Una esperada entrevista y un largo debate sin polémica: así comenzó TV Nostra, el nuevo programa de Jorge Rial

Jorge Rial volvió a las noches de América, luego de los especiales de Intrusos de comienzo de siglo
Captura de pantalla

Exactamente a la hora convenida, Mariano Iúdica le dio la bienvenida, desde Polémica en el bar, a TV Nostra, la nueva apuesta de América en este año electoral con la conducción de Jorge Rial. Sentado a la mesa del clásico ciclo creado por Gerardo Sofovich se encontraba un impávido Luis Ventura, exsocio de Rial, quien se cuidó de no hacer algún gesto que pudiera despertar viejas polémicas entre ellos.

Entonces sí, a las 20.30 comenzó a sonar el “El vals de Kairo”, de Ara Malikian, la cortina del nuevo ciclo. A un costado del estudio vacío y a oscuras comenzaron a encenderse distintas pantallas que mostraban retratos de personalidades de la política, el deporte y el espectáculo; Alejandro Fantino, Fede Bal, Mario Pergolini, Mauricio Macri, Susana Giménez, la China Suárez, Mirtha Legrand y Marcelo Tinelli, Luciana Salazar y Diego Maradona, entre ellos. De esta manera, antes de que el programa comenzara oficialmente, se daba una pista de lo que ocurriría: lejos del género que lo hizo conocido, Rial intentaría en esta nueva etapa dejar de hacer pie en los chimentos y abocarse a tratar temas de interés general.

Rial y su improvisada coreografía durante la presentación de su nuevo ciclo
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Rial y su improvisada coreografía durante la presentación de su nuevo ciclo (Captura de pantalla /)

Una vez que todas las pantallas estuvieron encendidas, la música se cortó abruptamente. Sonó una especie de estruendo, todo volvió a oscurecerse y comenzó a sonar “Centro Di Gravita Permanente”, un clásico italiano de Franco Battiato de principios de la década del ochenta, en clave de auto homenaje al título del programa.

Detrás de las pantallas, la silueta de un bailarín se transformó, de pronto en la del conductor, que entre gritos y aplausos apareció al fin en escena, improvisando una extraña coreografía con sus brazos. “¡Bienvenidos a TV Nostra! Y esto era”, se presentó, mostrando orgulloso la escenografía monopolizada por los colores rojo, blanco y negro. “Para que todos se queden tranquilos, tengo aire. En los ensayos me quedaba sin aire, y decían: ‘Va a ser una vuelta corta la de Rial’”, reveló, risueño. “No. Les garantizo que hasta el final del programa me quedo”, bromeó.

Y llegó entonces el momento de contarles a los televidentes lo que iban a encontrar en este nuevo ciclo: “Es largo de contar... Lo tienen que ver. Pero es un sueño que hicimos realidad. No sé qué número de programa es este que estoy pariendo en mi trayectoria, pero es más grande y superador de lo que había soñado. Y quiero agradecerle mucho a la gente del canal, que confió en mí. Me senté un día con Daniel Vila y con Liliana Parodi y les dije más o menos de qué se trataba. Es más, ni ellos saben de qué se trata”, aseguró.

“Este tiene que ser un programa rápido, porque arrancamos con una piña de knock out”, continuó. “Es un programa extraño, porque todavía no arrancamos, somos tendencia desde las 7 de la mañana, ya se está hablando de este programa, y hasta la Justicia se aceleró. Cosa que nunca vi”, reflexionó en alusión al que sería el plato fuerte de esta primera emisión: una entrevista a Matías Morla, luego del allanamiento en su oficina y de que la Justicia decidiera que no puede hacer uso de la marca Maradona.

Rial presentó luego a sus compañeros, Marina Calabró, Diego Ramos y Ángela Lerena, al tiempo que agradeció el apoyo de su mujer, Romina Pereiro, de las hijas de ambos y de su nieto, Francesco Benicio.

Fiel a su estilo, Calabró contó los pormenores del allanamiento y explicó en qué consisten las causas judiciales que tienen al exabogado de Maradona en la mira. “Morla dividió a las familias. Es un ángel o un demonio. Romina lo desteta. Es parte del grupo que lo considera el responsable directo de lo que ocurrió”, reveló en conductor.

“Yo le doy el beneficio de la duda, porque Maradona era un paciente difícil. Pero los mensajes que se dieron a conocer en la causa son tremendos”, sumó Lerena. “Maradona quedó rodeado de gente que estaba con él por plata y a los demás los mantenían alejados”, aseguró, antes de que comenzara a emitirse un resumen que intentó dar luz sobre la presencia del abogado en la vida del Diez.

