Duhan van der Merwe y una joya para celebrar los 50 años del mejor try de todos los tiempos

Duhan van der Merwe en el momento final de su gran jugada ante Inglaterra, en Twickenham: un try inolvidable de Escocia
Duhan van der Merwe en el momento final de su gran jugada ante Inglaterra, en Twickenham: un try inolvidable de Escocia - Créditos: @Captura de pantalla

El ambiente del rugby sigue hablando del electrizante try que el wing Duhan van der Merwe le anotó el sábado a Inglaterra, en Twickenham, en la victoria de Escocia por la primera fecha del 6 Naciones. El sudafricano que juega para los del Cardo tomó la pelota detrás de media cancha y ensayó un eslalom en los que combinó –ayudado por fallas en los tackles– velocidad, fortaleza, habilidad y destreza. Un try que recordó a aquellos que anotaba Jonah Lomu. Y un try que, a su manera, celebró a uno, considerado el mejor de todos los tiempos, que el 27 de enero cumplió 50 años. Ese try, el que concretó el galés Sir Gareth Edwards para los Barbarians en un partido ante los All Blacks, no se trató de una acción individual, sino de una jugada colectiva mágica, construida en apenas 29 segundos, en los cuales intervinieron siete jugadores que fueron pasándose la pelota durante 80 metros, prácticamente de ingoal a ingoal.

Ese try, que circuló durante años en casetes y que es el más viralizado desde que aparecieron las redes sociales, tuvo el extra de que lo anotó quizás el mejor jugador de todas las épocas, que ocurrió en el legendario templo del Arms Park durante la era gloriosa de Gales y que, por supuesto, enfrente estaban los All Blacks. Edwards contó hace unos días una historia que rubrica la trascendencia de ese momento ocurrido medio siglo atrás: “Hace unos años estaba pescando en Rusia, en el medio de la nada, y de repente se acercó un hombre a saludarme. Conversamos y me invitó a cenar a su casa. Cuando llegué, me pidió que me siente porque me quería mostrar algo. Fue hasta el televisor, puso un DVD, y ahí estaba el try”.

Gareth Edwards, a la derecha, junto con otros notables, en una pieza de recuerdo
Gareth Edwards, a la derecha, junto con otros notables, en una pieza de recuerdo

La camiseta blanca y negra número 9 de los Barbarians que utilizó Edwards el 27 de enero de 1973 será subastada el 24 de febrero en Cardiff. Estiman que se venderá en alrededor de 200 mil libras esterlinas, por lo que superaría el récord que tiene una camiseta de rugby: las 180 mil libras que se pagaron por la de Dave Gallaher, el capitán de Nueva Zelanda en la famosa gira por las Islas Británicas en 1905/06, la de los llamados Originals, los que dieron inicio a la leyenda All Black.

La notable jugada de Duhan van der Merwe

Al minuto y medio del partido –ganado luego por los Baa-Baas por 23-11– el neozelandés Bryan Williams pateó la pelota al fondo. Phil Bennett, el 10 galés, corrió hacia sus palos en la cobertura mientras la pelota iba picando a uno y otro lado. La atrapó y ahí empezó el show. Bajó la cabeza y esquivó a puro quiebre de cintura a tres rivales. A partir de esa genialidad, le pelota fue pasando por las manos de JPR Williams (a quien casi le arrancan el cuello de un tackle), John Pullin, el capitán John Dawes, Tom David, Derek Quinnell y, finalmente, Garteh Edwards. Todos galeses, menos el inglés Pullin. Una obra de arte de principio a fin.

Bennett, que partió en junio del año pasado, recordó años más tarde, risueñamente: “Yo eludí a tres o cuatro All Blacks. Edwards corrió 30 metros y le dieron el título de Sir. En cambio, yo todo lo que tengo es artritis en mis dos rodillas. ¡No es justo!”.

El try de Edwards con los Barbarians

Ese try y ese partido tienen otro costado histórico. El relator de rugby durante décadas fue el célebre escocés Bill McLaren, la voz del rugby. McLaren se enfermó la noche anterior, por lo cual la BBC tuvo que buscar un reemplazante de apuro. Acudió a último momento a Cliff Morgan, ex internacional de Gales que se había formado como un brillante periodista. Él fue quien aportó el relato que completó la leyenda del try. Así: “This is great stuff, Phil Bennett covering. Chased by Alistair Scown. Brillant! Oh, that’s brillant! John Williams, Bryan Williams. Pullin. John Dawes, great dummy. To David, Tom David, the halfway line! Brillant by Quinnell! This is Gareth Edwards! A dramatic start! What a score! Oh, that fellow Edwards!”.

Morgan había sufrido un derrame cerebral unos meses antes. Incluso, había perdido el habla. Su poético relato le regaló aún más épica a esta historia. Morgan era de la vieja guardia del periodismo. En la BBC fue el único autorizado a seguir escribiendo en la única máquina de escribir que quedaba en la redacción.