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¿El final de los partos programados?

Muchas mujeres temen no poder parir de forma natural y espontánea. Ahora la Organización Mundial de la Salud (OMS) les da la razón y arremete contra el exceso de medicación y las intervenciones programadas

Programación, inducción, corte, extracción y sutura. Este es el protocolo a seguir en la mayoría de los partos, sin dar opciones a la madre de a luz a su ritmo. (Foto: Getty)
Programación, inducción, corte, extracción y sutura. Este es el protocolo a seguir en la mayoría de los partos, sin dar opciones a la madre de a luz a su ritmo. (Foto: Getty)

En España, como en muchos otros países, se han puesto de moda los partos programados. En concreto, según el estudio Nacer en Horario Laboral de la asociación El Parto es Nuestro, se contabilizan un 19,4 por ciento de inducciones, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que “la inducción al parto debe reservarse para indicaciones médicas específicas y ninguna región debería tener más de un 10% de inducciones”.

Programar los partos por razones no médicas, sino de agenda, pone en riesgo la salud de mujeres y bebés y desatiende las recomendaciones de la OMS

El organismo rechaza la referencia utilizada en todo el mundo en el trabajo de parto para la dilatación del cuello del útero a una tasa de 1 centímetro por hora, al considerarla “no es realista” y usualmente conduce a la excesiva realización de cesáreas.

“Lo que ha estado pasando en las últimas dos décadas es que estamos teniendo más y más intervenciones que son realizadas innecesariamente a las mujeres”, cuenta el Dr. Olufemi Oladapo, médico y funcionario del departamento de salud reproductiva e investigación de la OMS.

“Cosas como las cesáreas o el uso de un medicamento llamado oxitocina para acelerar el trabajo de parto se están volviendo muy frecuentes en varias partes del mundo”, añade el experto.

La analgesia epidural se utiliza como método de alivio del dolor de las contracciones pero no está libre de riesgos y tiene efectos secundarios que hay que valorar. (Foto: Getty)
La analgesia epidural se utiliza como método de alivio del dolor de las contracciones pero no está libre de riesgos y tiene efectos secundarios que hay que valorar. (Foto: Getty)

En concreto, se refirió a la forma sintetizada de una hormona natural regularmente inyectada por vía intravenosa a las mujeres para producir contracciones, acelerando el nacimiento para evitar complicaciones.

En la década de 1950, el obstetra estadounidense Emanuel Friedman estudió la progresión del trabajo de parto y estableció una guía que indicaba que el cuello del útero de la mujer debe dilatarse a una tasa de 1 centímetro por hora en la primera etapa.

Cada vez hay más hospitales que cuentan con unidades de Parto Natural, con espacios humanizados y respetuosos, sin inducción química ni aparatología. (Foto: Getty)
Cada vez hay más hospitales que cuentan con unidades de Parto Natural, con espacios humanizados y respetuosos, sin inducción química ni aparatología. (Foto: Getty)

La OMS considera un mejor umbral 5 centímetros de dilatación durante las primeras 12 horas para una madre primeriza y 10 horas en los siguientes partos. No obstante, advierte de que durante ese tiempo es necesario monitorear de cerca los signos vitales de la madre y los latidos del corazón del bebé.

¿Te gustaría tener más tiempo para dar a luz y tomar decisiones durante el parto?

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