El sorprendente motivo por el que nos deprimimos más en invierno

El frío y la (escasa) luz solar no son los únicos factores que te hacen estar desanimado. Investigadores hallan una relación directa entre la depresión invernal y el color de los ojos

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Más conocido por sus siglas anglosajonas SAD (‘triste’ en inglés), el trastorno afectivo estacional o depresión invernal hace referencia a cambios de humor graves que experimentan algunas personas durante el otoño y el invierno, cuando hay menos exposición a la luz solar. (Foto: Getty)

Un clima desapacible, días más cortos con menos horas de luz, más trabajo y menos ocio… Siempre hemos pensado que estas son algunas de las causas de que el otoño y el invierno se nos haga tan cuesta arriba, y haya incluso dado lugar a un fenómeno que se conoce como trastorno afectivo estacional (TAE o SAD, por sus siglas en inglés), y que podría explicar por qué las personas se sienten desmotivadas, irritables y letárgicas en los meses de invierno. Para algunos, la condición puede ser grave y debilitante.

Algunas teorías, como la hipótesis de latitud, han probado que el TAE se desencadena por una menor exposición a la luz solar durante el invierno, lo cual hace que sea más común sufrirlo en los países que están más alejados del ecuador (como Suecia, Finlandia, Rusia o Islandia).

Sin embargo, otros trabajos aseguran que esto sucede cuando nuestro ritmo circadiano se interrumpe a medida que los días se acortan afectando a la calidad del sueño.

Quienes tienen ojos color marrón presentan mayor riesgo de padecer depresión. (Foto: Getty)
Quienes tienen ojos color marrón presentan mayor riesgo de padecer depresión. (Foto: Getty)

Sin embargo, podría existir un motivo oculto para esa desazón. La ciencia ha establecido un curioso vínculo entre el color de los ojos y este trastorno invernal. La evidencia sugiere que el color de los ojos de un individuo está asociado con su riesgo de desarrollar un trastorno afectivo estacional.

Un estudio realizado por un equipo de la Universidad de Gales reveló que las personas con los ojos oscuros son más propensas a padecer el ‘winter blues’ o depresión invernal que aquellas que los tienen de color azul, se acuerdo con lo publicado en Newsweek.

Para llegar a esta conclusión los investigadores realizaron una encuesta a 175 estudiantes de diferentes universidades europeas, que demostró que existen diferentes estados anímicos según las las estaciones del año, y que la diferencia se marca de acuerdo al color de los ojos.

Menos luz en el cerebro

La explicación puede estar en las células retinales que conectan con el hipotálamo, una región del cerebro que produce hormonas vinculadas al estado de ánimo y los ciclos de sueño. Y dado que los ojos azules son más sensibles a la luz que los oscuros, las personas que los tienen de ese color acusan menos los efectos de la escasez de luz solar durante los días de invierno.

“A través de los ojos azules entra más luz al cerebro, produciendo una mayor reducción de melatonina durante el día, lo que significa que las personas con los ojos claros son menos propensas a padecer el trastorno“, explicó a The Conversation el doctor Lance Workman, unos de los autores.

El estudio, presentado en la conferencia anual de de la Sociedad Británica de Psicología en la ciudad de Nottingham, también descubrió que la incidencia en las mujeres de la depresión estacional es un 40 por ciento mayor que en los hombres, y las razones de esta predisposición probablemente son genétic. Este dato se desprende de otro estudio presentado en la misma conferencia realizado sobre la base de una encuesta en línea a 2.031 adultos. Por cada 100 hombres con trastorno afectivo estacional había 140 mujeres con el mismo problema.

(Foto: Getty ImagesPhilipp Konrad / EyeEm)
Las personas con ojos claros acusan menos los efectos de la escasez de luz solar durante los días de invierno. (Foto: Getty ImagesPhilipp Konrad / EyeEm)

Los síntomas (tristeza, desinterés, cansancio, trastornos del sueño, cambios de peso o apetito) comienzan en otoño y continúan durante los meses de invierno, reduciendo tu energía y haciéndote sentir de mal humor. Como ocurre con otras formas de depresión, el TAE está infradiagnosticado y muchas personas reciben un tratamiento inadecuado, lo que lo vuelve aún más peligroso ya que con frecuencia se asocia al alcoholismo y tasas elevadas de suicidio.

Practicar deporte en los días soleados del invierno, cuidar la alimentación, respetar las horas de sueño y pintar las paredes de casa en tonos claros que reflejen la luz ayudará a mejorar tu estado de ánimo. La música, la danza, el teatro, la pintura y la escritura son otras actividades que pueden ayudarte a encontrarte mucho mejor. En caso necesario podrías someterte a fototerapia o estimulación lumínica artificial una media hora al día. Consulta con tu médico estas y otras opciones si te sientes mal.

¿Te sientes más decaído en invierno?

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