Yahoo Estilo Por qué aparecen los juanetes y cómo aliviar esta dolorosa protuberancia
De un día para otro empecé a sentir una protuberancia discreta en el lado externo del pie. Más abajo de mi meñique regordete. Como una curvita más notoria que, una tarde de entrenamiento intenso, creció un poco y empezó a doler. Era un juanete, sí. Pero no estaba donde frecuentemente lo había visto en otras personas. Se trata del juanete de sastre.
Aunque no es tan común como el hallux valgus, el juanete de sastre, también llamado bunionette o juanetillo también es frecuente, no es nada estético y puede ser doloroso.
Se trata de una protuberancia en el quinto hueso metatarsiano, en la base del dedo pequeño del pie, y debe su nombre a los sastres justamente, quienes se sentaban con esa parte del pie contra el suelo para trabajar y con el roce, se producía la lesión.
Aunque su tratamiento no es único ni sencillo, tal como ocurre con el hallux valgus, sí puede aliviarse con tratamiento médico, terapia, remedios caseros e incluso con intervención quirúrgica en caso de la intensidad del dolor y la deformación, según el diagnóstico del especialista.
Por qué ocurre
Según Foot Health Facts, publicación del Colegio Americano de Cirujanos del Pie y del Tobillo, la causa más común del juanete de sastre es un defecto hereditario en la estructura mecánica del pie. Esto hace que, con el tiempo, se desarrolle la protuberancia al proyectarse hacia afuera el último hueso del metatarso, y hacia adentro el dedo más pequeño. Este bulto se irrita y molesta al roce y cuando los zapatos ejercen presión.
Adicionalmente, el fisioterapeuta Jorman Lamas, explica que una mecánica incorrecta en el pie, ejercida durante años, puede concluir en esta deformidad. Por ejemplo, las personas que tienen el pie supino, apoyan todo el peso corporal en el borde externo del pie. Asimismo, el pie plano está asociado a esta deformidad.
Por último, el uso del calzado inadecuado es determinante en la aparición de esta y muchas otras dolencias del pie. Los zapatos puntiagudos o más angostos hacia la punta y los tacones muy altos ejercen presión y estimulan la deformación.
Por otra parte, puede ser que en lugar de ser un cambio en el marco óseo del pie, el juanete sea un espolón óseo, que es un crecimiento del hueso al costado de la cabeza del quinto hueso metatarsiano.
En todo caso, los síntomas son muy parecidos a los del juanete en la base del dedo gordo: dolor en el saliente, hinchazón y enrojecimiento. Estos síntomas empeoran con el uso del calzado inadecuado, más estrecho hacia la punta, pues lo presiona constantemente.
Soluciones caseras para aliviar el juanete de sastre
Además de elegir mejor los zapatos, por el bien de nuestra salud, y seguir el tratamiento de antiinflamatorios que recete el especialista, existen algunos métodos naturales que pueden ayudarnos a aliviar las molestias que esta protuberancia ocasiona.
El Colegio Americano de Cirujanos del Pie y del Tobillo recomienda el uso de hielo para disminuir la inflamación y aliviar el dolor. Debe aplicarse envuelto en un paño delgado y tener cuidado de no ponerlo directamente obre la piel.
Por otra parte la sabiduría popular ofrece los beneficios de las sales inglesas o de Epsom, las cuales son muy eficientes también en el tratamiento para el mal olor de pies. Se usan agregando dos cucharadas en un recipiente con agua tibia. Deben sumergirse los pies durante unos 20 minutos.
Además, también se le adjudican beneficios al aceite de lavanda: es calmante, mejora la hinchazón y alivia el dolor. Se aplica preferiblemente tibio, y frecuentemente mezclado con aceite de almendras, masajeando los pies todas las noches. También es recomendable el aceite de eucalipto.
Otro remedio casero tradicional se prepara moliendo hojas de laurel, que deben dejarse macerar en alcohol durante un mínimo de cinco días. Se aplica cada noche masajeando después del lavado de pies.
Con respecto a la intervención quirúrgica para eliminarlo, el doctor Daniel Peña La Grave, médico traumatólogo, especialista en cirugía del pie y tobillo explica que es muy frecuente la solicitud de operación con fines estéticos, pero él recomienda que si no hay dolor ni una deformación realmente avanzada es mejor no intervenir, porque suelen ser operaciones dolorosas y con una recuperación complicada. Sin embargo, asegura que las técnicas actuales han mejorado en cuanto a procedimiento y anestesia, lo que quiere decir que tienen mejores resultados.
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