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El patriotismo de banderas refleja el respaldo a Rajoy respecto a Cataluña

En la imagen, un empleado en una fábrica de banderas en Colmenar Viejo el 17 de octubre de 2017. REUTERS/Juan Medina

Por Isla Binnie

MADRID (Reuters) - En la fábrica de José Luis Sosa-Días, cerca de Madrid, tiras de poliéster rojo y amarillo son cosidas y planchadas por trabajadores que se apresuran a hacer frente a pedidos de la bandera de España tras un importante aumento de las ventas en las últimas semanas.

La exhibición patriótica de la bandera es poco frecuente en España, donde a muchos el gesto todavía recuerda a la dictadura franquista. Sin embargo, el impulso independentista de Cataluña ha exacerbado el sentimiento de patria, y con éste, la demanda de banderas.

"En 50 días aproximadamente hemos vendido unas 35.000 banderas. La venta normal de un mes pueden ser 500-600 banderas en España mas o menos", dijo Sosa-Días, originario de Uruguay. "En 38 anos que llevo en España es la primera vez que veo tantas banderas colgadas en las casas y balcones y en las manifestaciones de los españoles diciendo 'yo soy español'".

Dichas exhibiciones reflejan un patriotismo creciente que respalda al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en su firmeza contra Cataluña que, por otro lado, lo que por otro lado dificulta también llegar a un compromiso con la región.

Dicho patriotismo estuvo presente cuando cientos de miles de españoles se manifestaron en Madrid y Barcelona en apoyo de la unidad después del referéndum soberanista celebrado en Cataluña el 1 de octubre pese a ser considerado ilegal por el Gobierno central.

Según un sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la preocupación entre los españoles por la independencia de Cataluña se triplicó en septiembre en comparación con agosto.

Mientras que la mayoría dice sentir que tienen una identidad nacional a la vez que una regional, según el sondeo, el 66 por ciento de los entrevistados no apoya dar más autonomía a las 17 comunidades del país, algo que también predica Rajoy.

Entre los votantes que simpatizan con el Partido Popular esta cifra se dispara al 87 por ciento.

"El conflicto identitario nacionalista se está trasladando desde Cataluña al resto del estado", dijo Lluís Oriols, profesor asociado de política en la Universidad Carlos III de Madrid.

Orriols dijo que el Gobierno podía por tanto concluir que tiene las de ganar si adopta una postura más estricta.

"LA UNIDAD ESTÁ EN JUEGO"

Esta nueva voluntad por ondear la bandera nacional no ha ido acompañada de un resurgir del patriotismo de extrema derecha, pese a los intentos de los secesionistas catalanes de asociar el patriotismo español con Franco.

Tan solo algunas personas que vestían la bandera nacional fueron vistos haciendo saludos fascistas y, en cambio, en las manifestaciones unionistas se pudieron apreciar muchas familias con niños arropados con la bandera.

La bandera tiene una larga historia. Su diseño básico de anchas rayas rojas y una amarilla ha sido la misma desde 1785, con tan solo cambios en el escudo de armas. Sin embargo, hasta ahora había sido poco habitual ver su exhibición en público, excepto en ocasiones relacionadas con el deporte.

Las tiendas que comercializan banderas en la capital dicen que la demanda durante la crisis catalana ha superado con creces las ventas registradas cuando España ganó el Mundial de Fútbol en 2010.

"Esto ha duplicado, triplicado o cuadriplicado el mundial. Ya hemos perdido la cuenta sinceramente", dijo Ángel Paniagua, dueño de la tienda de textiles Fieltros Olleros cerca de la calle Mayor de Madrid. "Quedamos sin stock entre cuatro y cinco veces. Todo el mundo está comprando banderas, ha sido impresionante".

Mientras las furgonetas de la fábrica de Sosa-Días abastecían con miles de banderas las manifestaciones en Madrid y Barcelona, muchos ciudadanos de a pie dijeron que ellos simplemente querían demostrar que apoyaban a las instituciones del Estado.

David Rodríguez, de 40 años y propietario de una empresa de tecnologías de la información, dijo que colgó la bandera en la fachada de su casa de El Escorial (Madrid) después de que la policía fuese criticada por utilizar balas de goma y porras para impedir el referéndum catalán.

"En mi caso fue por un apoyo a la fuerza del orden y de seguridad", dijo Rodríguez. "Fue un gesto simplemente de solidaridad".

Con la posibilidad de suspender la autonomía de Cataluña sobre la mesa, otros dijeron que querían mostrar su apoyo a la "mayoría silenciosa" de catalanes partidarios de seguir formando parte de España.

"En cuestiones de fútbol, todo el mundo lleva la bandera española y no resulta raro. Cuando es político, a todo el mundo le da miedo, pero la bandera es la bandera de los españoles", dijo Raimundo Nieto, un director financiero jubilado de 65 años. "Ahora mismo lo que está en juego es la unidad de España".