Doña Sofía daría la espalda a su hija, la infanta Cristina, en su peor momento

La infanta Cristina atraviesa uno de los momentos más duros de su vida y es que para nadie es sencillo enfrentarse a un divorcio. Su madre, Doña Sofía, podría serle de gran apoyo pero Pilar Eyre asegura que se ha desmarcado totalmente del dolor de su hija.

Un divorcio no es plato de buen gusto para ninguna persona pero el de Cristina tiene muchas connotaciones que lo hacen, si cabe, todavía más duro. La primera es la repercusión nacional y pública que ha tenido con la presión que eso conlleva, la segunda son todos sus hijos que están expuestos a informaciones publicadas en los medios y que deberían ser del ámbito privado de sus padres.

Sin duda la más dolorosa le llegó a la infanta en forma de material gráfico y son las fotografías de su por aquel entonces marido, Iñaki Urdangarin paseando de la mano por la playa junto a otra mujer, Ainhoa Armentia.

Destapada la presunta deslealtad, la experta en monarquía Pilar Eyre ya anunció que Cristina no iba a perdonar a Iñaki y que aquello olía a separación definitiva, aunque otros profesionales no lo tenían tan claro, el tiempo le ha dado la razón a Eyre.

Ahora, esta misma periodista saca a la luz el triste estado anímico de Cristina y la crisis interna que sacude a ella y a su madre, Doña Sofía. Pilar explica en su blog de la revista ‘Lecturas’ que madre e hija están distanciadas y que ni siquiera este varapalo de la vida de la infanta, ha hecho que Sofía se acerque a consolarla.

Eyre describe a Cristina como: “una mujer necesitada de cariño, sola, humillada por su marido” y no comprende como Podía “ha decidido desmarcarse asombrosamente de su hija Cristina” cuando ella: “ha aguantado un matrimonio repleto de infidelidades y desprecios por parte de un hombre que nunca la ha querido ni respetado”.

El punzante teclado de Pilar también asegura que Sofía está actuando como si el sufrimiento de su hija “no fuera con ella” cuando, según Eyre, es la que podría comprenderla mejor que nadie por sus vivencias personales pasadas.

La periodista asegura que ellas dos están más distanciadas que nunca y apunta a que Sofía podría priorizar su quehacer como reina emérita que siempre ha servido con imagen impecable a la institución monárquica sobre su labor de madre que consuela a una hija que la estaría necesitando.

Pilar dice que “Sofía, la reina profesional por excelencia, conoce el valor de una imagen” así que a lo mejor no quiere que la salpique a ella el escándalo de su exyerno y de su hija así como también se ha mantenido siempre alejada y al margen de los presuntos tejemanejes de su marido incluso cuando este se ha ido al exilio en Abu Dabi y ella se ha quedado fiel al reinado de su hijo, Felipe VI.

Para advertir a los que puedan intentar contradecirle, Pilar Eyre se muestra muy clara en este asunto: "Ahora quizás vengan los siniestros mensajeros de la mentira a contar que ha habido encuentros, llamadas, visitas en secreto a la Zarzuela... ¡No me valen! Quiero verlo con mis propios ojos; si no, no me lo creo”. Y sentencia: "Algo grave pasa entre madre e hija”.

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