El arte de expresar quejas: tips para hacerlo de manera profesional en el trabajo

La queja no goza de buena fama y menos en el ámbito laboral. Sin embargo, puede llegar a ser necesaria, y muchas veces, trae consecuencias positivas. La clave es saber cómo, cuándo y ante quién hacerlo.

De hecho, un estudio publicado en 2017 en Organization Studies concluyó que quejarse sobre el trabajo puede ayudar a mejorar las relaciones dentro de un equipo y, de hecho, hacer que los trabajadores se sientan mejor, especialmente si la queja fue hecha con humor.

En la investigación hallaron que las quejas servían para unir a las personas, al tiempo que les permitían procesar sus sentimientos negativos y, en efecto, ser más positivos, tal como reseña Forbes.

"Las quejas les permiten a las personas reconocer cuán similares son en los desafíos que enfrentan todos los días y cómo se sienten acerca de ellos", sostuvieron los investigadores.

Foto: imtmphoto/iStock
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¿Cómo quejarse de manera profesional?

Quejarse ante los amigos y la familia no requiere de protocolos, pero en el ámbito laboral hay que ser muy cuidadoso y estratégico al elevar una queja.

1. Evitar los intermediarios. Para que la queja sea efectiva, Peter Bregman, autor, aconseja hablar directamente con el causante de la misma. "Habla con la persona que te gritó en la reunión. Si esa persona no escucha, habla con su jefe. Si no te gusta esa idea, cuando ocurra una situación incómoda u ofensiva (o después), puedes decir: ‘Por favor, respetémonos los unos a los otros durante las conversaciones’".

"Esto, por supuesto, requiere de coraje emocional. Pero, aunque te dé miedo, es mucho más probable que tu queja sea productiva. Tienes el potencial revertir una situación y de convertirte en un líder positivo", destaca el experto.

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2. Anteponer las soluciones. Antes de elevar la queja a tu jefe, Laura Weldy, mentora de liderazgo, sugiere identificar cuál sería la solución ideal para el problema. Asistir preparado a la reunión con tu superior hará que él/ella puedan ayudarte de la mejor manera y te mostrarás proactivo, en lugar de un simple quejoso.

3. Ver todo el panorama (y no solo tu punto de vista). Antes que quejarte, tómate un momento para considerar el punto de vista opuesto, pues esto te permitirá tener una perspectiva más amplia de los hechos. Si no le encuentras sentido, habla con tu superior y a lo mejor él puede ayudarte a entender el punto de vista opuesto.

4. Elegir las batallas. A menos que quieras se rotulado como ‘el quejoso’, lo más conveniente es escoger cuándo vas a elevar la voz (y cuándo es mejor dejar pasar el tema). Cuando expresas tus quejas estratégicamente, tendrás un impacto mucho mayor, sugieren en The Muse.

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5. Considerar qué, cuándo y cómo lo dices. El tono en que haces una queja es súper importante y también el momento en que la haces. Con esto, no pondrás a tu interlocutor a la defensiva, en cambio, transmitirás que no solo lo has pensado cuidadosamente, sino que es algo que realmente crees que merece su tiempo, lo que hará que el otro esté mucho más receptivo a tus pensamientos.