El amor en los tiempos de Tinder

Foto Razi Machay Flickr
Foto Razi Machay Flickr

Antes la conquista era más difícil. Tal vez. En general, la seducción se conseguía mirándose a los ojos. Hoy pareciera que el romanticismo es cosa del pasado y se logra para millones con una pantalla mediante. Y una aplicación como Tinder y Happn en un smartphone. Pero esta robotización del encuentro también trae sus peligros, como explica Sebastián Stranieri, CEO de VU, compañía especializada en ciberseguridad y prevención en Latinoamérica.

“No se debe colocar en el perfil público la dirección personal ni el documento de identidad, tampoco deben ventilarse intimidades. Si el sexting es lo que se busca, no se recomienda enviar imágenes en ropa interior, filmarse teniendo relaciones sexuales y decir en forma privada lo que no se quiere que sea público”, asegura. También sugiere Stranieri que si hubiera contactos en común, solicitar referencias a ellos sobre la persona con la que se tendrá la cita.

Al primer encuentro, aunque no parezca muy romántico, no se aconseja asistir solo o sola. Es mejor encontrarse en un lugar público. Si la cuestión va a ser de dos, avisar a alguien de confianza en donde se va a estar y con quién, dice el ejecutivo.

“No creas –explica– que vas a coronarte como el o la stalker del año si haces un pequeño trabajo de investigación previo. Es súper simple y no necesitas más que Google: primero busca el nombre y apellido de la persona y chequea fotos e información que puedas encontrar. Después usa el Google Street View para encontrar la zona del encuentro y tenerla vista de antemano”.

Finalmente, da otros consejos: irse del encuentro si la persona no es la misma que decía ser y no cambiar el lugar de la cita o el itinerario a último momento. Además, aconseja tener cargado el celular, ya que nunca se sabe cuándo se tiene que hacer una llamada.

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