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Expertos alertan: consumo de cocaína gana terreno entre los más jóvenes

Ni siquiera el confinamiento ha supuesto un freno para el consumo de sustancias psicoactivas como el cannabis, una de las drogas que más se consumen en España

Getty
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A más de uno nos ha llamado la atención las tretas que han usado 'camellos' y consumidores para continuar dando cabida a su negocios y adicciones: usar al perro como excusa para salir, falsos mensajeros que entregan la droga a domicilio o encuentros pactados en el supermercado. Sin embargo, para las asociaciones de ayuda a la drogodependencia, “la situación provocada por la pandemia ha llevado a los enfermos a situaciones límite”.

Según datos ofrecidos por el Observatorio Nacional sobre Drogas, las drogas consumidas de forma más frecuente en España en la actualidad son el alcohol, el tabaco y los medicamentos hipnosedantes y, entre las drogas ilegales, destaca el cannabis.

En concreto, según los últimos datos, el consumo de cannabis y cocaína ha aumentado en nuestro país en un 50 por ciento en la población de entre 15 a 64 años respecto al año anterior.

Además, tal y como señalan la última encuesta de ESTUDES 2018-2019, el consumo de cocaína ha ganado terreno entre estudiantes de Enseñanza Secundaria, donde el porcentaje de hombres es mayor al de mujeres consumidoras.

Por el contrario, en el caso del consumo de hipnosedantes y psicofármacos, tanto legales como ilegales, las mujeres duplican a los hombres en el consumo de estas sustancias. Esto se debe, dicen los expertos, a que las mujeres son más proclives al diagnóstico de ansiedad, insomnio o depresión, trastornos que conllevan una mayor prescripción de estas sustancias.

Además, tal y como ha salido publicado, España es el segundo país de la Unión Europea en el que más personas han probado la cocaína en algún momento de su vida según reveló el Informe Europeo sobre Drogas 2018. Su consumo varía, explica el texto, entre aquellas personas con alto poder adquisitivo, que la toman en forma de polvo inhalado, y los llamados ‘consumidores marginados’, que “se administran cocaína por vía parenteral o fuman crack, a menudo junto con opioides”.

“Con estos datos se demuestra la gran importancia y necesidad de orientar políticas y actuaciones que sirvan de apoyo y mecanismo de intervención a personas con problemas de drogodependencia, independientemente de su edad, sexo o contexto social”, señala Teresa López, directora ejecutiva de Fundación Atenea.

De hecho, esta entidad ha atendido a 2.000 personas con problemas de drogodependencias en lo que va de año, y en pleno confinamiento, donde la situación se ha visto agravada ante la complejidad del desarrollo de los proyectos de intervención.

La atención a las personas con problemas de drogodependencia se ha realizado a través de distintos proyectos, como Menos Riesgos Más Salud, el Servicio de Orientación Sociolaboral y el Espacio Joven San Blas, con el objetivo principal de promover la mejora de la salud, entre colectivos excluidos o en riesgo de exclusión social, y facilitar la integración social y laboral de la población atendida.

Así como la intervención del proyecto Ariadna con personas en prisión con problemas con las drogas, muchas en tercer grado que el confinamiento lo han pasado en casa y que se ha realizado a través de videoconferencia durante el confinamiento.

Desde Proyecto Hombre explican que “consumir droga es una válvula de escape para mucha gente”, y en los últimos años “es un tema que no se ha priorizado, porque hay otros problemas mayores”.

Además, los expertos advierten que ahora las posibilidades de hacerse adicto se han multiplicado debido a las nuevas ‘experiencias’ que ofrecen los retiros espirituales que incentivan el consumo de alucinógenos, la droga legal de consumo más común, aceptado en las sociedades occidentales y es el ingrediente tóxico de las bebidas fermentadas y destiladas. Por ejemplo, la ayahuasca o las escamas de sapo conocidas como la ‘molécula de Dios’.

¿Crees que la legalización del cannabis podría ser una solución?

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