Un exoficial ruso relató los abusos a los prisioneros en Ucrania: “Los torturaban hasta dos veces por día”

Konstantin Yefremov, exoficial ruso en Ucrania
Konstantin Yefremov, exoficial ruso en Ucrania

LONDRES.- “Me disculpo con la totalidad de la nación ucraniana por haber ido allí como huésped no invitado con un arma en la mano. Gracias a Dios no hice mal a nadie. No maté a ninguno. Gracias a Dios no fui asesinado”, expresó Konstantin Yefremov, exoficial ruso enviado a Ucrania a comienzos de la guerra.

Yefremov habló de torturas y abusos en una larga entrevista exclusiva ofrecida a la BBC. El exoficial ruso fue denunciado como traidor y echado luego de rechazar volver, por segunda vez, después de los primeros tres meses a Zaporiyia y Melitopol.

Konstantin Yefremov compartió otra foto, que lo muestra frente a los edificios en Bilmak, donde dice que tuvo lugar la tortura de prisioneros; los residentes locales confirmaron la ubicación a la BBC
Konstantin Yefremov compartió otra foto, que lo muestra frente a los edificios en Bilmak, donde dice que tuvo lugar la tortura de prisioneros; los residentes locales confirmaron la ubicación a la BBC

“Los interrogatorios, las torturas continuaban, cada día, de noche, en ocasiones dos veces al día”, contó Yefremov, que huyó de Rusia gracias a la ayuda del grupo ruso que lucha por los derechos humanos Gulagu.net.

En abril pasado su grupo debía vigilar un “cuartel general logístico” en la ciudad de Bilmak, al nordeste de Melitopol, donde asistió a interrogatorios y maltratos a los prisioneros ucranianos. “Recuerdo un día en el que fueron llevados tres prisioneros. Uno de ellos admitió ser un francotirador. Cuando lo supo, el coronel perdió la cabeza. Lo golpeó, bajó los pantalones del ucraniano y le preguntó si era casado. ‘Sí', respondió el prisionero. Entonces el coronel dijo: ‘Te transformaremos en una muchacha y enviaremos el video a tu esposa’”.

Konstantin Yefremov mostró a la BBC sus documentos de identificación de las fuerzas armadas rusas
Konstantin Yefremov mostró a la BBC sus documentos de identificación de las fuerzas armadas rusas

El exoficial ruso, que a comienzos de la guerra prestaba servicio en Chechenia como jefe de una unidad de desminado, relató que fue enviado a Crimea para, le dijeron, tomar parte en “ejercicios militares”.

Durante otro interrogatorio -contó Yefremov, el oficial de más antigüedad en hablar abiertamente de las torturas a los ucranianos-, el coronel disparó al brazo y pierna derecha de un prisionero, afectando el hueso bajo la rodilla.

Torturas, violencia, pero también saqueos. En Melitopol, “soldados y oficiales tomaban todo aquello que podían. Hurgaron en todos los edificios. Un soldado se llevó una cortadora de césped. Dijo con orgullo: ‘Lo llevaré a casa y cortaré el césped cerca de nuestro cartel’”, agregó.

Soldados ucranianos disparan un sistema de artillería Pion contra posiciones rusas cerca de Bakhmut, en la región de Donetsk, Ucrania. (AP Foto/LIBKOS)
Soldados ucranianos disparan un sistema de artillería Pion contra posiciones rusas cerca de Bakhmut, en la región de Donetsk, Ucrania. (AP Foto/LIBKOS)

“Cubos, hachas, bicicletas, cargaron todo en sus camiones. Había tanto material que debían acurrucarse para entrar en los vehículos”, explicó.

Yefremov recuerda haber visto a las tropas rusas grabar marcas de identificación en sus uniformes y pintar la letra “Z” en equipos y vehículos militares. En cuestión de días, la “Z” se había convertido en el símbolo de lo que el Kremlin llamaba su “operación militar especial”.

Yefremov afirma que no quería tener nada que ver con eso. “Decidí renunciar. Fui a mi comandante y le expliqué mi posición. Me llevó a un oficial superior que me llamó traidor y cobarde. Dejé mi arma, me subí a un taxi y me fui. Quería regresar a mi base en Chechenia y renunciar oficialmente. Entonces mis camaradas me llamaron por teléfono con una advertencia. Un coronel me había prometido encarcelarme hasta 10 años por deserción y alertó a la policía”, dijo a la BBC.

Yefremov dijo que llamó a un abogado militar, que le aconsejó que se diera la vuelta. “Ahora me doy cuenta de que debería haber ignorado eso y seguir adelante”, señaló. “Pero tenía miedo de que me metieran en la cárcel”. Luego, regresó para unirse a sus hombres.

Yefremov insistió en que está “en contra de la guerra”. Aseguró que no participó en la anexión de Crimea por parte de Rusia, ni luchó en el este de Ucrania cuando estalló la guerra en el Donbass hace nueve años.

“Durante los últimos tres años estuve involucrado en la remoción de minas en Chechenia, un lugar que había sufrido dos guerras. Creo que el trabajo que he hecho allí ha beneficiado a la gente”, dijo.

Agencia ANSA