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Diego Boneta, sobre el desafío de interpretar a Luis Miguel: “Quise humanizar a una figura tan endiosada”

Diego Boneta, sobre el desafío de interpretar a Luis Miguel: “Quise humanizar a una figura tan endiosada”
Mayra Ortiz/NETFLIX

“Cuando tiene que ser, es”, advierte Diego Boneta mientras repasa con detalle sus 19 años de carrera en el medio. Es que este mexicano -que curiosamente debutó en un reality de talentos a los 12 años cantando un tema de Luis Miguel- recuerda como si fuera hoy cada “sí” y cada “no”, cada puerta que se abrió o se cerró, cada paso lento pero firme y constante que le permitió llegar a la meta, o al menos a una de las metas de su vida: protagonizar una de las series más exitosas de los últimos tiempos.

“Tuve momentos duros en que me costó trabajo, en que no tuve éxito. Esos momentos difíciles me hicieron apreciar más lo que vivo ahora”, reconoce sin divismos y con los pies sobre la tierra quien luego de lucirse en varias ficciones de su país (Alegrijes y rebujos, Misión S.O.S. y Rebelde) logró hacerse camino en Hollywood y obtener un gran reconocimiento internacional de la mano de producciones como Pretty Little Liars, 90210, La era del rock (junto a Tom Cruise), Pelé: Birth of a Legend, City of Dead Men, Si no despierto y Terminator: Destino oculto, entre otros éxitos.

A días de volver a meterse en la piel del máximo referente de los boleros, este actor y cantante charló con La Nación y anticipó detalles de lo que será la segunda temporada de Luis Miguel, la serie, que además de protagonista lo tiene como productor. “La idea fue jugar con dos líneas de tiempo, donde se ve al Luis Miguel de los ‘90 y a otro más adulto, más maduro, en una etapa de su vida más oscura. Vamos a conocer a un Micky padre (se mostrará su vínculo intermitente con su hija mayor Michelle Salas) y a su vez, vamos a entender cómo su dura infancia de alguna manera le ha afectado en su vida adulta”, revela sobre esta nueva entrega de Netflix que se estrena el próximo 18 de abril y que mostrará el gran auge de “El Sol” así como también su eclipse cuando debe enfrentarse a una constante puja entre la fama y su familia.

-Se viene la segunda temporada de Luis Miguel, la serie, ¿es mayor el reto después de una primera entrega tan exitosa?

-¡Claro que sí! A la primera le fue muy bien, realmente no nos esperábamos tanto éxito y por eso es que nos tardamos tanto tiempo para sacar la segunda porque realmente las expectativas de la gente eran muy grandes. La primera temporada estuvo basada en un libro, la segunda no, entonces hubo un arduo proceso de investigación tanto con Luis Miguel como con otras personas clave en su vida para poder tener toda la información y de ahí poder escoger cuál era la mejor narrativa, que “sí” y que “no” y cómo contarlo.

-En este Luis Miguel de 2000 se ve una gran transformación, ¿cómo se logra ese parecido físico, corporal y gestual tan perfecto?

-Con preparación, con horas y horas y horas de preparación. Lo primero que hice fue contactar a un amigo mío con quien trabajé en Terminator que se llama Bill Corso, un maquillador que tiene dos premios Oscar, tres Emmy y es un crack dentro de Hollywood.

Fue un proceso de meses de prueba con distintos moldes de la cara que él fue creando. Luego vino el trabajo de investigación, donde para mí era fundamental que se notara que eran dos personajes diferentes. Quería que a lo largo de la serie fueran viendo cómo uno se iba convirtiendo en el otro. Así que fue un estudio microscópico de cada cosa, fuimos con puntadas finas porque esto no es una imitación, realmente tuve que convertirme en él.

Me fui a España con mi maestro de actuación que es argentino, se llama Juan Carlos Corazza y estuve preparando ambos personajes, sobre todo el tema corporal que era algo que no había trabajado tanto en la primera temporada. Si estudias a Luis Miguel te das cuenta que de joven tenía otros tics y que de grande tiene otros gestos, es sorprendente ver la corporalidad de uno versus el otro, cómo camina, cómo se mueve y eso fue divertidísimo porque es la primera vez que me toca interpretar a un personaje donde hay tanto trabajo en ese sentido.

-Además de lo corporal, lograste tener la misma voz en las canciones, los temas suenan igual a Luis Miguel...

-¡Gracias, pero solo hay un Luis Miguel! [risas]. Lo que él puede hacer con su voz es único, es un virtuoso. En la primera temporada, yo no sabía si iba a poder cantar las canciones. Yo llevo tomando clases de canto desde los ocho y eso fue una ayuda tremenda. Volví con mi maestro de esa época y fue como aprender a cantar de nuevo, me enseñó cómo hacer que las vocales sonaran lo más cercanas a él, a poder proyectar la voz en ciertos lugares de mi cara para que se acercaran lo más posible teniendo una caja de voz totalmente distinta.

Trabajamos canción por canción, verso por verso, estrofa por estrofa con un detalle obsesivo. Lo divertido fue que Kiko Cibrián (uno de los productores que más ha trabajado con Luis Miguel y que fue el compositor original de temas como “Suave”) compuso y produjo de nuevo todos los temas para la serie porque lo que van a escuchar no son maquetas, se tuvo que re grabar hasta el timbrecito que oyes con la campana. Todo es nuevo. El trabajo musical que se hizo es igual de impactante que el que se hizo on screen (en pantalla).

