verano sin picaduras)

Este verano la Carabela Portuguesa ha sembrado el pánico en el mediterráneo, pero hay otros ‘organismos’ de los que debes huir; sobre todo, si eres más de campo que de playa

Si sales a caminar al campo lleva siempre a mano repelentes con<span> ingredientes eficaces no sólo contra mosquitos sino también para garrapatas, pulgas, sanguijuelas, piojos y chinches; </span>al entrar en contacto con la sustancia puede que opten por dejarse caer otra vez al suelo. (Foto: Getty)
Si sales a caminar al campo lleva siempre a mano repelentes con ingredientes eficaces no sólo contra mosquitos sino también para garrapatas, pulgas, sanguijuelas, piojos y chinches; al entrar en contacto con la sustancia puede que opten por dejarse caer otra vez al suelo. (Foto: Getty)

Si sueles pasar tu tiempo libre haciendo senderismo u otra actividad en contacto con la naturaleza, deberías estar atento ante posibles picaduras porque podrías quedarte inválido, y esto no sería lo peor. ¿Sabes cómo actuar si ves una garrapata o qué hacer para evitar sus picaduras?, ¿pueden transmitir enfermedades? Te lo contamos todo

Las garrapatas son ácaros parásitos que necesitan ingerir sangre para poder completar sus ciclos biológicos. Aunque sus picaduras “normalmente no son dolorosas”, según nos explica el profesor Joaquim Castellà, miembro del departamento de Sanidad y Patología Animal de la facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, pueden transmitir múltiples enfermedades e infectarnos con virus como el de Crimea-Congo.

En España las enfermedades más frecuentes que puede transmitir una garrapata son ricketsiosis y borreliosis de Lyme y, de forma ocasional, también se han descrito casos de anaplasmosis, babesiosis y tularemia. Si, te sonarán a chino pero te aseguró que preferirás que siga siendo así.

(Foto: Getty)
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Las garrapatas son Los humanos somos hospedadores accidentales y nos vemos afectados al interferir en sus hábitats naturales o cuando las garrapatas invaden nuestras casas por la proximidad de algunos animales. No pueden saltar ni desplazarse a mucha distancia, por lo que necesitan que exista contacto para alcanzarnos.

En caso de encontrarnos con una garrapata fijada en la piel, no se debe pincharla, impregnar con aceite y vaselina o aplicar fuentes de calor, pues el estrés generado a la garrapata favorece la inoculación de los patógenos que transporta o que la infectan. Tampoco es conveniente intentar aplastarla con las manos ya que algunos de los patógenos que transportan pueden infectar directamente a la persona a través de las mucosas. Lo ideal es lanzarla a través de un desagüe, pegarla con cinta adhesiva y tirarla a la basura, o bien ponerla dentro de una bola de algodón impregnada con alcohol.

La aplicación de repelentes puede hacer desistir a las garrapatas que al entrar en contacto con la sustancia opten por dejarse caer otra vez al suelo. En caso de ser picados, hay que extraerla lentamente cuanto antes utilizando pinzas de punta fina. Los días posteriores debemos estar pendientes si se produce alguna reacción para acudir al médico.

Cuando menos te toques o te frotes mejor, y antes de aplicar cremas o pomadas consulta a tu médico. (Foto: Getty)
Cuando menos te toques o te frotes mejor, y antes de aplicar cremas o pomadas consulta a tu médico. (Foto: Getty)

Claves para conocer mejor a las garrapatas

  • Los humanos somos hospedadores accidentales cuando interferimos en sus hábitats naturales o cuando invaden nuestras casas por la proximidad de algunos animales.

  • Pueden estar infectadas por una amplia variedad de patógenos: desde la enfermedad de Lyme a la encefalitis (TBE) y la fiebre hemorrágica Crimea-Congo (FHCC).

  • La parte con la que se fijan a nuestra piel, la parte anterior, se parece a un arpón con varias hileras de dientes.

  • Se han identificado a nivel mundial cerca de 900 especies. En España, hay más de 20.

  • Se pueden encontrar en ambientes domésticos y peridomésticos y, por lo tanto, muy próximas a los humanos.

  • Tienen tendencia a concentrarse en las zonas de transición entre comunidades ecológicas diferentes. Se sitúan en los tallos de las plantas.

  • No pueden saltar y tampoco desplazarse a mucha distancia, por lo tanto es necesario que haya contacto para que nos alcancen.

  • Hay que tener precaución al realizar actividades en el exterior y, sobre todo, en zonas de riesgo como lugares por donde transitan animales.

  • En el campo, es aconsejable transitar por pistas y caminos, y evitar estirarse sobre la hierba.

  • Es recomendable usar ropa clara, para ver mejor a las garrapatas al ser éstas oscuras, y que vaya ajustada a las muñecas y a los tobillos.

  • No se debe aplastar la garrapata con las manos porque los patógenos que transportan nos pueden infectar por las mucosas.

  • Pincharlas, impregnar con aceite y vaselina o aplicar fuentes de calor no son métodos adecuados. El estrés que le generan a la garrapata pueden favorecer la inoculación de más patógenos.

  • La aplicación de repelentes hacen desistir a las garrapatas que al entrar en contacto con la sustancia opten por dejarse caer al suelo.

  • Podemos tirarla a un desagüe, pegarla con cinta adhesiva y tirarla a la basura, o introducirla en una bola de algodón impregnada con alcohol.

  • Si nos pica, hay que extraerla cuanto antes utilizando pinzas de punta fina y sujetándola por la parte anterior. Luego la extraeremos lentamente, asegurándonos de que no ha quedado nada dentro.

  • En los días sucesivos debemos estar pendientes de si se produce alguna reacción.

En caso de tener fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, fatiga, dolor muscular o la aparición de eritemas, escaras y exantemas en la piel se debe acudir al médico.

¿Alguna vez te ha picado una garrapata? ¿Cómo reaccionaste?

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