Cómo desarrollar aplicaciones sin ser programador

Desde hace cuatro años, Swiss Medical encaró de lleno la transformación digital de diferentes unidades de negocio. Por aquel entonces era el gerente a cargo de la lavandería de Swiss Medical Group (SMG), y carecía de toda experiencia en programación.

El puntapié fue en la zona de expertise inicial: la lavandería industrial, que contaba con 17 equipos de alta complejidad, con procedimientos muy específicos y un mantenimiento de alta frecuencia.

La primera aplicación que implementé fue la de mantenimiento del capital intensivo. A partir del uso de Power BI, el servicio de análisis de datos de Microsoft orientado a proporcionar visualizaciones interactivas, desarrollé un conjunto de indicadores con información en tiempo real sobre el estado de la maquinaria, generando un registro de los tratamientos preventivos recientes, quién los hizo y quien los validó, y cuáles quedan por realizar.

La consecuencia más visible fue bajar más del 50 % las paradas correctivas, vale decir, aquellas en la que una máquina debe detenerse para ser reparada.

Habiendo visto el proceso de desarrollo de la app, me di cuenta de que podía resolverlo por mi cuenta con un poco de guía y aprendizaje.

Democratizar la tecnología

Efectivamente, el grado de conocimiento que un profesional tiene sobre los procesos internos de su compañía se puede potenciar a través del uso de tecnologías accesibles.

Nuestro propósito es democratizar el acceso a la tecnología y que cada vez más organizaciones puedan desarrollar sus soluciones en un espacio que sea flexible como la nube, buscando cubrir los desafíos que tienen hoy de forma escalable, segura y con un bajo costo

Esa visión parece encuadrar perfecto en la segunda aplicación que desarrollé, enfocado en buscar una solución digital al punto acaso más sensible del área que tenía a cargo: el túnel de lavado.

Éste requiere de grandes cantidades de agua para que funcione correctamente, y cuenta con piezas claves para que el consumo de agua se mantenga en los niveles necesarios, sin desperdiciar recursos.

Dichas piezas requerían un mantenimiento intensivo por parte de los operarios, ya que la válvula de desagüe podía fallar y drenara más agua de la necesaria. Con el sistema de gestión de planillas, el supervisor registraba las fallas y las comunicaba a los gestores; el trámite podía llevar horas y entorpecía el buen funcionamiento.

A través de Power Apps (plataforma para el diseño de aplicaciones), el ejecutivo implementó una que permite generar "un mantenimiento correctivo emergente": consiste en el chequeo regular de la válvula de drenaje de agua y ante cualquier mal funcionamiento la app dispara un mail de alerta al correo del supervisor, a partir del cual se gestionan los reemplazos y arreglos necesarios en tiempo y forma, con gran ahorro de un recurso escaso como el agua.

Por otra parte, al estar conectada la aplicación a SharePoint (la plataforma de colaboración empresarial) y después explotado con Power BI, todas estas tareas se pueden llevar a cabo más rápido y con un registro exhaustivo, todas digitalizadas y sin papel de por medio.

Por último, en esa primera etapa, me enfoqué 100 % en una aplicación pensada para las personas, ya que apuntaba a la distribución de los días franco.

La planta funciona todos los días de la semana y el domingo es opcional: cada trabajador puede elegir si asistir o no, aunque hay una nómina de 25 personas que deben estar de guardia.

La app recibe ahora postulaciones de lunes y martes: cada operario puede optar a asistir el domingo y solicitar su franco compensatorio. La app filtra, ordena y luego determina si otorga o no el franco, eventualmente ofreciendo otras opciones.

La información escala a los supervisores, que reciben todas las postulaciones, y los miércoles, con un clic, exportan la nómina determinada para el domingo.

Así, los operarios gozan de mayor autonomía y los supervisores pueden anticipar posibles conflictos de horarios y jornadas, sin pedidos de informes ni planillas.

En números: lo que antes era una gestión que demandaba múltiples procesos durante 6 de los 7 día de la semana, app mediante se redujo a una gestión de sólo dos días.

Las aplicaciones, un camino de ida

De aquéllas tres iniciales, hoy ya tenemos implementadas más de una decena de aplicaciones para diferentes segmentos de la operación que terminan siendo críticos.

Entre ellas se destacan la de mantenimiento, autogestión de RRHH, logística de stock (mejor precio de reposición al no comprar a las apuradas), gestión de calidad, e incluso una que recuerda los cumpleaños de cada empleado y permite a su jefe y compañeros saludarlo en su día, fortaleciendo las relaciones interpersonales en el lugar de trabajo.

Por otro lado, a medida que Microsoft fue incorporando nuevas soluciones y herramientas, las aplicaciones también fueron evolucionando.

Por ejemplo, utilizando Figma, una plataforma de diseño colaborativa, Cimino logró que las apps que ya estaban en funcionamiento se integraran con mayor organicidad a la jornada laboral, ya que la complementación de UX/UI (experiencia de usuario) hizo las interfaces cada vez más intuitivas y amigables a la hora de clickear.

A la par de mis responsabilidades en SMG, proyecto expandir mi propia consultora, con la que buscaré brindar soluciones tecnológicas a más pequeñas y medianas empresas.

Mi objetivo será optimizar procesos de la mano de Power Apps, apalancado en su experiencia de autodesarrollo de productos cross-company, y apostando a la evolución constante, como con la posibilidad de incluir la lectura de códigos QR, y llevar a otro nivel el uso de las aplicaciones.

*Por Sebastián Cimino, gerente general de la Clínica Olivos Swiss Medical