Yahoo Estilo Confirmado: Esther Doña y Tamara Falcó no se hablan desde hace años
Era un secreto a voces y por fin una de las protagonistas ha querido aclarar de una vez por todas la situación. Desde hace varios años, eran muchas las voces que apuntaban a una escasa o nula relación entre Esther Doña y Tamara Falcó. La primera, última mujer de Carlos Falcó, y la última, la hija del marqués de Griñón y su ojito derecho. Desde la boda del marqués con la joven exmodelo en septiembre de 2017 hubo un antes y un después en la relación entre la hoy viuda de Falcó y la hija que él tuvo con Isabel Preysler.
Tamara Falcó siempre fue la hija predilecta del marqués y tras su muerte el pasado 20 marzo tras varios días ingresado en el hospital tras haber contraído el Covid-19, la joven recibía con sorpresa una noticia para muchos inesperada. Su padre le había dejado en el testamento como heredera del título de marquesa de Griñón, título que ostentará en unos meses cuando el rey Felipe VI firme los papeles necesarios. Se da una circunstancia curiosa, ya que Esther Doña también es marquesa de Griñón, aunque en su caso es ‘marquesa viuda de Griñón’, dado que fue la última esposa de Falcó.
La mala relación entre Tamara y su ‘madrastra’ siempre fue aireada en los medios de comunicación pero las protagonistas, educadas y políticamente correctas al máximo, siempre trataron de quitar importancia al asunto asegurando que si se encontrasen se saludarían y que entre ellas no había ningún problema. Pero este lunes, Doña, que colabora desde hace unas semanas en el programa de TVE La hora de la 1, confirmaba que las cosas con Tamara hace años que no están bien y que ni siquiera han hablado tras la muerte del conocido bodeguero.
Es más, en un ataque de sinceridad y visiblemente emocionada, Esther confesaba que Tamara ni siquiera la había llamado para darle el pésame por la muerte de su marido y ya han pasado seis meses de la trágica pérdida. "Aún no", aseguraba y añadía que ni siquiera se acuerda de la última vez que habló con ella para ver cómo estaba o si necesitaba algo. “Ni me acuerdo... hace muchísimo de eso”, decía tajante. Además, Doña ha querido opinar también sobre el legado del marquesado a la joven socialité, un título que para ella va más allá de ser un detalle frívolo. “He visto declaraciones en las que decía que le haría muchísima ilusión poder ser marquesa. Lo hemos visto todos. Lo que sé es que ese título está muy vinculado a las bodegas, porque son propietarias de la marca Marqués de Griñón", decía dejando caer que no está muy segura de que Tamara pueda gestionar ese gran patrimonio paterno.
Parece que los problemas entre la hija de Isabel Preysler y Esther Doña comenzaron tras la boda de su padre, ya que antes, Tamara veía con buenos ojos esa relación. “Hubo una relación más cercana cuando comenzamos a salir. A mí me dijo Carlos que habló con Tamara y le dijo que me había conocido. Le enseñó una foto y ella le dijo : "Papi, me encanta para ti". Pero fue a raíz de la boda cuando nos distanciamos”, comentó Doña.
La boda de la discordia
Carlos y Esther comenzaban su relación sentimental a finales de 2015. En ese momento, él aún seguía casado con Fátima de la Cierva, madre de sus dos hijos pequeños, Duarte y Aldara, aunque el matrimonio se había separado cuatro años antes. Pocos conocían entonces a Esther, una atractiva joven malagueña 42 años más joven que el marqués que había sido modelo en su juventud. Esther había estado casada en dos ocasiones. Su primer marido fue un empresario 25 años mayor que ella y su segundo matrimonio se llevó a cabo en Reino Unido, donde se casó con otro empresario español 18 años mayor que ella y con el que vivió en Londres. La joven había regentado varios negocios de belleza en la capital con no demasiado éxito.
Doña dejó a un lado su faceta como modelo y rápidamente se instaló con el marqués en su finca El Rincón. En noviembre de 2016 se inscribían como pareja de hecho, justo un día después de que él firmara el divorcio con Fátima de la Cierva. Con excepción de los dos hijos menores de Carlos, ni Tamara, ni Xandra ni Manolo (los hijos fruto de su primer matrimonio con la suiza Jeannine Girod) vieron con buenos ojos la relación de su padre con una mujer mucho más joven y mucho menos que decidieran oficializar su amor con una boda. Pero Carlos se puso el mundo por montera y en julio de 2017 se casaba con Esther por lo civil en una ceremonia secreta en la finca el Rincón.
