Felipe de Lara pide representatividad de los dreamers en Hollywood
CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 14 (EL UNIVERSAL).- El actor Felipe de Lara migró hace más de 20 años de México, su país natal, a Canadá para estudiar primero actuación y después producción y dirección en Vancouver. Desde entonces ha trabajado en distintas producciones extranjeras, sobre todo en Estados Unidos, entre ellas "Persons unknown" y "Texas Rising".
Aprendió inglés antes de irse, el idioma siempre le apasionó por las bandas de rock estadounidenses que le gustaban, como Guns and Roses, así que comenzó a vocalizar y aprender sobre entonaciones en un país diferente al suyo, su profesión como actor la forjó estando fuera, pero, aunque eso ha tenido ventajas como la facilidad de hablar el idioma de manera fluida, también le ha traído desventajas a la hora de trabajar.
"Luego no me creen que soy mexicano, piensan que soy brasileño o del sur de Europa porque ellos tienen una imagen del mexicano muy estereotípica y llego hablando inglés super fluido y no tengo el acento marcado y entonces la gente no tiene muy claro exactamente de donde soy. Por una parte me ha dado una distinción, pero por otra me ha exigido que me digan 'tienes que hablar como estadounidense o hablar como tal o cual'", cuenta De Lara en entrevista.
Durante su carrera en el extranjero asegura que ha sido testigo de una evolución en cuestión de racismo y estereotipos hacia los latinos. Ahora acepta que hay más campañas de diversidad de personajes que han apoyado a los actores como él, pero todavía es una problemática laboral.
"Cuando llegué (en 2002) me daban puros papeles chiquitos: el narco, el pandillero, ese tipo de cosas y poco a poco ha ido cambiando, siento que Hollywood se empezó a dar cuenta que los latinos eran una parte del mercado que estaba sumamente descuidado y poco a poco ha ido cambiando porque a través de los años ha habido todas estas campañas de representación en cine, de grupos étnicos y nacionalidades han dejado oportunidades", rescata.
Sin embargo, dice que es necesario seguir presionando para que la diversidad vaya más allá de un estereotipo establecido y explore en combinaciones como su caso, que es un mexicano formado en Canadá y Estados Unidos, como muchos otros latinos que han migrado y adoptado los usos y costumbres de otro país.
Tal es el caso de los dreamers, jóvenes que viven en Estados Unidos y que llegaron al país, legalmente, de pequeños.
"En Estados Unidos muchas veces me exigieron hablar inglés como gringo, como estadounidense que nació y creció ahí, pero yo que he vivido en ciudades tan cosmopolitas como Los Ángeles, Vancouver y Toronto, sé que hay muchísimos estadounidenses y canadienses ya nacionalizados que claro que tienen acento de donde provienen y por doquier la gente habla con sus acentos y no estás pensando 'este es mi amigo argentino o peruano, simplemente estás teniendo una experiencia humana", señala.
"Todavía no hay esa naturalidad en las historias de Hollywood... Si se dejaran de enfocar tanto en que, si un actor es latino o no para interpretar a un abogado, un médico y consideraran que puede ser un latino que llegó a cualquier edad y se hizo doctor o cualquier profesión, esa imagen también sería real", agrega.
Mientras tanto él está intentando diversificar sus papeles con diferentes géneros, comenzará el 11 de octubre con la segunda temporada de "Harina", la serie de comedia protagonizada por Memo Villegas y Verónica Bravo.
"Mi personaje es muy estrafalario, pero como que ese timing de la comedia era nuevo porque yo estoy más acostumbrado a hacer drama o acción, así que fue tomar el reto y divertirme con el personaje", contó.
Y seguirá con el terror en "V/H/S/ 85", junto a la directora mexicana Gigi Saúl Guerrero, en una película sobre la revelación de un documental con cinco historias de terror sucedidas en los años 80.
"Al principio no era fan del género, sentía que era muy difícil hacer una película de terror, pero ya que empecé a hacer cine de horror me di cuenta de que era super divertido. La actuación es como ser niño y jugar, pero como presupuesto y hacer cine de terror es como lo más gore, porque hay sangre y otras locuras que sólo suceden en este género", contó.