Diseñador cubano Alvin Valley abre boutique en momentos en que otros cierran

Nueva York, 11 ago (EFE News).- El diseñador de origen cubano Alvin Valley, que en el año 2000 se ganó el título de "rey del pantalón", vuelve físicamente al mundo de la moda, resurgiendo como el ave fénix, y ha abierto una boutique en momentos en que muchos negocios están cerrando o reduciendo personal debido a la crisis por la COVID-19.

Valley se ha reinventado para salir adelante, aprovechando precisamente la ausencia de grandes marcas, y abrió en julio una tienda en el exclusivo sector de los Hamptons en Long Island (Nueva York), donde suelen ir de vacaciones ricas y famosas, acostumbradas a sus famosos pantalones.

Cuando todo el mundo puso un candado en los establecimientos comerciales en marzo pasado debido al coronavirus, el modisto ya no pudo enviar a las tiendas las órdenes que tenía de sus creaciones, "y algo había que hacer con esa mercancía", recordó Valley, quien estudió arquitectura antes de lanzarse al mundo de la moda, lo que influye en sus diseños.

Fue cuando decidió abrir una tienda en los Hamptons, la única que tiene en Nueva York, donde radica, y dedicó la cuarentena a esa tarea.

"Hay que seguir a la clientela, porque se fueron a Palm Beach (sur de Florida) o los Hamptons. Hay mucha gente aquí sin saber cuándo se va" por el tema de la pandemia, dijo a Efe con evidente alegría el diseñador, quien desde 2013 está vendiendo sus creaciones a través de su página web, luego de haber estado desde 2010 fuera del mundo de la moda.

El pánico al contagio y al confinamiento tras el endurecimiento de medidas en marzo por el avance del virus provocó que neoyorquinos con poder adquisitivo considerable salieran prácticamente corriendo para alquilar residencias en los famosos Hamptons, un sitio de vacaciones para los estadounidenses más ricos, caracterizado por grandes casas y granjas, para alejarse así de la ciudad.

Valley, un enamorado de las curvas latinas, acepta que se está tomando un riesgo pero a la vez, destaca, es una oportunidad de ofrecer nuevamente a exclusivas clientas, a las que atiende personalmente en su tienda, sus pantalones, una prenda de la que ha dicho "significa la independencia de la mujer", así como otras creaciones que incluyen blusas, chaquetas, vestidos o monos.

Para las que no quieran salir de sus hogares les envía hasta allí varias piezas, y con ayuda de la tecnología "si quieren hacen una cita conmigo por Zoom, se las prueban y les digo cómo les queda", señala el modisto neoyorquino, que vivió ocho años en Sevilla (España) hasta que terminó la escuela superior y se trasladó a la ciudad de Miami para asistir a la universidad.

"Hay que reinventarse, no puedes quedarte durmiendo, haciendo lo mismo que has hecho todo el tiempo porque todo el mundo te pasa por delante", comentó el diseñador, quien en medio de la situación que se vive por la COVID-19 ve su retorno como una "oportunidad" en un momento en que los negocios se están acogiendo a la bancarrota. Pero no es el panorama en este momento en los Hamptons, asegura.

"No hay nada (negocio) que puedas alquilar; todo el mundo se ha venido aquí. Marcas tras marcas de renombre se han venido a los Hamptons", de donde la gente no está saliendo y hacen sus compras allí, señala el diseñador, que en 2014 fue nombrado por la Administración del presidente Barack Obama portavoz de la Iniciativa de la Casa Blanca sobre Excelencia Educativa de los Latinos.

Destaca que todas sus colecciones son fabricadas en Nueva York en su mayoría por manos latinas.

"Para mí, latinos primero", afirmó con orgullo Valley, que comenzó su carrera cuando abrió su primera tienda en 1995 en Miami y ha tenido entre sus clientas a Eva Longoria, Sharon Stone, Madonna o Jennifer López, entre otras famosas.

Salió del mercado en 2010 tras desacuerdos con la compañía que había comprado su nombre y tras estar fuera y luego de una intensa negociación logró recuperar la marca en 2013 y comenzó a vender en su propia web.

Valley no oculta su entusiasmo, ya que tiene previsto volver a llevar sus creaciones a una pasarela durante la Semana de la Moda, en septiembre próximo, que este año se llevará a cabo bajo estrictas medidas de seguridad por la pandemia del coronavirus.

Su última pasarela en la Semana de la Moda fue en 2009, y prevé presentar su nueva colección este septiembre desde el jardín de un museo en los Hamptons, lo que le permitirá mantener el requisito del distanciamiento social por la COVID-19.

(c) Agencia EFE