El algoritmo que te ayudará a ser más feliz (según un exdirectivo de Google)

Tras sobreponerse a la pérdida de su hijo, un ingeniero informático descubrió la fórmula matemática para la felicidad. Él y su familia pusieron en práctica la ecuación y pudieron recuperase de la tragedia

¿Por qué no somos felices si lo tenemos todo? La<span> gestión de nuestras expectativas determina la felicidad.(Foto: Getty)</span>
¿Por qué no somos felices si lo tenemos todo? La gestión de nuestras expectativas determina la felicidad.(Foto: Getty)

En el Día Internacional de la Felicidad podía haber optado por recordarte los típicos consejos para combatir la tristeza. Sin embargo, he preferido hacerme eco de una historia desgarradora e inspiradora a partes iguales. La de un hombre que lo tenía todo y no era feliz, hasta que una desgracia (y una promesa sagrada) le ‘obligó’ al menos a intentar serlo.

A los 28 años, Mo Gawdat (el protagonista de esta historia) ya estaba en la cima del éxito. Ingeniero, alto ejecutivo y tal vez el único cerebro que ha trabajado para IBM, Microsoft y Google, donde ostentaba el cargo de Chief Business Officer de Google [X].

Un laboratorio secreto donde se han desarrollado algunos de los inventos más innovadores y sorprendentes de los últimos tiempos: coches sin conductor, las famosas Google Glass, el Proyecyo Loon, que presta servicio a Internet por medio de globos en la estratosfera, las cucharas antitemblor para pacientes con Parkinson, y redes neuronales para el reconocimiento de voz y visión artificial, entre otros. Pero nada era suficiente; ni el dinero ni el reconocimiento le hacían feliz.

“Me quejaba de todo y constantemente intentaba tener el control. Compré coches, gasté dinero e intenté llenar el vacío de mi alma de cualquier manera. Pero no funcionaba”, reconoce el ingeniero.

Gawdat ha conseguido sintetizar una fórmula matemática para mejorar tu estilo de vida y ser feliz, y con la que también podrás restablecer ese estado de felicidad cuando un suceso te descoloque. (Foto: Planeta)
Gawdat ha conseguido sintetizar una fórmula matemática para mejorar tu estilo de vida y ser feliz, y con la que también podrás restablecer ese estado de felicidad cuando un suceso te descoloque. (Foto: Planeta)

Un mal común, el de la insatisfacción, que nos hace ser presas de nosotros mismos debido al inconformismo y las ansias de control, y que nos lleva a marcarnos metas cada más dificiles. En esas andaba cuando la vida le dió un tremendo zarpazo que lo cambiaría todo para siempre. Su hijo, Ali, murió de manera repentina a los 21 años por una negligencia médica cuando era operado de apendicitis.

Sumido en un pozo sin fondo optó por sobreponerse a la desesperación, la rabia y el dolor, aceptando la crudeza de la vida y luchando cada día por estar un poco mejor. En sus propias palabras, “aunque me encierre en una habitación a llorar por el resto de mis días no hay nada que pueda hacer para traerlo de vuelta, así que por duro que sea decidí aceptar las cosas tal y como vienen”.

Desde ese momento consagró su existencia a un nuevo proyecto vital: diseñar una fórmula que le permitiera desarrollar un verdadero estado de felicidad permanente (independientemente de cómo te vayan las cosas).

La ecuación es aparentemente sencilla: la felicidad es la diferencia entre la percepción de los acontecimientos de nuestras vidas y las expectativas que tenemos sobre ella. (Imagen cedida por Zenith)
La ecuación es aparentemente sencilla: la felicidad es la diferencia entre la percepción de los acontecimientos de nuestras vidas y las expectativas que tenemos sobre ella. (Imagen cedida por Zenith)

Una cosa sí tenía clara, como explica a El Confidencial, su teoría es que nacemos felices y, a medida que pasa la vida, más infelices nos volvemos. Por tanto, aquí está la fórmula: F ≥ e – E. Es decir, la felicidad es mayor o igual que los eventos que ocurren en tu vida, menos las expectativas que tienes de la propia vida.

“Descubrí que la felicidad se trata de una configuración predeterminada. Los niños nacen felices. Pero a medida que avanzamos en la vida, crecemos fuera de ese estado. La clave de la felicidad consiste pues en controlar la manera en que comparamos los acontecimientos de nuestra vida con nuestras expectativas. Está en contentarnos con lo que tenemos en el momento presente, en lugar de esforzarnos por conseguir más”.

Y es que según la ciencia, un cerebro adulto procesa pensamientos negativos durante el 60 o 70 por ciento del tiempo. Un auténtico despropósito si tenemos en cuenta que la mayoría somos muy afortunados ya que tenemos todas nuestras necesidades básicas cubiertas.

“Sin esas cosas (techo, comida, trabajo) es muy difícil encontrar la felicidad, pero cuando tienes eso, lo demás es un lujo. Puedes tenerlo y ser infeliz, y puedes no tenerlo y ser feliz, como en países de África y Latinoamérica”, cuenta en declaraciones a El Mundo.

Pero “con esfuerzo, añade Gawdat, alcanzar la felicidad es posible, si entrenamos al cerebro para que los pensamientos positivos superen a los negativos“.

¿Cómo? “Deshaciéndonos, una por una, de las expectativas que nos generamos a nosotros mismos. La infelicidad surge del desequilibrio entre lo que esperábamos de una faceta de nuestra vida y lo que pensamos que hemos alcanzado”.

Tras doce años de investigación sobre la felicidad, por fin descubrió una ecuación basándose en la comprensión de cómo el cerebro absorbe y procesa la alegría y la tristeza. Así surgió elalgoritmo de la felicidad”, que da nombre a su último libro y que está compuesto por seis “grandes ilusiones”, que tienen que ver con la percepción que tenemos del mundo, siete “puntos ciegos” -suposiciones, filtrado, recuerdos, búsquedas, etiquetas, emociones, exageraciones-, que nos arrastran hacia la infelicidad, y cinco “verdades últimas”.

“Puse a prueba mi algoritmo, y a pesar del profundo dolor, recibí la muerte de Ali en paz. Recuerdo que fuimos su madre, su hermana y yo quienes consolábamos a los asistentes del entierro, y empezaron a decirme que tenía que escribir esa fórmula increíble. Antes de morir, Ali me había pedido que siguiese trabajando con el corazón y no con la cabeza, así que dos semanas más tarde me senté a escribir”, concluye.

Pero lejos de sentirse satisfecho con este hallazgo, Gawgat se ha marcado una ambiciosa misión: ayudar a ser más felices a diez millones de personas, ¿te unes al movimiento #10millionhappy? Así contribuirás a crear a pequeña escala, una pandemia global de alegría al estilo de Ali.

También te puede interesar:

Ser como ‘Amélie’ te hará más feliz (palabra de sabio)

Cómo romper las cadenas que tú mismo te has impuesto (así mejorarás tu vida)

Lo que comas a lo largo del día te aleja o te acerca a la felicidad

¡Llega el LAGOM! La felicidad está en no aspirar a tenerlo todo