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Elena Reygadas, la mejor chef del mundo que descubrió muy pronto el secreto para triunfar en México

Elena Reygadas en la cocina de su restaurante Rosetta. (Photo credit should read RONALDO SCHEMIDT/AFP via Getty Images)
Elena Reygadas en la cocina de su restaurante Rosetta. (Photo credit should read RONALDO SCHEMIDT/AFP via Getty Images)

POR Alejandro Feregrino-. Al terminar su examen profesional de la Licenciatura en Letras Inglesas en la UNAM, los sinodales le preguntaron a Elena Reygadas qué haría con su vida con el nuevo título. La respuesta seguramente los descolocó: haría las maletas y viajaría a Nueva York para convertirse en cocinera.

Entonces, ya tenía claro que la vida en las cocinas era su gran pasión; había trabajado en un par de restaurantes de la Ciudad de México e incluso se encargó del catering durante la filmación de Japón, la ópera prima de su hermano, el reconocido cineasta Carlos Reygadas, una experiencia que la marcó profundamente.

Era la primera década del año 2000 y seguramente aún no imaginaba que esa decisión la llevaría a convertirse en una de las chefs mexicanas más reconocidas en el mundo.

lena Reygadas. (Photo credit should read RONALDO SCHEMIDT/AFP via Getty Images)
Elena Reygadas. (Photo credit should read RONALDO SCHEMIDT/AFP via Getty Images)

En su carrera ha recibido algunos de los principales premios y reconocimientos, como el de Latin America’s Best Female Chef (2014) o el premio a la mejor cocinera del mundo 2023, que le acaba de otorgar la lista The World’s 50 Best Restaurants.

Tras casi un año en la Gran Manzana, viajó a Londres para continuar con su formación y trabajar en el restaurante Locanda Locatelli, propiedad del chef italiano Giorgio Locatelli, donde aprendió los secretos de la cocina italiana.

"En el momento que vi que en el restaurante se hacía la pasta fresca todos los días, el pan todos los días, se hacían helados, se hacían los postres, llegaban las anguilas vivas, los cerdos completos, cangrejos vivos, yo jamás en mi vida lo había visto", rememoró.

"Veía cómo llegaba fruta de México, fruta de Grecia, ternera de Holanda, decía ¡wow!, estamos en Londres y llega todo esto. Me acuerdo pensar que todo esto lo tenemos en México, allá no tendría yo que pedir comida de todos estos lados", dijo en una entrevista para Gatopardo.

Elena Reygadas.  (Photo by Victor Chavez/WireImage)
Elena Reygadas. (Photo by Victor Chavez/WireImage)

Volvió a México para cumplir su sueño de poner un restaurante. Inició con un proyecto llamado 'Tonalá 20' en la colonia Roma que, con el tiempo, se convirtió en Rosetta, que abrió sus puertas en 2010 y se ha colocado casi cada año entre los 50 mejores restaurantes de Latinoamérica.

Después nacieron La Panadería, Café Nin, Lardo y su taller Masa Madre, con el que surte de pan a otros restaurantes, como el mítico Pujol, de Enrique Olvera, ganándose a pulso su fama como la mejor panadera de México. Este crecimiento la ha convertido en empresaria -según El Economista, genera más de 300 puestos de trabajo-, pero ella es fiel a su concepción de la cocina.

"La comida para mí es el gusto y el olfato que están vinculados estrechamente, pero el restaurante, justo lo que para mí tiene que lograr es esa experiencia integral de cómo te sientes, si quieres hacer sobremesa, la conversación que se da a través de un plato".

Enrique Olvera es, sin duda alguna, el chef mexicano más reconocido en el mundo y es también un buen amigo de Elena Reygadas, a quien le reconoce haberse alejado del concepto de "cocina mexicana contemporánea" para crear un estilo muy personal.

"No está tratando de reinterpretar su pasado mexicano, sino cocinando lo que le gusta cocinar y lo que hace mejor. No es ni mexicana ni italiana, es una cocina de Elena", dijo a Gatopardo.

Elena asume los reconocimientos recibidos en su carrera como un trabajo en equipo, que incluye a sus socios y a todos sus colaboradores. Pero para ella, más que los premios le interesa seguir cocinando.

"Para mí el futuro es continuar luchando, continuar conociendo productos interesantes, continuar trabajando con ellos, tratar cada vez más de tener un restaurante integral que no sólo es el producto y el plato, sino también cómo te sientes, cómo te hacemos sentir cuando vienes aquí, para mí eso es lo que me importa más como cocinera".

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