A modo de introducción de la entrevista grabada, Rial adelantó que Morla responsabiliza del deterioro y la muerte del ídolo a “una mujer de su entrono”, mientras en las pantallas se sucedían imágenes que mostraban a unas sonrientes Verónica Ojeda, Rocío Oliva, Jana Maradona, Gianinna Maradona y Claudia Villafañe, y a una visiblemente enojada Dalma, una de las históricas enemigas mediáticas del conductor. Aquella lenta y poco esclarecedora introducción, donde los columnistas aportaron poco y nada, se intercaló con una seguidilla de anuncios publicitarios.

Al fin, a las 20.54, salió al aire el esperado reportaje, en el que el entrevistado aseguró: “Soy el malo para un sector de los herederos; para la Justicia, no, y para gran parte de la gente, tampoco”. En su descargo, Morla aseguró que no siente que pese sobre él una condena social, que no se vio obligado a alterar su rutina y reiteró que creó la empresa Sattvica, que es la que maneja la marca Maradona, por pedido de su fallecido amigo. Y, como había sido anunciado, disparo sin sorpresa contra Villafañe y sus dos hijas. “A Maradona lo abandonaron”, aseguró. Y continuó: “Tendría que haber hecho más fuerza para cumplir el último deseo de Diego: ver a todos sus hijos juntos. Ese era su gran dolor. Dalma y Gianinna están laceradas por el odio de clase”.

“De todas las mujeres de Diego, la que mejor me cae es Verónica Ojeda, pero Rocío no es la culpable de que él le haya regalado cosas”, disparó. “Estaba muerto con ella, hasta el día que se murió. Si Diego se levantara ahora, me recriminaría que ella no pudo entrar a despedirse en su velorio. No voy a mentir. Él se sentía traicionado y robado por Dalma y Gianinna y tenía vínculo con ellas por sus nietos. Yo pasé navidades con Diego, que esperaba toda la noche que alguien lo llamara, y no lo llamaba nadie”, terminó expresando en el primer tramo de la entrevista.

Las palabras de Morla no parecieron convencer a ninguno de los panelistas que, ante un reflexivo Rial, marcaron que sus dichos estaban atravesados por la cuestión económica. Y de pronto, el programa se convirtió, otra vez, en una extendida presentación de lo que vendría después: la segunda parte de la entrevista en la que el abogado repasó los últimos meses de la vida de Maradona y relató por qué decidió armar el equipo médico, liderado por Leopoldo Luque. “Yo banqué a Luque porque tengo códigos”, afirmó. “Villafañe se llevó un cadáver, no se llevó a Diego Maradona. Él no lo hubiera permitido. El cajón deberían haberlo llevado las hermanas y Rocío”, apuntó después.

En su clara estrategia de diferenciar -y separar- a los herederos, Morla continuó: “A Maradona lo mataron Rocío Oliva, la cuarentena y la cuestión médica. Ojeda es una gran mujer, pero se está equivocando mucho. No entiendo cómo permite que la pareja [el abogado Mauro Baudry] diga lo que dice de mí. Es una gran madre y es la única a la que yo ayudaría”, reveló luego, en el final del segundo bloque de la entrevista que, otra vez, mereció el debate de los panelistas.

Para el tercer tramo de la nota, quedaría la descripción del entorno familiar y romántico de Maradona. “Dalma y Gianinna se odian con Verónica. Su alianza efímera es para perjudicarme a mí””, expresó el abogado. E insistió: “Claudia es una persona totalmente entrenada para la mentira. Él no la atendía. No puede justificar su patrimonio. A Gianinna no la quiero porque me calumnia, pero no la considero como a su hermana, no es proclive a la violencia y no tenía la misma relación que ella con su padre”.

Rial, entonces, le recordó lo relatado por la segunda hija de Maradona, cuando en un cumpleaños de su padre, lo salvó de atragantarse con su propio vómito. “Si te llego a contar lo que pasó en realidad, tiro una bomba”, se defendió, misterioso, el letrado. Y el conductor, claro, le pidió que continuara. “No fue acompañada de un médico, fue con otra persona, un futbolista, Daniel Osvaldo. Y lo que pasó con Diego ahí pasó no solo conmigo, había un montón de gente. Y cuando yo me fui de ahí, la noche siguió. (...) Los que fueron ahí, lo hicieron para la foto. Yo lo que pregunto es: ¿llamaron a un médico? No. Estaría bueno que hable Rocío Oliva, que estuvo con él 8 años para que cuente todas estas cosas”.

Para el final, luego de que el abogado disparara también contra Jana -a quien acusó de no entender nada- y de asegurar que Maradona dudaba si era el padre de Diego Jr, Lerena, Calabró y Ramos volvieron a cuestionar sus dichos y Rial le dio la bienvenida a otro de los participantes de este nuevo envío: Pomodoro Pómoro, uno de los clásicos personajes de Fabio Alberti, quien cerró el programa con un desopilante mensaje alusivo.

Este primer programa de TV Nostra marcó picos de 5,4 puntos de rating y logró ganarle a su competidor directo, Bendita, el clásico conducido por Beto Casella en la pantalla de El Nueve.