El motivo por el que nunca deberías reutilizar una botella de plástico

Es un clásico de la nevera, y más aún en verano: muchos guardan las botellas de plástico para llenarlas de agua, de gazpacho o de un batido y así enfriar su contenido. Aunque una de ellas solo cueste céntimos de euro, nos encanta ‘reciclarlas’.

Pero jamás deberíamos tener en nuestras manos una botella de plástico más de tres días. Sí, puede parecer un comentario atroz y cero ecológico, pero es la realidad. A partir de las 72 horas, estos artículos empiezan a degradarse y contaminan los líquidos que contengan.

No reutilices las botellas de plástico (Wikimedia Commons)
No reutilices las botellas de plástico (Wikimedia Commons)

Así fue demostrado por este estudio científico en el que se analizaron las botellas de plástico utilizadas durante una semana por un grupo de deportistas. En tan solo 7 días, una gran cantidad de bacterias aparecieron en las unidades reutilizadas. En concreto, 300.000 unidades por centímetro cuadrado. Los responsables del trabajo compararon el nivel del microorganismos de una manera muy gráfica: “peor que la taza de un retrete”. Además, el 60% de las bacterias encontradas podrían causar algún problema de salud.

Pero las bacterias no son el único problema de estas botellas reutilizadas. Cuánto más se usen, su plástico se va degradando y el liquido que contengan se irá contaminando con elementos químicos.

Está demostrado científicamente que los recipientes de plástico rígido a base de policarbonato que contienen el aditivo BPA o Bisfenol A sí lo pueden liberar sobre el contenido. Un estudio realizado en Estados Unidos asegura que el 90% de la población de este país tiene restos de esta sustancia en su cuerpo.

El Bisfenol A o BPA es un producto químico muy común asociado a los envases de policarbonato y utilizado para fabricar todo tipo de termoplásticos moldeables como botellas, recipientes de alimentos o incluso en algunas prendas.

En grandes cantidades, el Bisfenol puede ser tóxico y causar problemas endocrinos. Pero las que emanan de una botella de plástico no son peligrosas y por eso no no han sido prohibidas por ningún organismo regulador. Pero aún así, es mejor no reutilizar estos recipientes y decantarse por botellas de cristal o metálicas: no solo nos lo agradecerá nuestro cuerpo sino también el planeta.