El plan (de vida) que te ayudará a conseguir unos pulmones sanos

En el Día Mundial del Pulmón, los neumólogos nos recuerdan las medidas preventivas (a nuestro alcance) para cuidar la salud de nuestros pulmones y reducir así el riesgo de las enfermedades respiratorias

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Camina también con la espalda recta y la mirada al frente para facilitar la respiración. (Foto: Getty)

Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondiente al año 2017, el cáncer de bronquios y pulmón es la tercera causa de muerte tras las enfermedades isquémicas del corazón y las enfermedades cerebrovasculares.

Casi 48.000 defunciones que convierte a las enfermedades respiratorias en un problema de salud global y un motivo por el que las Sociedades Internacionales Respiratorias (FIRS, en su acrónimo inglés) celebran cada 25 de septiembre el Día Mundial del Pulmón. ¿El objetivo? Reclamar el derecho de todos los ciudadanos a respirar un aire limpio y tener unos pulmones sanos.

Pero no solo en España sino en todo el mundo, el impacto de las enfermedades respiratorias suponen una inmensa carga de salud tal y como muestran las cifras que el FIRS ha publicado y por las que reclama una acción global:

  • 65 millones de personas sufren de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y 3 millones mueren a causa de ella cada año, lo que la convierte en la tercera causa de muerte en todo el mundo.

  • 10 millones de personas desarrollan tuberculosis y 1,6 millones mueren a causa de ella cada año, lo que la convierte en la enfermedad infecciosa letal más común.

  • 1.76 millones de personas mueren de cáncer de pulmón cada año, lo que lo convierte en el cáncer evitable más mortal y el que más preocupa a los oncólogos.

  • 334 millones de personas sufren de asma, lo que la convierte en la enfermedad crónica más común de la infancia. Afecta al 14 por ciento de los niños en todo el mundo, y está en aumento.

  • La neumonía mata a millones de personas cada año, lo que la convierte en una de las principales causas de muerte entre los más jóvenes y los más ancianos.

  • El 91 por ciento de la población mundial vive en lugares donde la calidad del aire excede los límites de las directrices de la OMS.

Sin prevención es imposible frenarlas

Para los neumólogos, la prevención es la herramienta más eficaz para bajar estas cifras con medidas como no fumar, reducir la contaminación y promover la vacunación y el ejercicio físico.

“Las enfermedades respiratorias además de una elevada mortalidad, son un paradigma de cronicidad y su incremento es constante”, explica el doctor Agustín Valido, director del comité de Relaciones Institucionales de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), “sin embargo la mayoría de ellas son prevenibles al evitar el tabaquismo y al mejorar la calidad del aire que respiramos”.

Mejorar la calidad del aire es la medida fundamental. “Eliminar el humo de tabaco y reducir la contaminación tanto exterior como interior reduciría el número de afectados de EPOC, asma o cáncer de pulmón” añade el doctor Carlos Andrés Jiménez-Ruiz, presidente de SEPAR. “También hay medidas que dependen directamente de la práctica médica y asistencial que nos permitirán reducir estas cifras, como por ejemplo la vacunación antigripal o antineumocócica o la práctica habitual de ejercicio físico”.

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Los expertos de SEPAR consideran que la mayoría de las enfermedades respiratorias son prevenibles, por lo que es necesario tomar conciencia de ello y adoptar las medidas oportunas. Entre ellas, acudir a las revisiones periódicas. (Foto: Getty)

Deja de fumar

No sólo se trata de no fumar o dejar de hacerlo, sino de no estar expuesto en ningún momento al humo de los cigarrillos.

“El 80 por ciento de los casos de cáncer de pulmón está relacionado con el tabaco”, recuerda el doctor Javier de Castro, oncólogo médico del Hospital Universitario La Paz de Madrid y especialista en tumores torácicos. “Existen también casos de cáncer de pulmón entre no fumadores, pero sin el tabaco, estaríamos hablando de una enfermedad rara y no de la epidemia que afrontamos en la actualidad”.

Además, el cáncer de pulmón se suele diagnosticar en fases avanzadas, cuando la curación es más difícil. ”Esta enfermedad tiene una alta mortalidad, aunque su diagnóstico precoz puede reducirla y mejorar las tasas de supervivencia de las personas afectadas. Con la implantación de programas de cribado, se podrían detectar más casos en estadios iniciales y mejorar la supervivencia del cáncer de pulmón”, destaca el doctor Juan Carlos Trujillo, cirujano torácico y coordinador de Oncología Torácica de SEPAR. La aplicación de programas de cribado en cáncer de pulmón ya se han implantado en Estados Unidos y otros países europeos con sistemas sanitarios más similares al nuestro, demostrando unos buenos resultados.

Por otro lado, según el presidente de la Asociación para la Investigación de Cáncer de Pulmón en Mujeres (ICAPEM), este tumor se está feminizando y podría ser el más frecuente en mujeres en pocos años. Esto podría ser la razón de que las enfermedades de reproducción, cardiovasculares y osteoporosis sean más frecuentes entre las mujeres fumadoras.