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Dos meses más tarde, el ya matrimonio llevaba a cabo una gran fiesta por todo lo alto en el Palacio El Rincón de Aldea del Fresno (Madrid), con unos 150 invitados entre los que se encontraban Mar Flores, Fiona Ferrer, Emiliano Suárez y su mujer, Carola Baleztena, el padre Ángel, fundador de Mensajeros de la Paz y que daba su bendición a la pareja. Por supuesto, en ese día tan especial para el marqués y Esther no estuvieron presentes los hijos mayores de Carlos Falcó, pero tampoco la hija pequeña, Aldara, que alegó motivos académicos para no aparecer en la fiesta del matrimonio. Tampoco asistió Fernando, hermano mayor de Carlos y marqués de Cubas.
En público decían que se llevaban bien
Aunque ahora Esher Doña ha sido completamente honesta revelando la nula relación que tiene con Tamara, cuando el marqués aún vivía siempre negó tal distanciamiento. “Nos llevamos fenomenal. ¿Cómo no te vas a llevar bien con Tamara?”, decía en una entrevista del año 2016, pero nunca las vimos juntas ni posando en ningún photocall como sí ha hecho por ejemplo con la pareja de su madre, el Nobel Mario Vargas Llosa. “Yo lo único que quiero es que mi padre sea feliz”, decía Tamara en 2019 al ser preguntada por esa supuesta distancia entre ella y la pareja de su progenitor. Ese buen rollo también se repetía en el aniversario del diario La Razón. Durante la fiesta, Esther comentaba que estaba muy orgullosa de la faceta de Tamara como diseñadora y que le encantaban sus vestidos, pero nunca la hemos visto con uno de ellos, como sí ha sucedido con su madre y su hermana Ana Boyer.
No hay relación con ningún hijo
Tampoco parece haber buena sintonía con el resto de hijos de Carlos Falcó y solo ha hablado con Xandra, que es la que se ha ocupado de algunas gestiones tras la muerte del marqués. Curiosamente, Esther ha dado otras dos entrevistas a la revista ¡Hola! tras ese fatídico día en las que no decía lo mismo, quizá por esa educación de la que hablábamos antes. En la primera, publicada a comienzos de abril, Esther comentaba que “los hijos de Carlos han estado muy cariñosos, se han preocupado por mí” y casi tres meses después, Doña abandonaba la finca El Rincón, donde había vivido los últimos tres años junto a su marido, para instalarse en su antiguo piso en Majadahonda con su perrita Chloé, un bichón maltés que le había regalado el marqués dos años antes. “Perder a tu marido es una de las peores cosas que te pueden pasar… Pero perderlo de esta manera, sin poderte despedir, sin poder cogerle de la mano… Es terrible, es una gran pesadilla. Sientes mucha impotencia, piensas en él, que está solo, sin nadie a su lado…”, decía en dicha entrevista.
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“Me afecta porque se habla de mi marido, y yo lo estoy pasando fatal. Mi vida se ha desmoronado, toda mi vida giraba en torno a mi marido”, comentaba visiblemente emocionada en TVE. Y es que la repentina muerte de su marido la sumió en un dolor muy profundo. “No estoy preparada. A mí me duele mucho y me afecta, porque estamos hablando de mi marido... y yo lo estoy pasando fatal. Mi vida se ha desmoronado, toda mi vida giraba en torno a él. Las últimas palabras de Carlos, que ya fueron cuando estaba muy malito, prefiero quedármelas para mí. No voy a compartirlas”, añadía con lágrimas en los ojos para concluir que a su marido no le gustaría nada ver que sus hijos no se han preocupado por ella “pero él podía suponerlo. Él siempre pedía a nuestros amigos más cercanos que me cuidaran y me protegieran. Pero yo además me siento muy protegida por Carlos”.
Por el momento, Tamara Falcó ha decidido guardar silencio al ser preguntada por los comentarios de la última mujer de su padre. Queda por ver si la joven optará por sentarse para su revista de cabecera (quizá aprovechando el momento en el que se convierta oficialmente en marquesa) y si se decidirá, de una vez por todas, a contar la verdadera relación que siempre ha tenido con la viuda del marqués de Griñón.
