El estrés y la ansiedad, los responsables de tus constantes ganas de orinar

Foto: spukkato/iStock
Foto: spukkato/iStock

¿Tienes ganas constantes de hacer pipí? ¿Sientes que es demasiado frecuente? Si has contestado que sí a estas dos preguntas y encima estás pasando por un momento de estrés y ansiedad, puede que tus necesidad constante de orinar no se deba solamente a los líquidos que bebes, sino al momento que estás atravesando.

Hablemos de la ansiedad

La ansiedad puede ser un problema de salud mental ‘autosostenible’. Es decir, los signos y síntomas de la ansiedad conducen a sentimientos de estrés o miedo, lo que a su vez conduce a una mayor ansiedad.

Este círculo vicioso es una de las razones principales por las que el tratamiento requiere un compromiso grande, de lo contrario, continuará el círculo y hasta empeorará, según explica en Calm Clinic, la médica experta en adicciones, Denise Marie Griswold.

Un signo de ansiedad que causa mucho estrés es la micción frecuente, que inclusive, puede ser un signo de un problema de salud más grave, como la diabetes, pero también puede deberse a una ansiedad intensa.

¿Cómo es que la ansiedad y el estrés afectan mis ganas de orinar?

Las emociones repercuten directamente en nuestro cuerpo. Si eres víctima de un robo es probable que te quedes sin habla, empieces a temblar y a tener palpitaciones. Todo este cóctel de reacciones es el resultado de una cascada de hormonas que el cuerpo libera para responder a una situación sumamente estresante, preparándote para combatir un peligro o huir.

Estas hormonas también actúan sobre la vejiga, haciendo que los músculos se relajen y la vejiga se vacíe. Por eso, en películas o novelas, descubres que cuando una persona se asusta se moja el pantalón.

Micción por ansiedad

Cuando sufres de ansiedad, tu respuesta de lucha o huida tiende a activarse cuando no hay un peligro claro presente. O sea, tienes ganas de orinar a cada rato aunque no estés siendo víctima de un robo, por ejemplo.

Las mujeres, las más afectadas

Los estudios han demostrado que una mayor proporción de mujeres con vejiga hiperactiva padecen ansiedad y tienden a presentar síntomas más severos. Además, otra investigación sugirió que la ansiedad es un factor de riesgo para la vejiga hiperactiva, aunque no hay información suficiente acerca de si la medicación para reducir la ansiedad mejora o no los síntomas de la vejiga.

¿Se puede prevenir?

Según Griswold, la micción por ansiedad no se cura por sí sola. Y el hecho de beber menos agua, solo hará que te deshidrates y, en consecuencia, provocaría más ansiedad.

Evitar los alimentos y las bebidas que pueden aumentar la micción, como el café y el alcohol, puede ser útil. No hará una gran diferencia, pero los diuréticos aumentan las ganas de orinar, lo que hará que el agua pase a través de tu cuerpo más rápidamente.

La experta sugiere relajar los músculos abdominales con un ejercicio conocido como "Relajación muscular progresiva", que implica cansar los músculos para relajar el cuerpo de una manera lenta y ordenada. La idea es que, al eliminar progresivamente la tensión muscular, te sentirás mejor física y mentalmente.

Aquí el paso a paso:

· Levántate derecho y con el equilibrio sobre ambas piernas.

· Tensa el músculo del pie derecho lo más fuerte que puedas durante 10 segundos.

· Libera el músculo.

· Tensa el músculo del pie izquierdo tan fuerte como puedas durante 10 segundos.

· Libera elmúsculo.

· Continúa con cada músculo de tu cuerpo uno a la vez (incluso, los del rostro) hasta que hayas tensado todos los músculos.

Si tienes dudas, consulta con un profesional de la salud.