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El último motivo (de peso) para descalzarse al llegar a casa

Al quitarte los zapatos reduces las opciones de que las bacterias de la diarrea o la meningitis se extiendan por toda la casa, y además… ¡no engordas!

Quitarte los zapatos evita que aumentes de peso, ¿cómo te quedas? (Foto: Getty)
Quitarte los zapatos evita que aumentes de peso, ¿cómo te quedas? (Foto: Getty)

Cada vez choca menos que alguien nos pida quitarnos los zapatos para entrar en su casa y nos ofrezca unas babuchas para pasear tranquilamente por su hogar. “Otro maníatico de la limpieza”, pensamos mientras rogamos no tener un tomate en los calcetines.

Sin embargo, esta costumbre asiática que ya es típica también en países como Noruega, Suecia o Canadá no responde, exclusivamente, a criterios culturales o de educación, sino que suele hacer por higiene o salud (lo cual es bastante razonable).

Y a partir de ahora, puede que se haga motivos estéticos, ya que a los múltiples beneficios demostrados por la ciencia, hay que añadir este: descalzarse al llegar a casa ayuda a no engordar. El estudio, realizado por equipos de las universidades de Aveiro y Beira, en Portugal, sugiere que un hecho tan sencillo como el de descalzarnos antes de entrar en casa puede ayudarnos a evitar ese indeseado aumento de peso, según publica Quo.

Los zapatos son un imán para los microorganismos y coleccionan bacterias peligrosas que pueden poner en riesgo nuestra vida(Foto: Getty)
Los zapatos son un imán para los microorganismos y coleccionan bacterias peligrosas que pueden poner en riesgo nuestra vida(Foto: Getty)

Tal y como sospechábamos, los zapatos son el medio de transporte de un porrón de agentes químicos contaminantes conocidos como ‘obesógenos’, que son sustancias que nos están haciendo engordar sin darnos cuenta porque interfieren con nuestro sistema hormonal, causando alteraciones a todos los niveles de nuestro metabolismo.

Según los investigadores, los humanos ingerimos una media de 50 miligramos de polvo al día, y los niños pequeños el doble de esa cantidad.

Por eso, lo mejor para evitar alteraciones metabólicas es evitar en lo posible la presencia de obesógenos en nuestro hogar y ¡cuidado! que muchos productos cosméticos y de limpieza son fuente de estos mismos agentes químicos. Así que, en la medida de lo posible, trata de reduce su uso al mínimo necesario.

Por cierto, entre los productos químicos más conocidos que pueden ser obesógenos están:

  • Humo de cigarro.

  • Contaminación del aire.

  • El tributilestaño.

  • Retardantes de llama.

  • Ftalatos, una amplia clase de productos químicos que se añaden a muchos productos de consumo para hacerlos más suaves.

  • El bisfenol A, presente en biberones, plásticos y alimentos enlatados y asociados con la obesidad y el cáncer.

  • Algunos pesticidas.

  • Bifenilos policlorados (PCB), productos químicos industriales que se utilizaron ampliamente en el pasado en productos como pinturas, cementos, balastos de luz fluorescente, selladores y adhesivos.

Caminar descalzos por casa nos ayudará a prevenir la propagación de gérmenes que provocan enfermedades comunes.(Foto: Getty)
Caminar descalzos por casa nos ayudará a prevenir la propagación de gérmenes que provocan enfermedades comunes.(Foto: Getty)

Además, los zapatos son una suerte de zoo de microorganismos, y coleccionan bacterias peligrosas que pueden poner en riesgo nuestra vida. Otro estudio publicado en el New England Journal of Medicine, demostró que alrededor de medio millón de personas están infectadas con una bacteria llamada Clostridium difficile, responsable de enfermedades gastrointestinales.

En concreto, un 26,4 por ciento tiene la bacteria Clostridium difficile (responsable de 29.000 muertes en EEUU en 2011), y hay investigaciones similares que apuntan a que al menos un 40 por ciento de los zapatos tenían Listeria monocytogenes en 2015. En 2014, sin ir más lejos, expertos alemanes descubrieron que una cuarta parte de las botas empleadas en las granjas contenían E.coli.

La toxina producida por la C. difficile en algunos casos provoca diarrea acuosa y, de no solucionarse a tiempo, puede derivar en una inflamación del colon (colitis seudomembranosa) que pone en riesgo nuestra vida.

Por si no fuera sufiente, otro estudio de la Universidad de Arizona, demostró que tras dos semanas de uso se pueden encontrar más de 420.000 bacterias en el exterior de unas zapatillas.

Según el autor y profesor de microbiología, Charles Gerba, el 27 por ciento de las bacterias identificadas en las zapatillas eran Escherichia coli, un tipo de bacteria que vive en el intestino de humanos y animales. “La abundancia de esta bacteria puede deberse al contacto frecuente con material fecal tanto en suelos de cuartos de baño como en la calle”, explica Gerba.

También se encontraron grandes cantidades de Klebsiella pneumoniae y Serratia marcescens. La primera se relaciona con infecciones del tracto urinario, neumonías, sepsis y otras infecciones de tejidos blandos o de heridas abiertas. Mientras que la S. marcescens ocasiona casos de conjuntivitis, queratitis y otras infecciones urinarias.

¿Andas descalzo por casa o crees que estos gestos no tienen tanta importancia ni repercuten en nuestra salud?

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