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Dramas judiciales: de Matar a un ruiseñor a El abogado del diablo

Los estrados judiciales son un escenario frecuente en la historia del cine. Clásicos como 12 hombres en pugna o Anatomía de un asesinato -difíciles de encontrar en plataformas de streaming- marcaron un camino que se extiende hasta el presente. Acá va entonces una lista de películas de distintas épocas que forman parte de esa larga tradición y están disponibles para conocer o repasar.

El hombre equivocado (Alfred Hitchcock, 1956)

Inspirada en un caso real, cuenta la historia de un músico de jazz (gran trabajo de Henry Fonda) que lleva una vida tranquila con su familia en Nueva York hasta que lo acusan inesperadamente de un robo que en realidad no ha cometido. Queda entonces envuelto en una pesadilla muy similar a la que vive el protagonista de El proceso, la famosa novela de Franz Kafka. Hitchcock sabe cómo generar un eficaz crescendo dramático y provocar la empatía con ese hombre que es víctima de una evidente injusticia. La película tuvo admiradores ilustres: Jean-Luc Godard le dedicó una brillante y extensa reseña en la revista Cahiers du Cinema y Martin Scorsese reconoció alguna vez que fue una influencia para Taxi Driver. Disponible en QubitTV.

Testigo de cargo (Billy Wilder, 1957)

Adaptación ingeniosa de una obra teatral de Agatha Christie, tiene un elenco estelar -Tyrone Power, Charles Laughton, Elsa Lanchester y Marlene Dietrich- y fue pensada por Wilder como si fuera "una película de Hitchcock", según el propio director confesara. Leonard Vole (Power, ya convertido en galán maduro) es acusado de asesinar a mujer soltera y millonaria que está enamorada de él. La trama del juicio que debe afrontar es tan compleja como la galería de personajes de la historia, casi todos cargados de falsedades y contradicciones. Disponible en YouTube.

Matar a un ruiseñor (Robert Mulligan, 1962)

Basada en una novela de Harper Lee ganadora del Pulitzer, tiene una actuación memorable de Gregory Peck, en el rol de un abogado ejemplar del estado sureño de Alabama, donde el racismo era moneda corriente en los años de la Gran Depresión. Viudo y con dos hijos a su cargo, Atticus Finch acepta ocuparse de la defensa judicial de un campesino negro acusado de violar a una joven blanca, a pesar de que muchos de sus allegados tratan de disuadirlo. "Alguien es valiente cuando, sabiendo que la batalla está perdida, lo intenta igual", les responde. Disponible en QubitTV.

JFK (Oliver Stone, 1991)

Un thriller político apasionante en el que Oliver Stone demostró su admirable capacidad para moverse con mucha soltura en diferentes terrenos -suspenso, melodrama, documental y, obviamente, el drama judicial-, siempre manteniendo una sólida narración de corte clásico. Es formidable el trabajo de Kevin Costner como el fiscal Jim Garrison, siempre escéptico ante la versión oficial del asesinato político que conmovió a los Estados Unidos en los años 60. La película alienta sus hipótesis, dirigidas a identificar una conspiración que excedía la voluntad personal del condenado Lee Harvey Oswald. Disponible en Amazon Prime Video.

Algunos hombres buenos (Rob Reiner, 1992)

El juicio militar más popular de la historia del cine, gracias a las virtuosas performances de Jack Nicholson, Demi Moore y un Tom Cruise en llamas. Basada en una obra de teatro de Aaron Sorkin, la película pone el foco en un gran escándalo en la Marina estadounidense provocado por un crimen que compromete a un alto mando de la fuerza, el coronel Jessep de la base de Guantánamo con el que brilla Nicholson. El caso puede tener especial resonancia para los argentinos por su similitud con los que se conocieron aquí bajo el rótulo de "obediencia debida" en los juicios a la junta militar de la última dictadura. Disponible en YouTube.

Filadelfia (Jonathan Demme, 1993)

Inspirada en el caso real del abogado neoyorquino Geoffrey Bowes, que en 1986 demandó al poderoso bufete Baker & McKenzie de Manhattan por haberlo despedido sin ninguna razón justificada. La decisión de dejar sin trabajo al personaje que en esta dramática película encarna Tom Hanks está en verdad relacionada con su orientación sexual y con la ola de discriminaciones desatada en Estados Unidos de los años 80, la época de aparición del sida. En el juicio, el demandante es defendido por un tenaz abogado interpretado por Denzel Washington, que debe enfrentar las manipulaciones de un proceso que también es ejemplo concluyente de los excesos del poder corporativo. Disponible en YouTube.

La jurado (Bian Gibson, 1996)

Demi Moore interpreta a una madre soltera que vive con su hijo y es sorpresivamente convocada para para formar parte del jurado en un proceso contra un peligroso delincuente que además contrata a un mafioso (Alec Baldwin) para que la hostigue. La fortaleza de la película son esos dos personajes, resueltos con mucho oficio por Moore y Baldwin: la mujer común que debe realizar un notable tour de force para defender su ética y no ceder a las presiones después de un período de forzado titubeo y el acechador implacable, capaz de inquietar con la palabra e incluso decidido para pasar a los hechos. Disponible en Netflix.

Tiempo para matar (Joel Schumacher, 1996)

Adaptación de un best seller de John Grisham, esta historia tiene como punto de partida la violación de una niña negra de diez años. Enfurecido, su padre (Samuel L. Jackson en una gran actuación) decide hacer justicia por mano propia y mata a los responsables, dos hombres blancos, lo que despierta indignación y reaviva el racismo que sigue arraigado en el sur de los Estados Unidos. Lo defienden en el juicio dos jóvenes abogados (Matthew McConaughey y Sandra Bullock) que muy pronto se ganan demasiados enemigos. Lo más interesante de la película es el dilema moral que plantea a través de un caso muy polémico, más allá de cómo lo termina resolviendo. Disponible en Amazon Prime Video.

La raíz del miedo (Gregory Hoblit, 1997)

Un abogado mediático que se dedica a defender mafiosos (Richard Gere) toma el caso de un exmonaguillo con problemas psíquicos acusado de asesinar al prestigioso arzobispo de Chicago, el papel de un ajustado Edward Norton, ganador del Globo de Oro por este trabajo. A partir de ahí se va desplegando una trama llena de enigmas destinados a sostener una intriga hasta el final de la historia. Basada en una novela de William Diehl, la película -que también delata la corrupción que domina las altas esferas del poder- tiene demasiadas vueltas de tuerca y un desenlace sorpresivo y deliberadamente perturbador. Disponible en Amazon Prime Video.

El abogado del diablo (Taylor Hackford, 1997)

Un estudio muy importante de Manhattan contrata a un joven y promisorio abogado de un pueblo chico (Keanu Reeves) que muy pronto entrará de lleno en la dinámica más salvaje de la gran ciudad. Quien ha metido la cola para desviarlo del buen camino es un personaje diabólico que le permite al experimentado Al Pacino desplegar todo su arsenal de recursos actorales e incluso permitirse algunos desbordes. No son solo los oscuros avatares del derecho lo que tematiza la película. También sobrevuelan los interrogantes metafísicos, la perspectiva del fin del milenio, la paternidad y la eterna lucha entre el bien y el mal. Disponible en Flow.