Anuncios

Estados Unidos derribó el globo de China y reiteró que intentó espiar “sitios estratégicos”

El globo fue derribado por aviones de combate norteamericanos
El globo fue derribado por aviones de combate norteamericanos

WASHINGTON.- El presidente Joe Biden dio la orden el miércoles, un día después de recibir el primer informe sobre el globo de China que sobrevolaba el país, y que para el Pentágono era un instrumento de “vigilancia”, enviado a espiar sitios estratégicos. La operación militar, sin embargo, debió esperar unos días, hasta que el globo llegara al Océano Atlántico y pudiera ser derribado sin riesgos. Un avión de combate de Estados Unidos derribó finalmente con un misil este sábado el globo frente a la costa de Carolina del Sur, cuando todavía estaba dentro del espacio aéreo norteamericano, abriendo un explosivo nuevo capítulo en una crisis que tensó al máximo las relaciones e Pekín.

El Pentágono confirmó en un comunicado que aviones de combate F-22 de Estados Unidos derribaron el globo con un misil siguiendo la orden de Biden, una vez que el globo, que sobrevolaba a unos 60.000 pies de altura, alrededor de 18.300 metros, alcanzó al Atlántico y pudo ser destruido y derribado sin que conllevara ningún riesgo alguno para la población. Las Fuerzas Armadas y la Guarda Costera pusieron después en marcha una operación para recuperar los restos del artefacto frente a las costas de Carolina del Sur, señaló el gobierno norteamericano, cerca de Myrtle Beach. El ataque forzó el cierre de tres aeropuertos internacionales.

“Le ordené al Pentágono el miércoles que lo derribara en cuanto sea posible”, dijo Biden luego del ataque, al realizar una breve declaración a los periodistas al descender del Air Force One en Hagerstown, Maryland. “Me dijeron, esperemos hasta el lugar más seguro para hacerlo”, completó el mandatario.

El Pentágono había recomendado postergar el ataque hasta que el globo se encontrara sobre el Atlántico para evitar cualquier riesgo por la caída de los restos del artefacto. Biden ya había dado indicios de que una operación militar para destruir el globo chino estaba cerca, al afirmar este sábado, más temprano: “Nos encargaremos de eso”.

La trama del globo “espía” que recorrió el país durante cinco días provocó un nuevo pico de tensión entre Estados Unidos y China, y desató una crisis que llevó a Biden a suspender un viaje del secretario de Estado, Antony Blinken, a Pekín para ver al presidente Xi Jinping, en la que hubiera sido la visita más importante de un funcionario norteamericano desde que se desató la pandemia del coronavirus.

La historia tuvo dos narrativas. Washington insistió en que el globo era un instrumento de “vigilancia” que había violado su soberanía para recabar información sensible, mientras que Pekín lamentó el viernes el episodio, y dijo que el globo llegó a Estados Unidos por accidente, debido a los vientos y el clima, y que se trataba de un “dirigible civil” con fines científicos, principalmente para estudios meteorológicos. El gobierno de Biden rechazó las explicaciones y tildó la presencia del dispositivo de “inaceptable” e “irresponsable”, y una violación de la soberanía y el derecho internacional.

El viernes por la noche, el Pentágono dijo además que monitoreaba a un segundo globo, que también era un artefacto de vigilancia, sobre América latina. La ubicación de ese nunca fue informada.

El jefe del Pentágono, Lloyd Austin, reiteró en un comunicado este sábado que el globo derribado estaba siendo utilizado por la República Popular China “en un intento de vigilar sitios estratégicos en los Estados Unidos continentales”. La Fuerza Aérea derribó el globo cerca de la costa con un solo misil de un F-22 para facilitar el rescate de los restos. Fuentes del Pentágono indicaron a la prensa que el globo tenía un valor de inteligencia para Estados Unidos, ya que podrán analizarlo y estudiar su equipamiento.

Biden dio la orden de derribar el globo el miércoles, con la instrucción de que la operación se realizara tan pronto como pudiera cumplirse “sin un riesgo indebido para las vidas de los estadounidenses” en la trayectoria del globo, indicó Austin. Varias figuras políticas del Partido Republicano habían reclamado en los últimos días que el globo fuera derribado para enviar un mensaje contundente a China, y habían criticado a la Casa Blanca por mostrar “debilidad”. El Departamento de Defensa desarrolló opciones para destruir el globo de manera segura sobre aguas territoriales, mientras supervisaba de cerca su trayectoria y las actividades de recopilación de inteligencia, y tomaba medidas para evitar que capturara información sensible.

La presencia del globo había sido divulgada el miércoles, cuando volaba sobre Montana, donde Estados Unidos tiene 150 silos con misiles intercontinentales de largo alcance. El Pentágono dijo que coordinó su ofensiva contra el globo con el gobierno canadiense a través del Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (Norad, según sus siglas en inglés). El ataque fue llevado a cabo por uno de los dos aviones de combate F-22 que despegaron desde la Base Langley de la Fuerza Aérea con un solo misil a las 2.39 pm, hora del este de Estados Unidos, indicó una alta fuente militar. Otros aviones respaldaron a los dos aviones encargados del ataque.

“Y agradecemos a Canadá por su contribución al seguimiento y análisis del globo a través de Norad mientras transitaba por América del Norte. La acción deliberada y legal de hoy demuestra que el presidente Biden y su equipo de seguridad nacional siempre pondrán la seguridad del pueblo estadounidense en primer lugar mientras responden de manera efectiva a la inaceptable violación de nuestra soberanía por parte de la República Popular China”, cerró Austin.

Poco antes de la operación, el tráfico aéreo fue suspendido en tres aeropuertos del sureste de Estados Unidos, uno en Carolina del Norte y dos en Carolina del Sur, por razones de “seguridad nacional”, anunció la Administración Federal de Aviación, el regulador de la aviación civil estadounidense. Luego del ataque con aviones de combate, la Armada de Estados Unidos y la Guardia Costera comenzaron las tareas de recuperación de los restos del artefacto en el Atlántico.