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Entre la familia y el deber: toda la historia que la reina Isabel II vivió desde el trono

El 8 de septiembre de 2022, la reina Isabel II murió a los 96 años en su residencia de Balmoral, Escocia, dejando atrás un legado que difícilmente podrán superar sus sucesores.

Isabel Alejandra María, en inglés Elizabeth Alexandra Mary, fue la monarca más longeva y famosa en la historia de Reino Unido, ocupando su cargo por 70 años, desde el 2 de junio de 1953, hasta el día de su muerte este 8 de septiembre de 2022.

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La reina Isabel II, nacida el 21 de abril de 1926, vivió a través de algunos de los acontecimientos más importantes de la historia: la Segunda Guerra Mundial, la llegada del hombre a la Luna, la Caída del Muro de Berlín y sí, hasta la pandemia de COVID-19.

Esta emblemática mujer, amante de los perritos y la moda, y quien nunca evadió sus responsabilidades a pesar de su avanzada edad, se convirtió en una de las figuras más respetadas y amadas en todo el mundo, el cual recorrió ampliamente a lo largo de su vida (¡visitó más de 100 países a lo largo de su reinado!).

Y pese a enfrentar grandes momentos de crisis y polémicas que rodearon a la familia real, Isabel siempre fue un ícono de serenidad y esperanza para su pueblo, prueba de ello fue que al final de su vida terminó con un 75% de aprobación en Reino Unido.

Antes de la corona

Cuando Isabel nació, nadie pensaba que se convertiría en la monarca que haría historia, pues se esperaba que llevara una vida relativamente normal -para una integrante de la familia real-, hasta que en diciembre de 1936 su tío, el rey Eduardo VIII, abdicó y, forzó a Jorge VI, padre de Lilibet (como le decía su familia), a ocupar el trono, cambiando por completo la línea de sucesión.

La coronación del rey Jorge VI puso a la entonces princesa Isabel como la sucesora de su padre, dejando atrás su vida tranquila en la su casa ubicada en la calle Piccadilly 145 de Londres, para mudarse al Palacio de Buckingham y volverse en una figura de interés para su país y la Mancomunidad.

Como cuenta la página de la Familia Real, su niñez y adolescencia no fueron sencillas.

En lugar de recibir una educación tradicional, Isabel fue educada en casa para aprender sobre historia constitucional, leyes, religión y francés, todo en preparación para su futuro rol.

Durante la Segunda Guerra Mundial se mudó al Castillo de Windsor, considerado como un lugar relativamente seguro e inalcanzable por los incesantes bombardeos alemanes.

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Isabel también estudió arte y música, aprendió a cabalgar y se volvió en una nadadora excepcional, actividades con las que, por momentos, escaparía en un futuro de sus responsabilidades reales.

Su boda y la subida prematura al trono

Isabel y Felipe Mountbatten, quienes se conocieron por primera vez en 1934 y eran primos lejanos, anunciaron su compromiso el 9 de julio de 1947.

El 20 de noviembre de ese mismo año, la futura reina y el príncipe se casaron en la Abadía de Westminster en una ceremonia relativamente “sencilla” porque Gran Bretaña se encontraba en plena recuperación tras la guerra.

Durante sus primeros años de matrimonio, la pareja tuvo una vida sin tantas obligaciones reales y con más oportunidad de tener una relación más privada. Su primer hijo, el príncipe Carlos (ahora Rey), nació en 1948, y su hermana, la princesa Ana, nació 2 años después.

Pero en febrero de 1952, cuando Isabel solo tenía 25 años y llevaba poco más de 4 años de casada, el rey Jorge VI murió tras una enfermedad prolongada. En ese momento, mientras encontraba en un viaje en Kenia, Isabel dejó de ser princesa y se convirtió en la nueva reina de Gran Bretaña.

Tras la noticia, Isabel II regresó a Inglaterra inmediatamente, fue recibida por el entonces primer ministro Winston Churchill. Un año después, el 2 de junio de 1953, fue coronada como la cuadragésima soberana en la historia de Reino Unido.

Como dato curioso: la coronación de Isabel II ha sido la única televisada en la historia de la realeza británica y la de su hijo Carlos III será la segunda.

Además, a lo largo de su reinado vio pasar a 16 primeras y primeros ministros, incluyendo a personajes míticos como Churchill, Margaret Thatcher y ahora Liz Truss, quien ocupó el cargo pocos días antes del fallecimiento de la reina.

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Una vida dividida entre familia y deber

Años más tarde, Isabel II y Felipe, duque de Edimburgo, tuvieron dos hijos más: Andrés, nacido en 1960, y Eduardo, nacido en 1964, expandiendo aún más la familia real (y con eso, la llegada de muchísimas polémicas).

Durante su reinado, Isabel II estuvo al centro de momentos cruciales para Gran Bretaña, Europa y el mundo en general.

Su visita a Alemania Occidental en 1965 marcó la reconciliación entre las dos naciones después de la Segunda Guerra Mundial; la respuesta que dio tras el desastre minero en Aberfan, Gales, que dejó a 116 niños y 28 adultos muertos; su apoyo a Margaret Thatcher durante la Guerra de las Malvinas; o el Brexit en 2016.

De igual forma, la reina Isabel II se vio obligada en varias ocasiones de su vida a calmar crisis dentro de la familia real: problemas en su matrimonio con Felipe; acusaciones de racismo en la familia real; la vida rebelde de su hermana, la princesa Margarita; la separación de su tío, el ex rey Eduardo VIII; el escándalo sexual de su hijo, el príncipe Andrés, a quien la reina le quitó sus honores militares y título real.

Por supuesto, no se puede hablar de momentos caóticos durante el reinado de Isabel sin mencionar el divorcio de Carlos y Diana, quien un año después fallecería en un accidente de tránsito; y después la renuncia de Harry y Meghan de sus obligaciones reales, tras problemas entre la ex actriz y la familia real.

El fin de su reinado

Pese a su avanzada edad, en sus últimos años la reina supo lidiar con las crisis con la misma gracia y estoicismo característico.

Con sus mensajes continuó alentando a su pueblo durante los días más difíciles de la pandemia de COVID-19, aún pese a las polémicas en las que su familia estaba envuelta.

De igual manera, hizo frente a la muerte de su esposo Felipe en 2021, con quien estuvo casada por más de 70 años y, según sus palabras, fue su “pilar” durante todo su reinado.

Al final, Isabel II comenzó a delegar más responsabilidades a Carlos y desde octubre del año pasado, su salud poco a poco comenzó a deteriorarse.

Tras su muerte, Gran Bretaña y el mundo entero tendrán que acostumbrarse a una nueva era sin la reina Isabel II, una mujer que dejó su huella y lideró a través de muchos de los acontecimientos más grandes de los últimos 70 años.

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