Diferencias entre alopecia y caída estacional del pelo
Los baños en el mar, la piscina, el sol... En verano se multiplican los agentes que agreden nuestra piel y nuestro pelo. Es el momento de actuar para frenar la caída del cabello que trae consigo el otoño
La pérdida de pelo es una de las mayores preocupaciones estéticas entre la población, y ahora que estamos entrando en una época natural de la renovación del cabello conviene saber si se trata sólo de un proceso normal o hay algo más detrás.
Es habitual pensar que nos estamos quedando calvos al encontrarnos pelos en la almohada o preocuparnos al ver que se desprenden al pasar el peine por la melena. Sin embargo, antes de alarmarse, es importante conocer la diferencia entre alopecia y la natural renovación del cabello. De esta forma, se podrá determinar si existe o no un trastorno capilar.
Por ejemplo, ¿sabías que en ocasiones usamos cosméticos que perjudican al cabello sin saberlo?
Así lo explica el doctor Sergio Vañó, del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid: “Nuestro estudio ha concluido que parece que la exposición a ciertos agentes presentes en las cremas antienvejecimiento y en los fotoprotectores solares pueden favorecer la alopecia frontal fibrosante. Parece que esto se podría explicar por el posible efecto proinflamatorio que ejerce algunos componentes, como el ácido retinoico, que se da para mejorar el aspecto de la piel pero que podría ser negativo si se pone cerca del cabello o de las cejas”.
Así que si a la vuelta del verano has notado un deterioro en tu cabello ponte en manos de dermatólogos especializados en cuidado capilar para que hagan un diagnóstico certero y te recomienden el tratamiento adecuado,
“Perder entre 50 y 80 cabellos al día se encuentra dentro del ciclo de vida normal del cabello. Sin embargo, perder más de 100 cabellos al día ya se considera un ritmo demasiado elevado”, explica Reme Navarro, Co-fundadora de Mifarma, la tienda líder online de farmacia y parafarmacia.
Los que deben caerse de forma sana son solo aquellos que se encuentran en la fase final de su ciclo de vida y se ven empujados por la formación de un nuevo cabello en la base del folículo. Y es que el cabello pasa por tres fases: crecimiento (anágeno), transición y regresión (telógeno, menos del 20 por ciento del total del cabello).
Cuando hay que preocuparse de verdad
Es cierto que durante el otoño se suele notar mayor pérdida de cabello de la habitual, pero si esta caída va acompañada de otros síntomas como picor, dolor, descamación o una caída exagerada, sería un motivo de alarma y habría que consultar a un especialista para que elabore un diagnóstico y recomiende el tratamiento más adecuado. Si además esta caída se prolonga en el tiempo habría que consultar con el dermatólogo.
La calvicie alude a la excesiva caída del cabello, que puede ser consecuencia de factores externos, hereditarios, cambios hormonales, una enfermedad, la dieta, el estrés, o hábitos tóxicos, como el alcohol o el tabaco.
Según datos publicados por la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), el tipo de alopecia más frecuente es la hereditaria, denominada androgénica, y afecta a un 40 por ciento de los hombres con edades comprendidas entre 18 y 39 años, y a un 95 por ciento de la población masculina mayor de 70 años. En el caso de las mujeres, hasta los 40 años pueden sufrirla un 15 por ciento. Al pasar esa franja de edad, las probabilidades aumentan al 40 por ciento.
No obstante, a pesar de que la calvicie es un asunto que afecta tanto a hombres como a mujeres, no lo hace del mismo modo; en el caso del hombre, se denomina calvicie común, causando entradas y alopecia en la parte superior de la cabeza.
En el caso de las mujeres, se denomina calvicie de patrón femenino, que causa una caída del pelo uniforme, aunque la primera zona afectada es la parte superior del cuero cabelludo. También existe un tercer tipo, alopecia de tracción, que es la que afecta a las personas que se realizan peinados muy tirantes a diario como la cola de caballo o el moño alto tipo ‘top knot’, el peinado de moda que además de dejarte calva podrían dañar tu espalda.
¿Se puede retrasar la caída del cabello?
Lo primero que se debe hacer es “encontrar la causa que está provocando la caída del cabello, porque una vez que se empieza a perder es fundamental tratar el problema rápidamente”, apunta Navarro.
Además, continúa Navarro, “debemos tener en cuenta que es más fácil ralentizar la caída del cabello que hacer que crezca”. Para ello, ayuda evitar el estrés, descansar y seguir una dieta sana y equilibrada.
También se debe evitar el uso frecuente del secador, tintes de pelos o permanentes, y evitar hacer peinados con recogidos extremadamente tensos. Cuando esto no es suficiente, se puede recurrir a tratamiento médico, siempre desde la supervisión de un especialista.
Una ayudita extra
Cada alopecia tiene una evolución diferente y unas pautas de tratamiento concretas. No obstante, existen una serie de fórmulas comunes encaminadas a frenar la caída del cabello. Es el caso de las vitaminas, oligoelementos y aminoácidos, que se presentan en forma de cápsulas o lociones y se utilizan para mejorar la nutrición de los folículos pilosos en las caídas estacionales de otoño y primavera.
Englobados dentro de la Nutricosmética, hay muchos productos que pueden ayudarte a conseguir un cabello fuerte, bonito, y con volumen y densidad. Por ejemplo,Densilogy, un nutricosmético adaptado específicamente al cabello de la mujer, que actúa en el corazón del folículo capilar aportando los nutrientes esenciales para mantener el anclaje y crecimiento del cabello.
¿Fármacos o remedios naturales?
El minoxidil fue primer medicamento aprobado para la calvicie común, y según el Instituto Vila Rovira está considerado como uno de los más efectivos; aplicado tópicamente en forma de loción puede favorecer una mayor irrigación del cuero cabelludo, con lo que aumenta el aporte de sangre a los folículos pilosos. La Finasteride, un medicamento eficaz y seguro en el tratamiento de la alopecia androgenética, según el grupo de Tricología de la AEDV, actúa para tratar la pérdida masculina de pelo, frenando la acción de los andrógenos.
Ambos están indicados en casos de alopecia inicial (Finasteride solo para hombres, está prohibido su uso en mujeres porque es un tratamiento hormonal agresivo) y se empiezan a tomar pronto; e incluso combinados, ayudan a frenar o congelar la caída del cabello pero no la revierten. Es decir, no sirven para regenerar el pelo que ya se ha perdido, según cuentan a Esquire, especialistas de la Clínica del Pelo Madrid, del Instituto Médico Dermatológico y de Ilahi.
Por supuesto, siempre se puede recurrir a remedios naturale como “masajear el cabello con aceites esenciales, aplicar un remedio natural a base de semillas de alhova o fenogreco, zumo de cebolla con aloe vera o remolacha mezclada con henna suele dar resultado, aunque en principio puedan sonar un poco engorrosos”, nos recuerda Reme.
¿Se te cae el pelo a menudo? ¿Crees que algo más que una caída estacional? ¿Has consultado con el dermatólogo? ¿Qué tratamiento te recomendó?
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