¡Vacúnate!

Por su parte, el doctor David de la Rosa, coordinador del Área de Tuberculosis e Infecciones Respiratorias de SEPAR, recuerda que la principal forma de prevención de la neumonía es la vacuna.

“La vacuna antineumocócica puede administrarse a cualquier edad a partir de las 6 semanas de vida. De un modo general, se recomienda la vacunación frente al neumococo a los mayores de 65 años o a aquellas personas de cualquier edad que presentan enfermedades crónicas respiratorias, hepáticas, renales, cardiovasculares, diabetes, tabaquismo y alcoholismo. También se recomienda en pacientes inmunodeprimidos, con fístula del líquido cefalorraquídeo, implantes cocleares o asplenia (ausencia de bazo)”.

En cuanto a las dudas y polémicas que surgen cada año sobre la vacuna antigripal, el Dr. de la Rosa argumenta que son más los beneficios que los riesgos que ésta supone, pues mediante la vacunación se puede prevenir la gripe con una eficacia del 40-60 por ciento y, en el caso de contraerla, disminuye su gravedad.

En consecuencia, deben vacunarse cada año las personas mayores de 65 años, embarazadas en cualquier trimestre de la gestación, pacientes que tienen enfermedades crónicas o personal de trabajos relacionados con servicios a la comunidad como profesionales sanitarios, policía o bomberos.

Huye del tráfico

En cuanto la contaminación, se sabe que es la causa del desarrollo o empeoramiento de enfermedades respiratorias como el cáncer de pulmón, las neumonías, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica o el asma, de infecciones respiratorias agudas y de otros muchos efectos dañinos para la salud. La mala calidad del aire puede matarnos, literalmente, al aumenta el riesgo de sufrir crisis respiratorias, ataques cardíacos y derrames celebrales.

Y sin embargo, “el 35 por ciento de la población española respira aire contaminado”, apunta la doctora Isabel Urrutia Landa, neumóloga y coordinadora del Área de Enfermedades Respiratorias Ocupacionales y Medioambientales de SEPAR, “por eso desde nuestra Sociedad científica nos sumamos y apoyamos todas las iniciativas y experiencias que buscan reducir los niveles de contaminación”.

A nivel individual, añade la experta, la gente debería evitar, en la medida de lo posible, lugares de alta contaminación como pueden ser zonas con mucho tráfico de vehículos o zonas industriales de mucha producción de humos. En los casos que se pueda tomar caminos alternativos.

Además aconseja utilizar mascarilla siempre que se usen productos químicos o sustancias que puedan desprender vapores (ojo con los productos de limpieza caseros), así como cuando se realicen trabajos en los que puedan producirse partículas en suspensión.

Cuida tu postura

Andar todo el día encorvado y sentarse ‘retorcido’ no sólo daña tu columna, también dificulta la respiración. Sin embargo, hay posturas que contribuyen a mejorar la salud de tus pulmones haciendo que se expandan y recuperando capacidad pulmonar. Practicar Yoga, Pilates o hacer meditación harán que poco a poco vayas corrigiendo los vicios posturales y fortalezcas tu core (tronco y abdomen)

Muévete

El deporte y la actividad física mejoran la capacidad pulmonar ya que tus pulmones se ensanchan con el deporte y cogen más aire. Está demostrado que también es beneficioso si se sufre una enfermedad respiratoria. Por ejemplo, los enfermos de EPOC reducen un 40 por ciento el riesgo de muerte si hacen ejercicio físico controlado.

De hecho, evitar el sedentarismo y fomentar unos hábitos de vida en el que se reduzcan las horas de permanecer sentados o tumbados ayuda a mejorar sensiblemente el estado de salud de los pulmones. Y ya sabes, salir a caminar todos los días es el mejor ejercicio (estos son los pasos que realmente necesitas dar para vivir más) excepto con niveles de contaminación elevados, ya que anula sus beneficios.

También puedes planificar salidas al campo o excursiones a entornos naturales con mucha vegetación. Si no puedes, al menos trata de pasear por los parques y jardines de tu ciudad o los que haya cerca de tu casa.

Purifica tu casa

Por otra parte, la OMS alerta que el aire que se respira en casa puede estar contaminado por radón, un gas de origen natural que procede de la desintegración de sustancias de las rocas y el suelo. Ventila tu casa a diario para eliminarlo, y utiliza purificadores de aire para ello.

Come bien y evita la obesidad

El sobrepeso dificulta el trabajo de los pulmones. El exceso de grasa puede acumularse en la barriga, y un abdomen abultado dificulta la respiración porque eleva el diafragma, que aprieta la caja torácica y limita la función pulmonar.

De modo que una dieta equilibrada rica en frutas y verduras favorecerá el correcto funcionamiento de nuestros pulmones.

Y no olvides que debes respetar las horas de descanso. Los trastornos en el sueño afectan principalmente al sistema nervioso. Esta afección puede derivar en perjuicios en otros órganos como pueden ser los pulmones.

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