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Diego Boneta en la piel de un Luis Miguel más adulto. (Captura de Video/)

-¿Se siente mayor responsabilidad a la hora de interpretar un personaje de la vida real?

-¡Totalmente! Sobre todo cuando es alguien que sigue vivo, que puedes meterte en YouTube y en tres segundos ver si “sí” o si “no”. Hay muchas referencias y los fans pueden comparar y ver si te acercas o no. Por supuesto, hay mucha más presión que cuando interpretas a alguien de ficción.

-En más de una oportunidad contaste que tuviste varios encuentros con Luis Miguel. ¿Cómo fueron? ¿Qué consejos te dio?

-Fue increíble poderlo conocer. Fue un gran privilegio para mí porque muchas veces cuando se hacen estas series el artista ya no vive, entonces el actor y el artista nunca pueden convivir. En esta ocasión sí se dio y los dos supimos lo especial que era esto. Surgió una complicidad muy linda, muy especial y lo que más me ayudo fueron cosas que él me dijo a mí en privado. Recuerdo que me dijo: “Diego, esto nada más te lo digo a ti, no es para la serie, no es para los escritos. Te lo digo a ti en confianza para que puedas interpretarme mejor” y son cosas que yo me llevaré a la tumba. Tener esa complicidad fue increíble.

Diego Boneta y Luis Miguel, juntos
Diego Boneta y Luis Miguel, juntos en el rodaje de la serie.

-¿Te cambio la percepción que tenías de él después de esta serie?

-Por supuesto, sobre todo porque el Luis Miguel que todos conocemos es el artista, el que ves en YouTube, en entrevistas, en conciertos, pero lo interesante de la serie es justo lo que está tras bambalinas, lo que lo hace el ser humano, el amigo, el hermano, el amante, el papá. Y ahí es donde entró un poco el juego de mi imaginación -junto con mis conversaciones con él- para poder humanizar a una figura tan endiosada, para que el público pueda empatizar con él. Esta temporada es un poco más oscura que la anterior, se le verá cometer errores (como todo ser humano) y para mí era importantísimo lograr esa empatía.

-Sin spoilear demasiado, ¿cuál fue la escena más difícil a nivel emotivo que te tocó interpretar?

-No sé si fue la más difícil porque la escena estaba escrita como una partitura perfecta, pero sí fue la que más emoción me generó. Es una escena en el quinto capítulo con Cesar Bordón (que interpreta a su manager Hugo López) que me encanta. También hay una escena en el final del segundo capítulo que me encantó hacer (en referencia al primer encuentro con su hija Michelle Salas). La niña hizo un trabajo espectacular.

Diego Boneta y César Bordón en la segunda temporada de Luis Miguel, la serie (Camila Jurado/NETFLIX/)
Diego Boneta y César Bordón en la segunda temporada de Luis Miguel, la serie (Camila Jurado/NETFLIX/)

-Empezaste tu carrera en Código FAMA cantando un tema de Luis Miguel. Años después te toca interpretarlo, ¿qué significa para ti este papel tanto a nivel personal como profesional?

-Es el mejor ejemplo en mi carrera de que las cosas siempre pasan por algo. Como siempre digo: “When it’s meant to be, it will be” (Cuando tiene que ser, es). Si es para ti, es para ti. Fue una locura lo que pasó porque yo ni siquiera escogí esa canción (“La chica del bikini azul”) para debutar en TV, fue al azar. Y el que 16 años después tenga que grabarla para la serie en la que yo iba a hacer de él fue algo inexplicable. Yo no empecé cantando como Luis Miguel con la voz que él tenía, yo nunca en mi vida pensé que iba a poder cantar sus temas en los tonos originales y encima ser el productor de esta historia.

-¿A qué te refieres con la frase “Cuando tiene que ser, es”, ¿hay algo que no sepamos detrás de este proyecto?

-La historia de cómo llegué a protagonizar y a producir esta serie es increíble.

Yo llevaba años queriendo meterme del lado de la producción y con mis socios se nos ocurrió contar la historia de Luis Miguel en una película. Estábamos viendo derechos y esos temas, hasta que un día nos dimos cuenta que MGM había obtenido los derechos de su vida y fue una decepción terrible.

A los meses, Marc Burnett, un productor con el que ya había trabajado antes, me llama y me dice: “¿Sabes quién es Luis Miguel? Porque quiero que salgas como él en una serie que estoy haciendo”. Le conté que hace un tiempo había tenido un proyecto similar y se le voló la cabeza. Nos sentamos, hablamos, conocí al equipo, me contaron lo que querían hacer y resultó ser lo mismo que queríamos hacer nosotros.

Coincidimos en que no queríamos que sea un culebrón, su historia merecía ser contada con la mayor calidad posible, con los mejores directores, con el mejor equipo. Después de varias charlas, me dijeron que querían que yo sea Luis Miguel y que lo produzca junto a ellos. Fue una locura y acá estamos... a punto de estrenar la segunda temporada este domingo.

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