Desde hoy puedes entregarte a la orgía cafetera (¡Plas, plas, plas!)
¡Ocho tazas al día! Y no es malo. Si eres muy cafetero te encantará saber que (para la ciencia) la cafeína es la fuente de la eterna juventud
Como el gluten y el azúcar, la gente pro hace tiempo que dejó de tomarlo porque algunos estudios vincularon el consumo excesivo de café con el cáncer (si se toma muy caliente). Por suerte para muchos, la Organización Mundial de la Salud lo sacó de la lista de alimentos cancerígenos; y ahora la ciencia confirma que el café, en cualquiera de sus variantes, está asociado a vivir más años.
Hasta ahora el límite estaba en dos tazas (200 miligramos) de café al día; doblar esta cantidad era jugártela y entrar en una espiral de subidas y bajadas de nervios, estados de ánimo y picos de energía que acaban en cuadros de irritabilidad, acidez estomacal, náuseas, vómitos y jaquecas.
Sin embargo, un nuevo estudio realizado a medio millón de europeos concluye que beber café en cualquiera de sus variantes está asociado a vivir más años. Lo cuenta en Time la doctora Erikka Loftfield, líder del trabajo y miembro del National Cancer Institute de Estados Unidos.
Para demostrar el efecto longevo de este potente brevaje, Loftfield y su equipo analizaron las pautas de consumo de los voluntarios durante diez años, a los que dividieron en grupos según su consumo diario de café. El ‘quid’ de la cuestión, tal y como explican los científicos en JAMA Internal Medicine, está en tomar café a diario.
En concreto, el estudio asegura que quienes toman un café al día tienen un 8 por ciento menos de probabilidades de morir prematuramente, y ese porcentaje se eleva al 16 por ciento entre quieres toman 6 o 7 tazas diarias; y para quienes toman 8 o más, el porcentaje disminuye hasta el 14 por ciento.
El caso es que las noticias sobre el café siguen mejorando. Otro de los estudios más grandes y de mayor duración concluyó que beber café estaba relacionado con un menor riesgo de insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular y enfermedad coronaria. Cada taza extra de café consumida por día redujo cada una de estas condiciones en un 8-7 y 5 por ciento, respectivamente, hasta al menos seis tazas por día.
Y los resultados de este último estudio nos permiten añadir otra muesca a la columna de pros junto con el resto de beneficios conocidos del consumo diario de café. Recopilando: mejora la memoria, previene el cáncer de colon, sirve para diagnosticar el Párkinson, protege el corazón al reducir el riesgo de infarto y otras enfermedades cardiovasculares, ayuda a adelgazar, evita la diabetes y, ¡combate el mal aliento!
Veamos, si cuento las tazas que se te toman algunos de los bebedores de café más compulsivos que conozco me salen… el de nada más levantarse, el de media mañana, el de después de comer, otro a la hora de la merienda, uno al quedar después del trabajo y, para los más intrépidos, el de después de cenar. ¡Seis! Aún queda un pequeño margen para alguna tacita más. Entonces, ¿desterramos el mito de que el consumo ‘abusivo’ de café es malo?
¿Cuántas tazas tomas tú? ¿Te sientes mal sin tus dosis diaria de cafeína?
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