Yahoo Estilo La despedida: melodrama coral sobre una decisión moral extrema
La despedida (Blackbird, Estados Unidos-Reino Unido/2019). Dirección: Roger Michell. Guion: Christian Torpe. Fotografía: Mike Eley. Música: Peter Gregson. Edición: Kristina Hetherington. Elenco: Susan Sarandon, Kate Winslet, Mia Wasikowska y Sam Neill. Distribuidora: BF París. Duración: 97 minutos. Disponible en: Cinemark Hoyts On Line. Nuestra opinión: regular.
Esta remake estadounidense de Corazón silencioso (2014), del danés Bille August, tenía como garantía detrás de cámara al director sudafricano Roger Michell (el mismo de Un lugar llamado Notting Hill, El intruso, Venus, Un despertar glorioso y Un fin de semana en París) y delante de la misma a un elenco encabezado nada menos que por Susan Sarandon, Kate Winslet, Mia Wasikowska y Sam Neill. Pero ni siquiera la unión de tanto talento logra salvar a un melodrama que -más allá de ciertos bienvenidos pasajes suavizados con un humor irónico- gira sobre una decisión moral decididamente extrema como la eutanasia.
Lily (Sarandon) sufre de Esclerosis Lateral Amiotrofica, una enfermedad neurodegenerativa progresiva que empieza a dar evidentes signos de avance. Ante lo irreversible del caso, ella decide reunir a sus seres queridos para compartir la última cena de Navidad y para que luego la acompañen en un suicidio asistido. Su marido médico Paul (Neill) y su mejor amiga Liz (Lindsay Duncan) parecen estar en un todo de acuerdo, pero entre las dos hijas de Lily y Paul, la conservadora Jennifer (Winslet) -que llega con su esposo (Rainn Wilson) y su hijo adolescente (Anson Boon)- y la conflictuada Anna (Wasikowska), una joven con sus propias tendencias suicidas que arriba acompañada por su pareja (Bex Taylor-Klaus), surgen todo tipo de tensiones, idas y contramarchas.
Típica película de estructura coral con varias escenas rodadas durante las comidas familiares, con discusiones grupales o charlas más íntimas entre dos personajes, La despedida aborda temas profundos e importantes, pero el resultado -escasamente sutil y bastante manipulador- está lejos de lo que podía esperarse. Eso sí, con golpes bajos incluidos el llanto está asegurado. Preparen los pañuelos.
