Dieta fértil: ¿hasta que punto influye lo que comes en tu descendencia?
Quizás no lo creas pero puedes aumentar tu fertilidad o la de tu pareja desde la alimentación. Nunca es tarde para comenzar una dieta sana y fértil, que no solo nos va a ayudar a conseguir el objetivo de ser padres, sino también a tener una mejor salud
Las características de tu futuro hijo no solo dependen del contenido genético del padre y de la madre. Según la epigenética, el entorno en el que el bebé se va a desarrollar antes y durante el embarazo, junto a los nutrientes disponibles y las toxinas, puede influir genéticamente para activar o desactivar parte del ADN.
“Lo más importante de todo esto, explica la nutricionista Andrea Carucci, autora de ‘La Cocina de la Fertilidad’, es que no solo puede afectar a la vida de tu futuro bebé sino también de las futuras generaciones. Al igual que la epigenética habla de lo que ingerimos y el entorno, también hace referencia al efecto medioambiental, a las circunstancias personales, creencias, emociones y pensamientos que pueden moldear el ADN”.
Por lo tanto, las condiciones climáticas o si comemos sano o comida basura, si respiramos aire limpio o contaminado, y si hacemos ejercicio o no son factores positivos o negativos que pueden modificar el ADN de nuestro futuro hijo positiva o negativamente.
De hecho, una reproducción exitosa en la mujer requiere disposiciones equilibradas de macro y micronutrientes, incluido el zinc, vitaminas A, B6, B9, B12, C, D y E, selenio, yodo, metionina, hierro, cobre, ácidos grasos omega-3, L-arginina y L-carnitina, conjuntamente con una dieta equilibrada.
Si mantienes una dieta pobre en antioxidantes, ácido fólico o zinc, esto afectará tu calidad seminal. En el caso de las mujeres, los estudios confirman que llevar una mala alimentación puede afectar la función ovárica, así como potenciar las anormalidades hormonales. Es por esto que es recomendable llevar una dieta balanceada que incluya legumbres, verduras, pescados y frutas, evitando las carnes rojas y grasas trans.
La mejor dieta para esto es una abundante en alimentos vivos, especialmente si son ricos en frutas crudas y vegetales, que satisfacen por completo esta necesidad de renovarnos celular y saludablemente.
Quien consume alimentos crudos o levemente cocinados distribuidos de forma equilibrada, como en la dieta mediterránea, y bebe agua estructurada, ayuda a mejorar su salud y con ello mantiene una dieta fértil. Manteniendo un potencial de líquidos saludables en la sangre, los líquidos intersticiales y los fluidos intracelulares, podemos impedir la destrucción de nuestro sistema coloidal.
Cuanto más alta sea la energía de nuestro organismo, mejor organizados estarán nuestros sistemas biológicos y, por lo tanto, más saludables. Esto es válido para el nivel de replicación del ADN/ARN, así como para todas las células, tejidos, órganos y sistemas del cuerpo. También el equilibrio mineral de las células será el ideal.
Lo primero que recomienda la experta es eliminar de la dieta productos tóxicos como café, tabaco y alcohol, todos ellos con componentes que suben el cortisol.
Y sustituirlos por otros más saludables y frescos como la sandía, que "tiene mucha arginina, y si le agregamos la semilla y un poquito de corteza nos ayudará a subir la líbido", asegura Carucci, diplomada en Nutrición, Nutrición Ortomolecular y Naturópata.
Asimismo, el plátano, las pipas de calabaza, las nueces de macadamia y los pistachos contribuyen a mejorar la salud de los espermatozoides. De hecho, la recuerda que, en general, debemos aumentar la ingesta de verduras y hortalizas de color anaranjado como naranjas, mandarinas, zanahorias, calabazas, pomelos, melones y nectarinas.
Por otro lado, diversos estudios señalan que el pescado, marisco y cereales integrales también contribuyen a la la calidad y movilidad espermática.
No obstante, es importante limitar el consumo de los pescados azules grandes como el atún, el bonito o el pez espada, porque pueden tener mercurio, un elemento que evita el embarazo y puede dañar al feto. Lo mismo ocurre con la harina y el azúcar refinados; es mejor apostar por los integrales para evitar los picos de insulina.
Aquí tienes un ejemplo de un menú para potenciar la fertilidad propuesto por el Centro de Nutrición Julia Farré:
Desayuno: Muesli casero con bebida vegetal sin azúcares añadidos enriquecida en calcio y vitamina D
Media mañana: Una pieza de fruta
Comida: Ensalada de tomate y lentejas, pollo al limón y un yogur natural (sin azúcares añadidos)
Merienda: Pieza de fruta
Cena: Espinacas salteadas con quinoa y sésamo tostado, salmón a la plancha
¿Sabías que podías potenciar tu fertilidad comiendo sano? ¿En tu nevera hay más frescos o envasados?
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