El mal uso de los audífonos y otros hábitos que pueden dañar tu salud cerebral

Ingerir demasiados alimentos azucarados, usar audífonos a volumen muy alto y pasar demasiado tiempo conectado a los dispositivos electrónicos son malos hábitos que pueden dañar nuestra salud cerebral. (Getty Creative)
Ingerir demasiados alimentos azucarados, usar audífonos a volumen muy alto y pasar demasiado tiempo conectado a los dispositivos electrónicos son malos hábitos que pueden dañar nuestra salud cerebral. (Getty Creative)

Aunque tengamos 30, 40 o 50 años, para muchos, la voz de nuestra madre retumba en nuestros oídos: “Bájale volumen… aunque tengas audífonos puedo escuchar lo que oyes”. Y aunque no siempre le hacíamos caso, tenía sus razones para insistir en esa y otras recomendaciones, pero claro, no las escuchábamos. Hoy se sabe que muchos de esos malos hábitos pueden dañar nuestra salud cerebral.

Se ha demostrado que algunos hábitos comunes afectan nuestra salud mental y nuestro ánimo. Por ejemplo, caminar encorvado y cabizbajo está asociado con pensamientos pesimistas, mientras que, según una investigación publicada en Perspectiva de promoción de la salud, una caminata enérgica y rápida mejora significativamente el estado de ánimo, además de ayudar a regular el azúcar en la sangre.

Pero además, hay acciones y hábitos muy comunes que podrían estar dañando nuestro cerebro. Según reseña la revista Vogue, el doctor Daniel G. Amen, reconocido psiquiatra y neurocientífico, advierte que hay algunos de estos que son realmente peligrosos, y el mal uso de los audífonos es uno de ellos.

Según investigaciones, la exposición a altas intensidades de sonidos puede afectar los mecanismos de aprendizaje y memoria. (Getty Creative)
Según investigaciones, la exposición a altas intensidades de sonidos puede afectar los mecanismos de aprendizaje y memoria. (Getty Creative)

Según una investigación publicada en Brain Research, y en la cual se trabajó con animales, “la exposición a altas intensidades de sonidos puede afectar los mecanismos de aprendizaje y memoria”, pero incluso se demostró que esto afecta morfológicamente las células del hipocampo.

“Pudimos determinar que una única exposición al ruido durante dos horas es suficiente para generar un daño celular y una alteración en la conducta”, dijo Laura Guelman, investigadora adjunta del Centro de Estudios Farmacológicos y Botánicos y coordinadora del estudio.

Otro hábito mencionado por Amen que puede afectar la salud de nuestro cerebro está relacionado con el consumo excesivo de azúcar. Según un artículo de la Fundación Dacer, dedicada a la salud y rehabilitación neurológica, investigaciones sugieren que este mal hábito puede causar inflamación en el cerebro, causando alteraciones en la memoria.

Además, una alimentación abundante en azúcares reduce la producción de una sustancia química del cerebro que es fundamental para el aprendizaje y la formación de nuevos recuerdos. Adicionalmente, los valores bajos de esta sustancia se relacionan con el Alzheimer y la demencia.

Un hábito que sorprendentemente también puede afectar nuestro cerebro es inhalar vapores tóxicos de los productos de limpieza. ¡Sí! Aunque parezca increíble, respirar esos gases con frecuencia pueden ser muy nocivos.

Usar productos de limpieza tóxicos puede afectar el sistema nervioso si respiramos de forma frecuente sus vapores. (Getty Creative)
Usar productos de limpieza tóxicos puede afectar el sistema nervioso si respiramos de forma frecuente sus vapores. (Getty Creative)

El doctor Rahman Zamani dijo a Vogue que, a largo plazo, usar productos de limpieza tóxicos puede afectar el sistema nervioso, entre otros. Además, aspirar estos vapores también se asocia a terribles enfermedades como cáncer cerebral y leucemia. Lo más recomendable es siempre usar estos productos en lugares ventilados o elegir opciones naturales para limpiar.

Algunas recomendaciones para optimizar la salud cerebral, es decir, lo que sí debemos hacer para mantener el cerebro en óptimo funcionamiento, son mantener la hidratación adecuada del organismo, incluir en nuestra alimentación vegetales y verduras, evitar el consumo de alcohol, y hacer de la práctica de actividad física un hábito permanente.

Asimismo evitar el sedentarismo, el aislamiento, y estar demasiadas frente a los aparatos electrónicos, así como socializar, hacer actividades en grupo, reunirse con los amigos, son formas de robustecer nuestra salud cerebral y emocional.

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