Yahoo Estilo De los 100 mejores alimentos: # 26 zanahorias
Texto: Gabrimar
Getty Images By: Pier Marco Tacca
La zanahoria (Daucus carota subespecie sativus) es una hortaliza perteneciente a la familia de las umbelíferas o apiáceas; es una especie originaria de Asia Central, particularmente de Afganistán. Una particularidad de esta verdura es que en su origen era de raíz blanca. A través de los siglos fue cultivada y expandida por toda Europa y el resto del mundo.
Durante la Edad Media los monjes la cultivaban en los monasterios para uso farmacéutico, puesto que en esas épocas su textura era todavía leñosa, lo cual la hacía difícilmente comestible. Para la época del Renacimiento ya aparecen las primeras zanahorias con carotenos, es decir, con el característico color naranja, tal y como las que conocemos hoy en día. Sin embargo, las zanahorias de textura más suave se conocieron hasta el siglo XIX.
La zanahoria es una de las hortalizas con raíz más nutritiva. Fuente excelente de antioxidantes, es la verdura más rica en carotenos, mismos que le dan su intenso color naranja. Su consumo aporta, además, una importante cantidad de vitaminas A, B, C y E, y minerales, entre los que destacan: potasio, calcio, fósforo, yodo y magnesio. Su valor calórico es muy bajo, así que veamos con más detalle, algunos de los beneficios que nos ofrece su consumo habitual:
Su alto contenido en betacaroteno o provitamina A protege contra la acción destructiva de los radicales libres, como el envejecimiento prematuro y las posibles afecciones cardiovasculares, cáncer y enfermedades degenerativas.
Ofrece protección contra el enfisema pulmonar.
El potasio que contienen, potencia la actividad del riñón y favorece la correcta eliminación de las toxinas que se acumulan en el organismo.
Los folatos con que cuenta ayudan a prevenir o tratar la anemia.
Tienen un elevado contenido de agua, lo que les da propiedades diuréticas que ayudan a la desintegración de los cálculos renales.
Debido a que son ricas en fibra, se recomiendan para prevenir el estreñimiento, gases y para aliviar las molestias estomacales.
El potasio que proporcionan ayuda a que tu piel se encuentre correctamente hidratada.
Gracias a los fitoestrógenos que contienen, ayudan a regular el ciclo menstrual, así como a aliviar las molestias que produce. En caso de la menopausia, ayudan a evitar los sofocos.
Al ser un antiséptico natural ayudan a prevenir infecciones en heridas y a acelerar su curación.
Su contenido de vitamina C incrementa la producción de colágeno, lo que también contribuye a que la piel luzca radiante, hidratada y libre de arrugas.
Es un alimento muy recomendado durante el embarazo, pues ayuda al crecimiento y desarrollo del bebé, al mismo tiempo que lo protege de infecciones y mejora la producción de leche materna.
Cuando el betacaroteno que contienen las zanahorias ingresa al hígado se transforma en vitamina A y, posteriormente, en la retina, en rhodospin; este es un pigmento que reduce la degeneración macular, y es por eso que la zanahoria tiene fama de proteger nuestra vista.
Al ser ricas en antioxidantes y poliacetilenos protegen al corazón de la formación de colesterol malo.
Una porción de 100 g de zanahorias te proporciona:
41 kcal.
Grasas totales: inapreciables.
Proteínas: 0.9 g.
Carbohidratos: 9.6 g.
Fibra: 2.8 g.
Vitamina C: 6 mg.
Vitamina E: 0.7 mg.
Betacaroteno: 8.285 mcg.
Calcio: 33 mg.
Potasio: 320 mg.
Zexantina / Luteína: 256 mcg.
Como consejos prácticos, te comento que cuanto más oscura sea la zanahoria más carotenos tendrá. El organismo procesa mejor los nutrientes de las zanahorias cocidas, así que para estimular la absorción de los carotenos añade un poco de aceite de oliva a la cocción.
El abuso en el consumo de zanahorias puede dar un tono naranja a la piel. Esta afección se llama carotinemia y es totalmente inofensiva; de hecho, si vas a ir a una playa puede ser una buena preparación para recibir el bronceado.
Para combatir las arrugas y líneas de expresión, te dejo esta sencilla receta: “mascarilla de zanahorias”:
Ingredientes: una zanahoria cruda, dos cucharadas de yogurt natural y el jugo de medio limón.
Preparación:
Lava la zanahoria y pártela en pequeños pedazos.
Licúa los pedazos de zanahoria con el yogurt hasta lograr una mezcla homogénea.
Agrega el limón y licúa un poco más.
Debe quedar una mezcla completamente homogénea y tersa.
Aplicación:
Con el rostro limpio, aplica la mezcla en toda su superficie y deja actuar por quince minutos.
Transcurrido el tiempo, retira con agua tibia y aplica tus cremas acostumbradas.
Lo ideal es que apliques la mascarilla dos veces por semana.
Las zanahorias son grandes aliadas para mantener una piel sana, pues previenen la flacidez y las arrugas, además de combatir los radicales libres y detener el daño celular que sufre el cuerpo. Si quieres lucir joven siempre, incluye zanahorias en tu alimentación; no te olvides de estas grandes aliadas.
Recuerda… ¡tú generas el cambio!
